Friedrich Nietzsche: Crítica a la Moral y el Advenimiento del Superhombre
Antropología Nietzschiana
Friedrich Nietzsche (1844-1900) fue un filósofo, poeta y filólogo alemán cuyas ideas han tenido un impacto profundo y duradero en la filosofía occidental. En su análisis antropológico, Nietzsche contrasta dos fuerzas arquetípicas representadas por los dioses griegos Apolo y Dionisio:
- Lo apolíneo: Simboliza el orden, la medida, el día, el cálculo y la racionalidad.
- Lo dionisíaco: Representa el caos, la desmesura, la noche, la ebriedad, el instinto y la pasión.
Nietzsche critica la visión tradicional que prioriza la racionalidad como el aspecto más importante del ser humano. Según él, esta perspectiva limita y oprime al individuo, conduciéndolo a la alienación y la esclavitud, impidiéndole expresar sus pasiones. Propone liberar al ser humano de esta opresión, lo que implica destruir los fundamentos de la metafísica y la moral occidental, especialmente la cristiana, que están relacionados con una visión dualista del mundo.
La Muerte de Dios
Para Nietzsche, la metafísica y la religión son ficciones, mentiras que actúan como medicinas existenciales, proporcionando sentido y consuelo frente a la finitud de la vida. La idea de Dios, creada por el ser humano, ha tenido consecuencias negativas al apartarlo de su esencia. Cuando Nietzsche declara que «Dios ha muerto», no se refiere a un ser sobrenatural, sino a la muerte de la creencia en esa idea. Esta muerte significa una crítica radical a la religión, la moral y la metafísica. Al reconocer que Dios es una creación humana, el propio ser humano lo mata, revelando el origen humano de lo que hasta entonces fue considerado divino.
Nihilismo y Superhombre
La autoconsciencia de la muerte de Dios genera un cambio fundamental en la actitud humana: la vida ya no tiene un sentido determinado. Frente a esto, Nietzsche identifica dos actitudes fundamentales:
- Nihilismo: La creencia de que nada tiene sentido ni vale la pena, lo que puede conducir al rechazo de toda actitud religiosa o moral y a una sensación de desesperación y desorientación.
- Superhombre: Un espíritu libre que, liberado de la moral cristiana, puede marcar su propio camino y decidir sus propias metas. El superhombre es un individuo libre, sin ataduras morales ni religiosas.
Voluntad de Poder
La «voluntad de poder» es el impulso fundamental del ser humano para superarse a sí mismo. No se trata de tener poder sobre otros, sino de conocerse y mejorarse continuamente. Nietzsche ve esta voluntad de poder como un proceso de cambio constante, donde los valores y capacidades se transforman. Los seres humanos desempeñan un papel crucial en este proceso de cambio y recreación.
Eterno Retorno
Nietzsche adopta la idea del tiempo cíclico de la antigua Grecia, en oposición a la concepción lineal cristiana del tiempo. Cree que todo lo que puede suceder ya ha sucedido y sucederá una y otra vez. Esta visión cíclica del tiempo puede llevar a los seres humanos a adoptar una actitud vital que valore todos los aspectos de la vida, como el coraje y la lucha. Nietzsche desafía a vivir la vida de manera que uno esté dispuesto a repetirla eternamente.
Crítica a la Moral
Según Nietzsche, los valores morales son una forma sutil de jerarquizar los instintos vitales en dos categorías diferentes:
- Instintos de vida débil: Moralidad para los débiles, basada en el miedo y la conformidad, propia del rebaño.
- Instintos de vida plena: Moralidad para los fuertes, basada en la independencia, propia de los señores que reconocen la muerte de Dios (superhombre).
Conceptos de Verdad y Conocimiento
Nietzsche argumenta que lo que llamamos «verdad» no es más que una representación simbólica creada por los seres humanos para entender y controlar el mundo. Critica la idea de que podemos ser totalmente objetivos, como sugería Kant, y concluye que la verdad es un misterio que nunca podremos resolver completamente.
