Descartes
Descartes se propuso establecer una primera verdad indubitable como fundamento de todo conocimiento. Esta verdad, alcanzada mediante la duda metódica, se resume en la famosa frase cogito, ergo sum («pienso, luego existo»). Para Descartes, esta intuición es el punto de partida para construir un sistema deductivo que explique la realidad.
Descartes también distingue entre diferentes tipos de ideas:
- Ideas adventicias: Provenientes de la experiencia sensorial (ejemplo: un caballo).
- Ideas facticias: Creadas por la imaginación (ejemplo: un caballo con alas).
- Ideas innatas: Presentes en la mente desde el nacimiento (ejemplo: la idea de Dios).
Un concepto central en el pensamiento cartesiano es el de sustancia, que se refiere a aquello que existe por sí mismo y no necesita de otra cosa para existir. Descartes identifica dos tipos de sustancias:
- Sustancia infinita: Dios, cuya existencia Descartes demuestra a partir de la idea de perfección.
- Sustancia finita: Puede ser de dos tipos:
- Alma (res cogitans): Su único atributo es el pensamiento.
- Cuerpo (res extensa): Su único atributo es la extensión.
Para Descartes, cada sustancia posee un atributo esencial que la define. La existencia de Dios, como ser perfecto e infinito, garantiza la existencia y permanencia de las sustancias finitas a través de una creación continua.
Santo Tomás de Aquino
Razón y fe
Santo Tomás de Aquino creía en la armonía entre la razón y la fe. Argumentaba que la razón puede conducirnos a la comprensión de la existencia de Dios, haciendo que la fe sea lógica y racional. Si bien la razón puede acceder a ciertas verdades, los misterios divinos están más allá de su alcance, por lo que la fe es necesaria para comprenderlos plenamente.
A su vez, la fe complementa a la razón al proporcionar soluciones a problemas que la razón por sí sola no puede resolver. La fe en Dios como autoridad divina y fuente de verdad guía y fortalece la razón.
Para Santo Tomás, todo conocimiento comienza con la experiencia sensorial. A diferencia de San Anselmo, creía que la existencia de Dios no es evidente por sí misma y que es necesario demostrarla. Para ello, formuló las cinco vías:
- Vía del movimiento: Se basa en la observación del movimiento en el mundo y la necesidad de un primer motor inmóvil.
- Vía de la causalidad eficiente: Argumenta que todo efecto debe tener una causa y que debe existir una primera causa incausada.
- Vía de la contingencia: Se basa en la observación de que las cosas existen de manera contingente y que debe existir un ser necesario que explique su existencia.
- Vía de los grados de perfección: Argumenta que los grados de perfección en el mundo implican la existencia de un ser perfecto que es la fuente de toda perfección.
- Vía del gobierno del mundo: Se basa en la observación del orden y la finalidad en el universo, lo que apunta a la existencia de un ser inteligente que lo dirige.
Platón
Ética y virtud
Platón sostenía que la virtud es esencial para alcanzar el conocimiento. La virtud permite al ser humano acceder al bien y a la justicia. Para Platón, la vida en sociedad es fundamental para el desarrollo moral del individuo.
Platón distingue tres tipos de virtudes:
- Sabiduría: Alcanzada a través del conocimiento de las Ideas.
- Purificación: Lograda mediante el control de las pasiones y la trascendencia del cuerpo.
- Armonía: Se alcanza mediante la justicia, donde la razón gobierna sobre las demás partes del alma.
Política
: lo que busca es trazar las bases de un gobierno perfecto, lo lleva a cabo en su obra La República. Platón hace una división del trabajo bajo 3 estamentos jerarquizados. La ciudad ideal es justa porque todos son virtuosos, se divide en la educación, eugenesia, abolición de la familia y la propiedad privada, igualdad de la mujer. La aristocracia es la forma mas perfecta, se fue convirtiendo en Timocracia dados el ansia del honor, lo cual degeneró en gobierno de tintes de oligarquía donde mandan los ricos hasta que llegó la democracia donde todos son iguales
Ortega: La frase de “yo soy yo y mi circunstancia” pertenece a su obra Meditaciones sobre el Quijote. Y los componentes de la circunstancia son: La circunstancia es el mundo vital. Donde vive el sujeto. Es el mundo físico, donde se da la historia, las sociedades, las culturas, El Yo se forma en su encuentro con el Mundo. El Mundo no es una realidad independiente del Yo. El mundo es lo que yo advierto, lo que capto, experimento según actúo en él. La circunstancia se comprende a lo largo del tiempo. Varía según la época. Estas son las bases del perspectivismo. Todo está determinado por la circunstancia. Y la vida es la realidad radical. Por tanto, lo verdadero es aquello que vivo en 1ª persona a mi manera. Pero para no caer en radicalismos como hizo Nietzsche, Ortega busca un equilibrio. Hay que aceptar el entorno en el que vivimos porque ahí se manifiesta el cuerpo, el alma, la mente, la cultura, los valores… La vida es la vida de cada uno. Y las categorías son: Vivir es saberse y comprenderse. La vida es nuestra vida. Vivir es encontrarse en el mundo. La vida es fatalidad. La vida es libertad. La vida es futurición. El error de esta teoría es que el subjetivismo es relativismo puro. Niega la posibilidad de verdades absolutas. Y el conocimiento se reduce a las apariencias Como toda teoría tiene un punto de verdad, el papel individual del individuo es cierto y él capta la realidad siempre de ese modo. Pero la realidad no solo es de la forma en la que la capta cada individuo. Se afirma así que la realidad es múltiple. Con respecto a las Creencias, Ortega distingue dos tipos de convicciones o pensamientos: Ideas: pensamientos que se nos ocurren acerca de la realidad. Las podemos describir, examinar, valorar y las sentimos como obras nuestras. Creencias: vivencias que pertenecen al pensamiento al igual que las ideas. Las creencias no se limitan solo al plano religioso, también están en el plano científico, filosófico… no son pensamientos explícitos a diferencia de las ideas. No llegamos a ellas como consecuencia de una actividad intelectual, se instalan en nuestra mente al interaccionar con el mundo.