Dios, Ética y Sociedad en el Pensamiento de Nietzsche y Marx

Dios en Nietzsche

A continuación, se tratará el pensamiento de Nietzsche sobre el problema de Dios. Para ello es necesario remontarse a su primera obra “El nacimiento de la tragedia” donde expone la existencia de dos impulsos que se representaban en las tragedias griegas. Estos impulsos se representaban por el coro y el otro por el héroe. En la religión se representaban por Apolo y Dionisios. Apolo, representado por el héroe, suponía la ficción necesaria para poder sobrellevar la vida. Dionisios, representado por los coros, suponía la vida tal cual es, cruel y absurda. Estos impulsos para Nietzsche están en equilibrio y ayudaban a los griegos a afrontar la vida de manera sana. Sin embargo, este equilibrio se rompe con Sócrates y Platón, que negaron el elemento dionisiaco y crearon el Mundo de las Ideas, una visión apolínea para personas cobardes incapaces de afrontar la vida.

Para Nietzsche, hay dos fuerzas que componen a cada persona. Las fuerzas reactivas crean valoraciones negativas ante la vida y conforman una moral de rebaño. Las fuerzas activas crean valoraciones positivas ante la vida y conforman una moral de señores. En la actualidad hay una moral de rebaño o esclavos creada por Platón y Sócrates ya que en ellos dominan las fuerzas pasivas. El cristianismo recoge esta moral de esclavos. El cristianismo representa valores anti-vitales que restringen la capacidad del ser humano de crear su propio sentido de la vida volviéndolo sumiso y débil. Sin embargo, el hombre está matando a Dios. Dios es un concepto creado por el ser humano. Al decir que está matando a Dios quiere decir que la gente está dejando de creer porque es un concepto vacío y por los avances tecnológicos. Lo que lleva al hombre al nihilismo.

El nihilismo es la ausencia total de valores. Nietzsche utiliza este concepto para referirse a varias cosas que pueden resumirse en 3:

  1. El nihilismo religioso, representado por Sócrates y Platón, es responsable de la muerte de Dios ya que valora la nada.
  2. El nihilismo reactivo, representado por Schopenhauer, que reconoce que el sistema moral cristiano valora la nada. Le buscan sentido a la vida y no lo encuentran por lo que rechaza la vida.
  3. El nihilismo activo es propio de Nietzsche, afirma y reconoce que el mundo carece de sentido y somos nosotros los que debemos dárselo. La ausencia total de valores hegemónicos nos da la oportunidad de reconocer que somos creadores de sentido y cuando lo reconozcamos, seremos capaces de crear valores con los que buscamos afirmar la vida y quererla más.

La Ética en Nietzsche

A continuación, se tratará el pensamiento de Nietzsche sobre el problema de la ética. Para ello es necesario remontarse a su primera obra “El nacimiento de la tragedia” donde expone que los griegos conocen la vida tal cual es, pero no se entregan al pesimismo, sino que afirman la vida a través del arte. Ya que en la tragedia griega hay dos impulsos: el apolíneo y el dionisiaco, que aparecen unidas en equilibrio. Dionisios o el coro representa la verdad dolorosa que desgarra al individuo y Apolo, que es el héroe, la energía necesaria para sobrellevar la vida como la razón. Para Nietzsche esta estructura es sana porque se encuentra en equilibrio, hasta que Sócrates y Platón desestiman el elemento dionisiaco oponiéndolo al apolíneo. Esta oposición fue recogida por el cristianismo, lo que según Nietzsche crea una moral negadora de la vida.

Nietzsche utiliza el análisis genealógico para comparar nuestros valores y prejuicios actuales para contrastarlos con los del pasado. Distingue entre dos fuerzas que dominan al hombre. Las fuerzas reactivas son los valores negativos de los débiles que generan una moral de esclavos. Las fuerzas activas son los valores positivos que generan una moral de señores. Se plantea la transvaloración, con lo que se busca acabar con todos los sistemas de valores existentes y reconocer la creatividad humana para crear nuevos valores que afirmen la vida para enfrentar la moral de rebaño de Platón y Sócrates que predomina en nuestra sociedad. Sin embargo, Dios es un concepto creado por esta moral de rebaño. El hombre está dejando de creer porque ese mismo concepto que engloba Dios, son conceptos vacíos y por los constantes avances tecnológicos que hacen imposible su existencia. Lo que lleva al hombre al nihilismo. Para Nietzsche este concepto se refiere a varias cosas, pero se resume en 3:

  1. El nihilismo religioso, propio de Platón y Sócrates, es el responsable de la muerte de Dios ya que valora la nada.
  2. El nihilismo reactivo, propio de Schopenhauer, reconoce que el cristianismo valora la nada y le buscan sentido a la vida, pero no lo encuentran y rechazan la vida.
  3. El nihilismo activo es propio de Nietzsche y reconoce que la vida carece de sentido y somos quienes deben darle un sentido. Es decir, la falta de valores hegemónicos abre paso a un nuevo hombre consciente de su capacidad creadora de sentido.

