Ética de Kant
Immanuel Kant, un destacado filósofo alemán del siglo XVIII, propuso una ética fundamentada en la autonomía moral, donde la voluntad individual es la única instancia para establecer normas. Contrapuso las éticas heterónomas, que derivan los principios éticos de fuentes externas como la religión o la cultura, con las éticas del deber, que se basan en la razón práctica del individuo.
En su ética, Kant distinguió entre éticas materiales, que evalúan la moralidad de una acción según sus consecuencias, como el utilitarismo, y éticas formales, como el imperativo categórico, que enfocan la moralidad en la intención de la acción.
Los imperativos categóricos, universales e incondicionales, son los verdaderos imperativos morales para Kant. Estos dictan principios que pueden aplicarse como leyes morales universales en todas las situaciones. Kant sostiene que solo las acciones realizadas por respeto al deber son moralmente buenas, mientras que las realizadas por interés o miedo carecen de valor moral.
Según Kant, la voluntad es el motor de la acción moral, y esta es buena cuando se realiza por el deber mismo. Por lo tanto, Kant defiende una ética autónoma, donde cada individuo se rige por sus propios principios, en contraposición a las éticas heterónomas que se basan en fuentes externas.
En resumen, Kant postula que la moralidad de una acción reside en la intención detrás de ella, y que las acciones deben seguir principios que puedan aplicarse universalmente, independientemente de las circunstancias individuales.
Ética de Aristóteles
La teleología, para Aristóteles, se refiere a la idea de que todos los seres naturales están dirigidos a un propósito o un fin (en griego,»telo»). En el cosmos hay constantes movimientos y cambios, ya que las cosas buscan su finalidad. Cada cosa que se realiza tiende a transformarse hasta alcanzar su forma completa, hasta alcanzar su fin. Este momento potencia se desarrolla hasta ser en acto, conseguir la plenitud, como cuando la semilla se convierte en un sano y fuerte árbol.
Tras entender la visión sobre la naturaleza y el propósito de las cosas, Aristóteles se pregunta cual es el fin del ser humano, puesto que este también forma parte del mundo natural.
Aristóteles presupone que el bien supremo que perseguimos todos los seres humanos por naturaleza es la felicidad (eudaimonia). Así es cómo surge el eudemonismo. Según Aristóteles, el ser humano es plenamente feliz cuando desarrolla el modo más perfecto posible de sí mismo. cuando desarrolla su potencia. Al igual que los animales, los humanos nos nutrimos, sentimos, etc., es decir, realizamos las actividades básicas, sin embargo aquello clave que nos diferencia es la razón. Por tanto, Aristóteles afirma que para realizarse como hombre óptimo y alcanzar la felicidad habrá que desarrollar la razón.
Para ello, Aristóteles enfatiza en desarrollar la excelencia, lo que llama»virtude» como forma de desarrollar todo el potencia y alcanzar esa finalidad. Él distingue tres clases de vida: la vida del placer, la política y la vida filosófica. Dentro de estas, considera que las más importantes son las del alma, es decir, aquellas que se refieren a la razón de la persona, y así la vida filosófica será la excelente.
Existen distintos tipos de virtudes. Por un lado, las virtudes dianéticas o intelectuales, son aquellas que tienen como fin desarrollar el intelecto al máximo potencial. Para Aristóteles, estas virtudes representan la máxima perfección del hombre, y consisten en desarrollar el conocimiento, llegar a comprender los principios de la realidad De manera que, como es lo propio de la razón, también será lo propio del hombre y allí hallará su felicidad.
Entonces, Aristóteles entendió que no todos sirven para eso, no todos se sienten atraídos/por el intelecto pese a que ahí esta el secreto de la felicidad. Por ello, buscó otra forma de alcanzarla, para que todos puedan llegar a ese estado, y así surgieron las virtudes éticas y morales. Estas virtudes se centran en la práctica, que se basa en la regia del término medio, que consiste en mantener las emociones, sentimientos y deseos en un término medio, evitando los extremos, los vicios: el exceso y el defecto. Por ejemplo, la amistad es el término medio entre el odio (defecto) y la adulación (exceso)
Ética de Platón
Las ideas políticas de Platón (libro» la Repúblic») se basan en un idealismo político, que consiste en estipular las condiciones ideales del estado. Lo opuesto al empirismo político que se basa en la práctica y una visión realista. Platón imaginó un estado ideal, una utopía. Este estado es una armonía entre las aptitudes ciudadanas y las necesidades de la sociedad. Platón afirma que las capacidades de las personas cubren las necesidades de la sociedad (Ejemplo: yo te ayudo y tú me ayudas, las capacidades se complementan entre sí).