Immanuel Kant: Idealismo Trascendental y los Límites del Conocimiento
Kant fue un filósofo alemán que vivió la época de la Ilustración (s. XVIII), cuando en la Europa central triunfaba el racionalismo. Su objetivo filosófico era descubrir qué puede conocer la razón legítimamente.
Kant defiende el idealismo transcendental, una postura filosófica que afirma que el conocimiento se produce por la interacción entre la forma que aporta el sujeto y la materia que aporta el objeto.
Kant explica que el conocimiento es la síntesis entre aquello que el sujeto recibe del objeto a través de la experiencia (materia) y las estructuras (forma) que el sujeto impone a este material que recibe.
Para Kant, el conocimiento tiene su origen en la experiencia sensible. No obstante, no todo proviene de esta, puesto que explica que el conocimiento tiene su origen tanto en dicha experiencia como en las estructuras o formas a priori que el sujeto impone de manera involuntaria.
Kant defiende que existen unas estructuras mentales a priori que se imponen involuntariamente a la experiencia.
El método defendido por Kant para llegar al conocimiento es el método crítico, basado en el criticismo, que consiste en adoptar una postura crítica ante el racionalismo y el empirismo, intentando superarlos.
Según Kant, el conocimiento obtenido será universal y necesario si este consiste en juicios a priori.
Respecto a los límites y posibilidades del conocimiento, Kant defiende el fenomenismo, es decir, que el conocimiento no puede ir más allá de las percepciones que aparecen en la mente. Se conoce el fenómeno, no el noumeno. Es decir, no se puede conocer la realidad en sí.
Tipos de Conocimiento según Kant
Respecto a los tipos de conocimiento, Kant hace una clasificación de los tipos de juicios:
- Juicios analíticos: No amplían el conocimiento, sino que solo lo aclaran. El predicado está contenido en el concepto del sujeto y son no extensivos y explicativos.
- Juicios sintéticos: Amplían el conocimiento. El predicado no está contenido en el concepto del sujeto y son extensivos.
- Juicios a priori: Son independientes de la experiencia, se basan en el principio de no-contradicción y son universales y necesarios.
- Juicios a posteriori: Su comprobación depende de la experiencia. El predicado puede ser negado del sujeto sin contradicción y son particulares y contingentes.
Por tanto, los tipos de conocimiento son los juicios analíticos a priori, sintéticos a posteriori y sintéticos a priori. No obstante, el objetivo de Kant será buscar juicios sintéticos a priori, para así posibilitar un conocimiento universal y necesario y que a la vez sea extensivo.
Grados de Conocimiento según Kant
En cuanto a los grados de conocimiento, Kant los divide en tres: la sensibilidad, el entendimiento y la razón.
- Sensibilidad: Es la capacidad que los humanos poseen para recibir o tener representaciones mentales. El conocimiento sensible es la síntesis entre aquello que proviene del objeto (materia), que son las intuiciones sensibles, y aquello que el sujeto impone (forma), que son las estructuras a priori de la sensibilidad o intuiciones puras: el espacio y el tiempo. De la ordenación y la unificación de las impresiones sensibles en las coordenadas espaciotemporales resultan las intuiciones empíricas.
- Entendimiento: Es la facultad que permite comprender las representaciones mentales obtenidas mediante la sensibilidad. Para comprender un objeto es necesario poder referir el conjunto de percepciones obtenidas a través de la sensibilidad a un concepto, ordenar y unificar la multiplicidad de percepciones para poder darles un significado. Aplicando la abstracción a las representaciones mentales, se obtienen conceptos empíricos, los cuales se relacionan con los conceptos puros, que se dividen en 12 categorías (por ejemplo, la causalidad y la sustancia), las cuales serán necesarias para elaborar los juicios a priori. Por tanto, el conocimiento intelectual es el resultado de la síntesis entre las intuiciones empíricas y las categorías.
