MARX: El Problema del Ser Humano y la Crítica al Capitalismo
El Materialismo Histórico: La Esencia del Ser Humano
Marx critica la visión idealista que define al ser humano por su espíritu, una entidad eterna e inmutable. Propone entender al ser humano como un ser natural que se forma a través de la historia en su lucha por transformar la naturaleza mediante el trabajo. Este proceso productivo, realizado en colectividad, define la esencia humana.
El materialismo histórico analiza los sistemas productivos para comprender la historia y la esencia humana. Cada sistema se compone de:
- Fuerzas productivas: herramientas, tecnología, capital y fuerza de trabajo.
- Relaciones sociales de producción: relaciones entre los individuos dentro del proceso productivo.
Juntas, forman la base económica de la sociedad, sobre la cual se erige la superestructura ideológica: ideas, creencias e instituciones que justifican el sistema. Esta ideología dominante, proveniente de las clases dominantes, perpetúa la desigualdad.
Para Marx, la conciencia está determinada por las condiciones materiales, no al revés. La historia se transforma por la dialéctica de los sistemas productivos, no por las ideas. La lucha de clases entre privilegiados y desposeídos, mantenida por el Estado y sus leyes, es inherente a estos sistemas.
El cambio social surge cuando los desfavorecidos (el proletariado en el capitalismo) toman conciencia de su poder y establecen la dictadura del proletariado, un paso hacia la sociedad sin clases: el comunismo.
Crítica a la Sociedad Burguesa Capitalista
Marx analiza las contradicciones del capitalismo en su obra El Capital. La propiedad privada de los medios de producción por parte del capitalista, quien compra la fuerza de trabajo del obrero, genera explotación. El obrero, libre para vender su fuerza de trabajo por necesidad, se aliena de su trabajo y se convierte en un objeto productor.
El capitalista obtiene plusvalía al vender las mercancías por un precio superior a su costo de producción. El obrero, alienado económica e ideológicamente, sufre la dialéctica de clases. La alienación ideológica, impuesta por la clase dominante, perpetúa el sistema.
Marx prevé la caída del capitalismo por sus contradicciones internas, dando paso a la sociedad comunista. La dictadura del proletariado abolirá la propiedad privada, socializando los medios de producción. El socialismo, con su planificación económica centralizada, eliminará las clases sociales y distribuirá la riqueza según el trabajo y las necesidades.
NIETZSCHE: Crítica a la Cultura Occidental y el Superhombre
Crítica a la Cultura Occidental
En El nacimiento de la tragedia, Nietzsche cuestiona la superioridad de la Grecia clásica, valorando la Grecia arcaica por su comprensión de la dualidad de la realidad a través de Apolo (orden y razón) y Dionisos (caos e instintos). La tragedia griega reflejaba esta dualidad, aceptando la oscuridad de la vida.
La decadencia occidental, según Nietzsche, comienza con Sócrates y Platón, quienes priorizan la razón y el mundo de las ideas sobre lo corporal. El platonismo, con su dualismo, se convierte en un error dogmático que niega la vida. La moral judeocristiana refuerza esta negación.
Crítica a la Moral Judeocristiana
El cristianismo, inicialmente una rebelión, se convierte en una religión que niega la vida al abrazar el dualismo platónico y la sumisión a un Dios sobrenatural. Promueve una moral de esclavos basada en el resentimiento hacia lo superior, la obediencia, el sacrificio y la compasión.
Nietzsche critica la moral antivital que niega los instintos y el mundo natural. Propone una moral de los señores basada en el poder, la valentía y la excelencia, afirmando la vida en su totalidad.