Para Platón, el estado perfecto necesita tres clases sociales: los productores (agricultores, artesanos), los guardianes (ejército, tarea de defensa) y los filósofos-gobernantes, es decir, aquellos que son intelectualmente potentes, los sabios y que merecen el gobierno porque son quienes conocen qué es la justicia y el bien.
Además, Platón identifica la justicia como el principio fundamental de la organización social. En su estado ideal, la justicia no solo implica dar a cada uno lo que le corresponde, sino que también se refiere al bien común y al bienestar de toda la sociedad. La justicia es la armonía entre otras virtudes. La prudencia, que incluye a los gobernantes-filósofos encargados de buscar el bien común sobre sus propios intereses y deseos individuales. La valentía para los guardianes, y la templanza para los artesanos Esta armonía consiste en que cada uno cumpla con su función.
Epicureísmo y Estoicismo
A) Epicureísmo: su creador Epicuro dice lo más importante es el placer no se busca simplemente maximizarlo sino que trata de minimizar el dolor el sabio es aquel que sabe a qué placer es decir si y hasta donde estos placeres pueden ser suaves y duraderos más preferiblemente a que intensos y efímeros.
para calcularlos se dividen en tipos de deseos:
- Naturales y necesarios: necesidades primarias y biológicas comer beber y dormir. siempre hacen feliz al ser humano.
- Naturales y no necesarios: deseo de variar y obtener más placer ejemplo: satisfacer el apetito con un rico plato o dormir en La Mejor de las camas estos debe estos deseos debemos moderarlos.
- no naturales y no necesarios: el lujo riqueza fama. A estos deseos debemos renunciar pues no se sacian nunca
B) Estoicismo: su creador Zenón según los estoicos todo el universo está determinado por una ley o razón universal que todo lo controla y domina. el ser humano debe someterse a la necesidad de la naturaleza que consiste en la tranquilidad del ánimo y la imperturbabilidad (apátheia). Impasibles ante todo aquello que no depende de ellos. Su objetivo es comprender y aceptar lo que no se puede cambiar.
Santo Tomás
Santo Tomás de Aquino fue un teólogo, filósofo y sacerdote católico del siglo XIII que nació en Italia en 1225 y murió en 1274. Está considerado como uno de los más grandes pensadores de la Edad Media y uno de los principales exponentes del cristianismo.
Tomás de Aquino es particularmente reconocido por su obra monumental»Summa Theologic», que fue diseñada para sintetizar la teología cristiana y la filosofía aristotélica. En él, analiza una amplia gama de temas, desde la existencia de Dios y la naturaleza de la fe hasta la moral y la ley.
Santo Tomás de Aquino desarrolló una teoría del derecho que incluía tres tipos principales de derecho:
2DA EV
Todo nuestro conocimiento tendrá que partir de principios evidentes por lo que Descartes toma un camino más corto que es poner en duda las distintas procedencias del conocimiento. Comienza dudando de todo lo que viene de la experiencia. Por tanto, tomaremos provisionalmente como falsos todos los conocimientos que tenemos cuyo origen sea la experiencia. No hay elemento que nos permita diferenciar el sueño de la vigilia
Platón.
no puede venir de fuera, lo que otros nos cuenten sólo será para nosotros su visión de la realidad. Se trata de un proceso de descubrimiento personal en el que el maestro sólo puede servirnos de guía y conducirnos, pero no transmitirnos la verdad.