- Razón: Es la facultad que interviene en la elaboración del conocimiento intelectual. El uso legítimo de la razón consiste en la ordenación progresiva del conocimiento obtenido mediante la el entendimiento y que se ha concretado en la diversidad de juicios elaborados sobre la realidad. Es una tarea analítica basada en hacer cadenas de razonamientos, ordenando los conocimientos para obtener principios. Cada razonamiento que se hace busca un fundamento más universal y menos condicionado, con la aspiración última de llegar a un único principio que sea absoluto e incondicionado. Como resultado de esta búsqueda, se forman las 3 ideas transcendentales o conceptos puros de la razón (no son conocimiento, sino ilusiones transcendentales, ya que no provienen de ningún expresión): la idea del yo, la idea del mundo y la idea de Dios.
Encontrar principios sintéticos a priori, que amplíen el conocimiento pero se comprueben sin la necesidad de recurrir a la experiencia.
René Descartes: Duda Metódica y el Fundamento del Conocimiento
Descartes nació a finales del s. XVI, en una sociedad teocentrista, y fue considerado el iniciador de la Edad Moderna en la Europa central por sus ideas revolucionarias. El objetivo de Descartes era encontrar unos principios indudables para el conocimiento.
En primer lugar, se debe destacar que Descartes es racionalista, puesto que defiende que el conocimiento tiene su origen en el uso exclusivo de la razón.
Según Descartes, a través del uso correcto de la razón se llega a ideas certeras, indudables.
Ideas Innatas
Descartes explica que el conocimiento tiene su origen en ideas innatas, que según él son aquellas que nacen con uno mismo y constituyen parte de su naturaleza, y por tanto, son las únicas que proporcionan fiabilidad. Descartes, a su vez, clasifica las ideas en:
- Adventicias: Las que muestran los sentidos, por lo que su realidad y fiabilidad es puesta en duda ya que se duda de los sentidos.
- Facticias: Las inventadas o producidas por uno mismo, combinando diversas ideas, por lo que su realidad y fiabilidad carecen de valor ya que son una simple ficción producida por la imaginación.
- Innatas: Las que nacen con el individuo y son fuente de conocimiento fiable.
Descartes menosprecia la información que proviene de los sentidos, pues duda de estos, y en su lugar defiende el innatismo.
Duda Metódica y Método Cartesiano
Para llegar al conocimiento, Descartes propone la duda metódica, que consiste en eliminar todas las opiniones y falsas creencias derivadas de la educación recibida para poder comenzar de nuevo desde los fundamentos y así, poder establecer alguna cosa firme y constante en las ciencias. Posteriormente propone el método cartesiano, que cuenta con 4 reglas:
- Enunciación del criterio de verdad: Se debe aplicar la intuición, a la cual Descartes concibe como una especie de “luz natural” de la razón mediante la cual capta de manera inmediata un concepto simple. Es una verdad que la razón concibe clara y distintivamente, que se impone (evidencia) y en la cual no hay posibilidad de duda (proporciona certeza absoluta).
- Análisis: Dividir los problemas complejos en partes más simples.
- Síntesis deductiva: Se debe aplicar la deducción, en la que se parte de las certezas obtenidas por intuición y se basa en la memoria, para de manera mediata ir captando por intuición las conexiones entre unos conceptos simples y unos otros en un movimiento continuo de la razón.
- Enumeración: Revisar cuidadosamente todos los pasos del razonamiento para evitar errores.
Descartes explica que se puede llegar a un conocimiento absoluto, a una certeza, si se aplica de manera correcta el método cartesiano.
Dogmatismo y Tipos de Conocimiento
Descartes es dogmático, puesto que defiende que existe conocimiento indudable y absoluto en las verdades de la razón. No obstante, el conocimiento relacionado con la sustancia extensa es limitado ya que intervienen los sentidos. Por tanto, explica que se parte de una única evidencia: que se tienen ideas en la mente (idealismo cartesiano) y, de estas, únicamente las cualidades primarias reflejan fielmente el ser de las cosas (realismo moderado).
Los dos tipos de conocimiento correcto según Descartes son la deducción y la inducción, que acabarán proporcionando certeza si se aplican de manera correcta.
Descartes explica que aquello que la razón concibe clara y distintivamente será verdadero, es decir, defiende que se puede conocer la realidad tal y como es.