Crítica a la Metafísica
La filosofía occidental había creído que los CONCEPTOS pueden desvelar al hombre la auténtica realidad, oculta a sus impotentes sentidos. Consideraba que para entender una realidad basta disponer de un concepto que exprese su ESENCIA, una definición fija y definitiva, universal. Según Nietzsche: en realidad no existen tales esencias. Cada objeto o ser, es absolutamente individual. Por ejemplo, la pregunta por la esencia de la Justicia no tendría sentido: lo justo o lo injusto depende de cada época y de cada cultura, es cambiante y diverso. Cierto que existe parecido entre objetos o seres de la misma especie, pero es nuestra razón la que establece esa comparación y extrae el parecido, fijándolo en un concepto inventado para el caso: los conceptos simplemente ordenan lo que a nuestros ojos es múltiple y disperso, FINGIENDO UN ORDEN FIJO no “revelan” ninguna supuesta esencia sublime. La RAZÓN inventa un mundo inmutable más allá del mundo físico y trata de justificarlo como real. Los conceptos son simplemente METÁFORAS con las que nos referimos a las cosas. De este error se alimenta precisamente la Metafísica. Este modo metafísico de comprender el mundo arranca con el PLATONISMO: la valoración positiva del mundo del espíritu y negativa de lo físico-corporal. La filosofía tradicional comienza con Platón, y Sócrates se inventan un mundo perfecto, ideal, absoluto, al que contrapone el desvalorizado mundo que se ofrece a los sentidos. ¿Y las ciencias? Los conceptos de las ciencias son instrumentos al servicio de la VOLUNTAD DE PODER de un grupo humano. La CIENCIA permite vencer el “terror” que genera la vida caótica y desordenada al ser humano, imponiendo cierto orden y, por tanto, cierto dominio (tecnológico) sobre ella. Para Nietzsche el valor de la ciencia está, por tanto, exclusivamente en su UTILIDAD, pues permite un mayor dominio y previsión de la realidad. VERDAD es lo que se muestra útil al hombre en su voluntad de dominio.
5. Propuesta filosófica de Nietzsche Nietzsche afirma vivir en la época del NIHILISMO: occidente ha perdido la confianza en los VALORES ABSOLUTOS. La fe depositada en esos GRANDES IDEALES ya no sirven para dar el sentido a la vida (Dios, la Razón, el Progreso, la Ciencia o la Revolución) lejos de “liberar” a los hombres, los “esclavizan” aún más, pues ellos mismos interiorizan la renuncia a ser libres. El hombre occidental siente vivir en un mundo carente de un sentido último, la IDEA DE DIOS fue sustituida por otras con la misma intención: dar sentido a la existencia desde lo absoluto. Se pasó por tanto de la “creencia en la Nada (Dios)” a “no creer en nada (absoluto)”. Nietzsche denomina a esta situación la “MUERTE DE DIOS”. La creencia en Dios ha muerto, y con ella toda creencia en entidades absolutas que den un sentido pleno a la existencia. Este “nihilismo pasivo” que renuncia a lo absoluto se ha convertido en una actitud también anti vital ya que los hombres no saben cómo afrontar el sinsentido de la existencia. Sin embargo, esta situación ya anuncia una nueva fase de la cultura occidental: aquella en que los hombres despojados de toda cadena sobrenatural, comiencen a “crear valores nuevos” que afirman la vida gracias a la aparición de un “nuevo hombre” que recupere la actitud valiente de los antiguos griegos. Se trata del SUPERHOMBRE, un hombre creador de una forma de vida superior a la actual que forje una nueva sociedad fiel a los valores vitales. La TRANSMUTACIÓN DE TODOS LOS VALORES es un momento necesario para el final de la caduca forma de vida tradicional y la aparición del superhombre. Nietzsche propone invertir radicalmente la tabla de valores existente para recuperar los valores que supongan un sí radical a la vida en su dimensión trágica. Para recuperar de nuevo la MORAL ARISTÓCRATA DE LOS SEÑORES. El SUPERHOMBRE creará una nueva moral nacida de la VOLUNTAD DE PODER como afirmación radical de la vida, de cada instante de la vida, hasta el punto de quererlo eterno o, lo que es lo mismo, vivido infinitas veces. El ETERNO RETORNO es el símbolo de una vida que se quiere a sí misma. Una vida cuyo destino no existe como algo previamente establecido, sino que se forja en la propia lucha consciente.