El Giro en el Pensamiento de Ortega: Del Yo a la Masa
En sus primeras reflexiones, Ortega defiende la subordinación del yo individual a lo cultural y social. La cultura es el cultivo de la ciencia, el derecho, la moral, etc. Es lo genérico y objetivo frente al particularismo y subjetivismo del individuo.
En 1923, debido al intento de Hitler de derrocar el gobierno de Baviera, se produce un giro en el pensamiento de Ortega ante la emergencia de los totalitarismos fascistas y comunistas. En sus reflexiones posteriores, Ortega reconoce el peligroso efecto desorientador de los movimientos de masas y alienta el cultivo del talento individual. Ahora la cultura debe limitarse a ilustrar y ayudar al individuo en esta tarea.
La Vida como Realidad Radical
La filosofía aspira a conocer, es decir, a “desocultar” todo lo que hay, descubriendo en la desnudez y transparencia de la palabra el ser de las cosas.
Este punto de partida exige una radicalidad de la que carecen:
- El positivismo, ya que reduce la vida humana a una cosa fija.
- El realismo, según el cual la verdadera realidad son las cosas y estas no dependen del sujeto cognoscente.
- El idealismo, ya que afirma que las cosas no pueden ser independientes del sujeto, pero se equivoca al afirmar la independencia de este.
Frente a estas posturas, que parten de las cosas o del yo, Ortega sostiene que la realidad radical es la vida. Entiende la vida como un dinámico quehacer del yo y de las cosas: “Yo soy yo y mi circunstancia”. La conclusión es que la filosofía es una actividad vital que tiene como problema radical definir esta realidad primaria que llamamos nuestra vida.
La Vida como Tarea, Proyecto y Futuro
Según Ortega, la vida es encontrarse en un mundo que no hemos elegido. Esto implica saber que la vida es un quehacer en el sentido de:
- Tarea, por lo que es una tarea solitaria.
- Proyecto, que consiste en inventarse y elegir entre un repertorio de posibilidades y urgencias.
- Futurista, pues la vida no está prefijada, es lo que aún no es.
Raciovitalismo: Integrando Razón y Vida
El raciovitalismo olvida la vida en su búsqueda de la verdad, y el vitalismo renuncia a la verdad e impone el relativismo. Pero, según Ortega, no hay razón sin vida, ni vida sin razón. Es necesario integrar los conceptos de razón y vida, condicionando la primera a la segunda, y recuperando el horizonte del sujeto viviente cuya razón es razón vital e histórica.
El sistema filosófico de Ortega recibe el nombre de raciovitalismo porque se basa en la noción de razón vital y en la concepción de razón como forma y función espontánea de la vida.
Perspectivismo: La Verdad como Horizonte Inacabado
El ser definitivo del mundo no es materia ni alma, ni nada determinado, sino una perspectiva, y cada vida es un punto de vista. Por lo que cada individuo, pueblo o época, es una parte insustituible para constituir la verdad.
Si se pudiesen yuxtaponer y organizar estas visiones se podría definir una verdad. Pero ningún individuo en ningún momento puede captarla, sino todos a lo largo del tiempo. En la práctica, la verdad es inacabada, “blanda”, es decir, individual e histórica.
La Razón Vital como Razón Histórica
Dado que la vida es sustancialmente drama, cambio e historia; la razón vital es constitutivamente razón histórica.
La vida individual, al igual que la de los pueblos o épocas, consiste en una constante sucesión de creencias que conlleva a una continua modificación de la circunstancia. Por lo tanto, también es un cambio constante de la vida de los individuos, pueblos y épocas, ya que la vida es un dinámico quehacer del yo y de las cosas.
La razón vital es razón histórica y esta no acepta nada como mero hecho, sino que fluidifica todo hecho en el devenir del que proviene.
El Ser Humano como Ser Histórico
El ser humano no tiene naturaleza, no es cosa alguna, sino historia, ya que el hombre no es el primer hombre, sino que es el heredero de un pasado, de forma que la historicidad pertenece esencialmente a la vida de cada uno de nosotros.
El individuo humano no está en la inmediatez, sino que parte de otra que ya se desarrolló.
Las Generaciones y la Estructura de la Historia
La historia tiene una estructura precisa: la de las generaciones:
- Una generación es una variedad humana que posee caracteres típicos, una sensibilidad común que la diferencia de la generación anterior.
- Cada generación es una unidad cerrada, ya que puede ver pasar junto a ella otras generaciones. Lleva dentro de sí formas de existencia de la generación anterior junto con formas nuevas.
- Una generación está formada por coetáneos, que son individuos de la misma edad (15 años) que tienen algún contacto vital, a diferencia de los contemporáneos.
- Las generaciones decisivas son aquellas en las que la variación histórica es mucho mayor de lo normal. Son épocas polémicas, y suelen corresponderse con generaciones progresivas.
La Teoría de las Generaciones como Instrumento de Comprensión
Dado que la generación es la unidad concreta de la auténtica cronología histórica, la teoría o método de las generaciones es un instrumento preciso para comprender la realidad histórica. Permite convertir en presente lo ya pasado y descubrir así la vida en cada tiempo en sus diversas formas.