1EV:
LA FILOSOFÍA ( SÍNTESIS PUNTOS 1.1,2.1,3.1,3.2) El vocablo filosofía tiene su origen en el griego, compuesto de “filo””Philia” amor y “sophós” saber, de modo que se podría traducir como amor al saber o amor a la sabiduría. Parece que fue Herodoto quien utilizó por primera vez este término como verbo para dirigirse a Solón. Además, el historiador Diógenes Laercio, considera que fue Pitágoras el primero en llamarse a sí mismo filósofo cuando le preguntaron cuál era su profesión. Pitágoras argumentó que solo los dioses son sabios, de forma que un filósofo no es quien pose la verdad sino quien se siente atraído por ella. Por tanto, el filósofo es el amante del conocimiento, no quien se cree en posesión de la sabiduría, sino quien la busca. Aristóteles comienza la metafísica afirmando: “ todos los hombres desean por naturaleza saber”. El hombre desea el saber porque no lo tiene. Si el hombre fuera un Dios, ya lo sabría todo y por tanto no lo necesitaría, si fuera una bestia no sabe nada, pero tampoco lo necesitaría. El hombre desea saber por dos razones: en primer lugar, porque necesita conocer la realidad para saber a qué atenerse, necesita desentrañar el enigma que para él es la naturaleza. El animal actúa, se mueve y crece pero no es consciente de ello, mientras que el hombre vive y sabe que vive. En segundo lugar, el hombre quiere saber porque él mismo se siente un enigma. Los animales se rigen por instintos. Sin embargo, el hombre se ve obligado a hacer su vida con sus decisiones, está obligada a elegir. Porque su objetivo no es simplemente vivir, sino vivir bien y alcanzar la felicidad. El hombre es el único ser que se hace preguntas y busca respuestas. Estas respuestas le separan de la inconsciencia natural y le conducen a intentar aprehender la realidad para hacer la suya y ordenarla, de forma que forme parte de su mismo ser. Por ello, Aristóteles afirma que la filosofía nace de la admiración, la sorpresa o la perplejidad ante el mundo. Para asombrarse hace falta humildad para reconocerse como ignorante, como dijo Sócrates: “solo sé que no sé nada”, y una actitud crítica que no da nada por supuesto. lo más característico de la filosofía, es la actitud de indagación racional, que no se centra en las respuestas, sino en la búsqueda incansable. Platón y Aristóteles establecieron una cierta sistematización de los tipos de conocimiento. Siendo el nivel más bajo el saber de la experiencia, por encima la ciencia y en primer lugar la filosofía, siendo la más elevada por conocer las primeras causas y tener mayor universalidad. La filosofía busca un conocimiento global que integra distintos saberes y cuestiona las opiniones establecidas, requiriendo una actitud valiente y libre de prejuicios. A diferencia del conocimiento científico especializado, la filosofía indaga en los fundamentos y busca respuestas profundas. Aunque sea un saber que no busca utilidad, eso no le resta valor, la filosofía valora el saber por sí mismo. Aunque siempre inacabada,
esta búsqueda representa un continuo desafío. Por otra parte, la filosofía es una disciplina histórica, ya que responde a problemas específicos de cada época, influenciada por las condiciones sociales, culturales, económicas y personales. Para interpretar correctamente las aportaciones filosóficas, es crucial entender el contexto en el que fueron escritas. El ser humano es producto de su historia y hereda un conjunto de conocimientos e instrumentos culturales de generaciones anteriores, que sirven como punto de partida para nuevas ideas y realizaciones. De modo que la filosofía se construye sobre la tradición anterior, reinterpretándola y adecuándola a la realidad actual. Además, la única perspectiva filosófica errónea es aquella que pretende ser la única verdad. Es importante confrontar argumentos de diferentes épocas y sistemas filosóficos, aprendiendo de cada uno y utilizándolos para resolver preguntas contemporáneas. Asimismo, la filosofía, pese a ser una disciplina histórica, sigue siendo crítica y rigurosa en la actualidad. Aborda problemas clásicos como el sentido de la vida y la verdad, pero también se adapta a circunstancias contemporáneas. Es esencial para cuestionar la información, ideologías e injusticias, proporcionando una visión que complementa a la ciencia y la tecnología. La filosofía orienta racional y éticamente nuestra existencia, participando en comités éticos en diversas áreas. Por ello, nos ayuda a comprendernos, a actuar con sentido y a evaluar críticamente nuestra realidad, promoviendo un modelo de desarrollo que respete valores humanos.