Inocencia del devenir
Nietzsche expone la idea de la inocencia del devenir, describiendo la vida como un constante cambio, donde se crea y destruye simultáneamente. Nietzsche rechaza el temor al cambio y la búsqueda de un mundo perfecto y constante, considerándolo absurdo. Para él, la vida es de continuo cambio y no puede ser culpado de nada, siendo inocente como el juego despreocupado del niño.
Dionisíaco
Nietzsche cree que hay dos valores opuestos que coexisten en la naturaleza humana y en la realidad: el espíritu apolíneo, que es racional, y el dionisíaco, que representa los valores vitales. Apolo representa la racionalidad y la armonía, mientras que Dionisio simboliza la pasión y lo irracional. Sócrates propone lo apolíneo en exclusión de lo dionisíaco, defendiendo la racionalidad absoluta. Nietzsche propone volver al origen de la cultura europea, antes de la influencia de Sócrates, para recuperar el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco, ya que cree que la civilización occidental ha ignorado lo dionisíaco en favor de lo apolíneo, y propone recuperar lo instintivo y vital.
Transmutación de valores
La transmutación es el cambio de valores, es decir, cosas que antes se consideraban malas y con el paso del tiempo son consideradas buenas e igual a la inversa. Esta ya existía antes de Nietzsche, quien creía que la transmutación es subjetiva. La propuesta de Nietzsche es cambiar los valores tradicionales por otros que promuevan la pasión, la intensidad y el valor en la vida, en lugar de la sumisión y la cobardía impuestas por Sócrates y la religión cristiana, ya que considera que estos valores son resultado de individuos resentidos y con deseos de venganza. Nietzsche utiliza la expresión «transmutación de los valores» para referirse a este cambio radical que propone.
Relación con otros filósofos
Nietzsche – Kant
Nietzsche y Kant tienen ideas muy diferentes sobre lo que está bien y lo que está mal. Nietzsche piensa que Kant, al enfocarse tanto en la razón y el deber, ignora lo que realmente nos hace felices y vivos, siendo como esclavos que se siguen reglas sin cuestionarlas, mientras que Nietzsche prefiere vivir libremente y disfrutar de la vida. Sin embargo, Kant cree que lo correcto está determinado por la razón y deberíamos hacer lo que es correcto sin importar lo que queramos.
Niega la distinción de Kant entre fenómeno y noúmeno o cosa en sí, ya que sólo existe el mundo verdadero, el mundo de las apariencias, el mundo para mí, no existe ninguna otra realidad por debajo de las apariencias. En resumen, en Nietzsche no existe un bien absoluto, mientras que Kant supone que sí existe el bien absoluto, aunque no lo pueda demostrar.
Nietzsche – Heráclito
Para ambos, el mundo siempre está cambiando, siendo algo natural y esencial, ya que veían en este cambio constante la verdadera esencia de la realidad. Además, ambos coinciden en que los sentidos son los que nos muestran este mundo. Sin embargo, cuando la razón intenta interpretar y fijar lo que perciben los sentidos, olvidando que la realidad está en constante movimiento, es cuando somos engañados.
Nietzsche adopta esta visión de ver la vida como un juego y un constante devenir, donde no hay verdades fijas sino solo transformaciones, resumido en la famosa idea de que «todo cambia, nada permanece» de Heráclito. Heráclito cree que hay una causa detrás del cambio que no conocemos porque cambia todo continuamente, pero que tiene que haber un motivo, mientras que Nietzsche no, Nietzsche piensa que es inocente, es decir, que no hay motivo. En resumen, Nietzsche ve en Heráclito un precursor de su propia filosofía, en la que el cambio constante y la falta de verdades absolutas son aspectos centrales.
Nietzsche – Platón
Platón cree en dos mundos: uno verdadero y otro aparente, ya que piensa que el conocimiento verdadero se obtiene a través de la razón, mientras que los sentidos nos engañan. Por otro lado, Nietzsche critica esta idea y afirma que la única realidad es la que percibimos a través de los sentidos. Por tanto, Platón sería dualista y Nietzsche monista.
En cuanto al conocimiento, Platón da más importancia a la razón, mientras que Nietzsche cree que los sentidos nos muestran la verdad desde nuestra perspectiva individual, sin necesidad de la razón. Moralmente, Platón defiende una moral basada en la razón y la búsqueda del bien y la verdad, mientras que Nietzsche sostiene que los valores morales deberían ayudarnos a vivir plenamente y a disfrutar de nuestros deseos físicos y emocionales.
Antropológicamente, Nietzsche propone un hombre vitalista y creativo, mientras que Platón habla de unión entre cuerpo y alma, donde el alma es preexistente e inmortal.
En resumen, Platón se centra más en la razón y lo trascendental, mientras que Nietzsche se enfoca en la experiencia sensorial y la afirmación de la vida terrenal.