Ontología y Perspectivismo en la Filosofía de Ortega y Gasset

PROBLEMA DE LA ONTOLOGÍA

Ortega caracteriza la “conciencia ingenua” como aquella actitud humana que se conforma con los datos sensibles inmediatos, objetivos, aislados. Frente a la conciencia ingenua, la actitud filosófica toma lo dado de manera problemática. Filosofar consiste en “buscar al mundo su integridad, completarlo en un universo de relaciones”. El hombre hace filosofía porque está desorientado y necesita saber por sí mismo, y no por otros, cuál es su relación con el mundo.

La Actitud Filosófica

Ortega caracteriza de manera detallada la “actitud filosófica”:

  1. Es el planteamiento de un problema con una radicalidad crítica absoluta.
  2. Sigue el imperativo de autonomía: la filosofía busca un método autosuficiente.
  3. Pretende el intento de abarcar todos los problemas en una comprensión universal y global.
  4. La filosofía es un conocimiento teórico, un conjunto de conceptos intersubjetivos.
  5. La filosofía será un discurso que desvele el ser de las cosas. Será una ontología.

Críticas al Realismo y al Idealismo

El filósofo avanza en su proyecto, revisando la tradición filosófica y criticando el realismo y el idealismo como principios filosóficos. Por realismo entiende, la interpretación de la realidad desde las cosas que prevalecen sobre el sujeto.

El positivismo del siglo XIX con su intento de reducción de las ciencias sociales a una sociología de “hechos objetivos y positivos”, está dentro de este paradigma. Husserl en algunas obras había censurado la “actitud realista, natural y positivista” y había propuesto la recuperación del cogito cartesiano. Ortega, influido por Husserl, indica que la razón realista nada dice sobre la singular realidad de la vida humana. Y es que el hombre no es una cosa más, el hombre utiliza los objetos para sus fines vitales, convive con ellos, los integra en su vida personal.

Ortega concluye que “el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia”. El idealismo, puso del lado del sujeto la “res cogitans” cartesiana. Para Ortega esta tradición comete en el fondo el mismo error que el realismo: la cosificación del continuo vital. La “cosa que piensa”, el sujeto cartesiano, es concebido como una sustancia con propiedades contra distintas a las propiedades de los objetos materiales.

La Influencia de Husserl: Objeto y Sujeto Intencional

Husserl en el siglo XX, subsana este error, con sus conceptos de “sujeto intencional” y “objeto intencional”. Husserl supone un mundo intencional, visto desde la nueva perspectiva de las relaciones. Las relaciones son el principio de su ontología, no las substancias-cosas. El a priori entre el sujeto y el objeto intencional está en la base de su filosofía. Ortega sigue la estela de la fenomenología husserliana y concibe la realidad como un devenir, un flujo continuo de relaciones.

Realidad Radical: Perspectiva, Circunstancia y Yo

Se ofrece una descripción inicial de la “realidad radical”, por medio de tres términos intencionalmente relacionados: “perspectiva”, ”circunstancia” y el “yo”. El autor comienza ubicando la “realidad radical” en la vida humana particular. No existe otra realidad más indubitable: ”El pensamiento es un fragmento de un sujeto determinado”. A continuación relaciona la vida, con el primero de los tres términos, la perspectiva: ”El ser definitivo del mundo no es materia ni es alma, no es cosa alguna determinada, sino una perspectiva”. El conocimiento de la realidad radical, de la vida, solo es posible desde un enfoque, una perspectiva. Esta es una pluralidad de enfoques, perspectivas, tantas como sujetos pueden pensarla.

El hombre sólo puede acercarse a la realidad, multiplicando los puntos de vista. Tenemos que asumir el perspectivismo de la vida. La noción expuesta de “perspectiva”, contiene el término “circunstancia”. La perspectiva de Ortega no es abstracta o ideal, está condicionada por la situación histórica de un determinado sujeto en el mundo. La circunstancia es el condicionamiento material de cada hombre. La “circunstancia” es modificada y modelada por el sujeto, el “yo”. El “yo” no solo recibe la circunstancia vital, también la transforma, pretende proyectarse en ella. Para Ortega la “realidad radical” es la propia vida. Esta es la proyección del hombre sobre el mundo y también la proyección del mundo sobre cada hombre.

Categorías de la Vida

Ortega completará la descripción de la ontología, establece seis categorías que reformulan su visión de la vida:

  1. Vivir es encontrarse en el mundo.
  2. En ese mundo vivir es ocuparse siempre con algo, convivir con algo.
  3. Al ocuparnos con algo, nos dotamos siempre de finalidades.
  4. Al darnos finalidades, ejercemos nuestra capacidad de decisión, es decir, nuestra libertad.
  5. Ortega dice que la vida es anticipación y proyecto.
  6. La vida es temporeidad que es biografía e historia personal.

La Razón Vital

La razón capaz de comprender la vida con las categorías ontológicas anteriores debe ser vital e histórica. El autor añade dos adjetivos más que permiten entender mejor la razón vital: es una razón abierta al problema, que se sabe en camino y es una razón a posteriori, es decir, que tiene en cuenta la situación y se abre a ella.

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