Este tipo de hombre se denomina súper hombre y según Nietzsche está por llegar y que era un nuevo sistema de valores. Nietzsche relaciona este súper hombre con un niño porque es libre, no tiene miedos ni límites. Nietzsche propone el eterno retorno de lo mismo, una idea abismal que consiste en que vamos a revivir nuestra vida exactamente igual y el tiempo es circular. Hay dos interpretaciones, la ontológica y la moral. La ontológica consiste en la voluntad de poder, es decir, conseguir lo deseado sin tener en cuenta la razón. La moral consiste en tomar las decisiones con orgullo y responsabilidad ya que estamos condenados a repetir nuestra vida eternamente. El superhombre está dispuesto a vivir el eterno retorno y su vida.

La Sociedad en Marx

A continuación, se explicará el pensamiento de Marx sobre el problema de la sociedad. Para ello, es preciso explicar la concepción marxista del ser humano. Según Marx, el ser humano tiene 3 características positivas:

  1. Es una persona.
  2. Es libre.
  3. Es racional.

Marx rechaza la existencia de un ser superior y defiende que el hombre es libre y autónomo en su autorrealización. Sin embargo, en la realidad ese ser humano no se da debido a la alienación.

Marx toma el concepto de alienación de la filosofía hegeliana. La alienación sucede cuando algo pierde su esencia propia. Existen distintos tipos de alienaciones, pero Marx destaca la alienación económica que se da de 2 formas:

  1. La primera consiste en arrebatarle el producto al productor, que es quien ha puesto su fuerza y valor en el producto.
  2. La segunda consiste en convertir la fuerza del obrero en mercancía, es decir, el hombre es cosificado pues se empieza a ver como un producto.

Ambas formas benefician al capitalista. La alienación económica conduce a otro tipo de alienaciones. La alienación social consiste en la división de la sociedad en clases y la alienación política que es la división entre sociedad civil y estado. Además, hay dos alienaciones que son creadoras de ideología: la alienación religiosa, que consiste en la creación de ideas que ayudan a mantener la estructura económica alegando que si nos resignamos tendremos en compensación una vida mejor en el más allá, y la alienación filosófica, que consiste en interpretaciones falsas del mundo para mantener el orden. La ideología es un conjunto de ideas falsas de la realidad que ayudan a ocultar las alienaciones y evitar que el proletariado se revele, pues Marx piensa que el pensamiento del hombre es producto de la sociedad en la que vive y depende del sistema productivo que haya en la sociedad.

Marx crea una ciencia para criticar la ideología basándose en darse cuenta de que estamos inmersos en estas ideologías. Esta ciencia se llama materialismo dialéctico. Para Marx, el materialismo consiste en las distintas formas en las que el ser humano ha transformado la naturaleza para su propio beneficio. La dialéctica hace referencia a cómo estas formas de producción han ido sucediendo a lo largo de la historia. El proceso dialéctico tiene 3 pasos: tesis, antítesis y síntesis. La tesis es una realidad concreta en la que existen contradicciones, que cuando salen a la luz se crea una antítesis, movimiento contrario que se enfrenta al estado original. Esto se resuelve en la síntesis, donde se conservan elementos de la tesis y antítesis, pero ya no entran en conflicto. Se repetirá hasta que acabe la historia. Otros conceptos importantes son las fuerzas de producción, las relaciones de producción, el modo de producción y la revolución social.

Las fuerzas de producción son la capacidad de trabajo de los hombres. Las relaciones de producción son las relaciones entre proletarios, medios de producción y los productores. El modo de producción es el conjunto de infraestructura y superestructura. La infraestructura determina la superestructura. La infraestructura es el conjunto de las fuerzas productivas y relaciones de producción y la superestructura es el conjunto de ideas que configuran la conciencia y las estructuras jurídicas y políticas de las que se sirve la infraestructura. Por último según Marx la lucha de clases hace que la historia se mueva. La revolución social modifica y transforma las relaciones de producción establecidas mediante el socialismo, donde no habrán contradicciones y los medios de producción serán libres.

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