DV.Al
enfrentarse con estas alternativas Kant piensa que hay que oponerse
a Hume. En otras palabras, Kant mantiene que hay conocimiento
de cosas y causas reales y que el empirismo de Hume puede
considerarse
una posición gnoseológica incorrecta. El conocimiento
no consiste simplemente en recibir impresiones sensibles: para que
haya una impresión sensible tienen que estar presente, cómo
condición, ciertos elementos que no son ni proceden de impresiones
sensibles.Estas
condiciones no pueden descubrirse por medios empíricos, lógicamente.
Si estamos hablando de condiciones para la recepción de impresiones
sensibles, parece absurdo pensar que dichas condiciones
se puedan conocer a través de las impresiones sensibles.
Estas condiciones son, según Kant, a priori, es decir, condiciones
que se poseen en el conocimiento con anterioridad a la
sensación. Para entender bien esto hemos de estudiar la división
que Kant realiza de los juicios.Un
juicio o proposición, es decir, la afirmación o negación de un
hecho, puede ser acerca de lo que nos es dado mediante los sentidos,
en cuyo caso, el que el juicio sea verdadero o falso se decide
mediante la experiencia. «Todos los cuerpos son pesados» es
un ejemplo de tal tipo de juicio. Sólo podemos saber que este juicio
es verdadero después de habernos cerciorado mediante la observación
de que los cuerpos son, efectivamente, pesados. Prescindiendo
de toda observación no podríamos saber que los cuerpos tienen
peso.Hay
otro tipo de juicio que se caracteriza por su independencia
respecto a la observación. «Todos los cuerpos son extensos»
es
un ejemplo de este tipo: no necesitamos observar cuerpos para saber
que son extensos. Kant da el nombre de «juicio a
priori
» a
este tipo, mientras que al descrito en el párrafo anterior lo
denomina
«juicio a
posteriori«.Un
juicio o proposición consta siempre de sujeto y predicado.
El sujeto es la persona, animal o cosa de la que se dice algo, y el predicado es lo que se dice del sujeto. En el juicio «todos los cuerpos son pesados», el sujeto es «todos los cuerpos», el predicados es «pesados». La idea de «tener peso» o «ser pesado» no está intrínsecamente contenida en el concepto de «cuerpo«. Si pensamos en las características definitorias de lo que entendemos por «cuerpo» no hallaremos la de «tener peso». Par tanto, aunque fuera verdad que todos los cuerpos tuvieran peso, negarlo no sería caer en una contradicción lógica. Sin embargo, el predicado «extenso», «tener extensión», sí se encuentra intrínsecamente contenido en la idea de «cuerpo». No podemos definir lo que es un cuerpo sin introducir la idea de algo extenso, es decir, de algo que ocupa una cierta porción de espacio. Negar que los cuerpos sean extensos no sería simplemente decir algo falso, sino caer en una contradicción lógica. He aquí .una diferencia entre los dos juicios mencionados anteriormente cómo ejemplos de «a priori » y «a posteriori”: el juicio «todos los cuerpos son extensos» es un juicio necesariamente verdadero puesto que su negación supone contradecirse. El juicio «todos los cuerpos son pesados» puede que sea verdadero pero podría ser falso, es decir el predicado «pesado» no está intrínsecamente unido al sujeto «cuerpo».A un juicio cuyo predicado no este contenido necesariamente en el concepto del sujeto, Kant lo llama «sintético», mientras que a aquel cuyo predicado este necesariamente incluido en el concepto del sujeto, «analítico». Otros ejemplos podrían ser-analítico: «todos los solteros son no-casados»-sintético: “el azúcar es dulce»Hasta aquí encontramos, pues, dos clases de juicios:-juicios analíticos y a_priori
-juicios sintéticos y a posteriori
Hume ya aceptaba esta clAsíficación de los juicios, aunque utilizaba otras etiquetas: «proposiciones de razón» y «proposiciones de hecho». Si Kant no hubiese dicho nada más que esto respecto a la división de los juicios, hubiese estado de acuerdo con Hume en que cuando hacemos un juicio, una de dos, o hablamos de cosas observadas en la experiencia y en ese caso las afirmaciónes no encierran ninguna necesidad de verdad, o bien, hacemos afirmaciónes para las que no necesitamos de la experiencia, porque lo que simplemente hacemos en ellas es extraer analíticamente lo que ya se encuentra encerrado en el concepto del sujeto. En este caso, las verdades a las que llegamos sí son necesarias, pero no nos dan ningún conocimiento de la realidad, de los hechos; son sólo la expresión del análisis de un concepto de nuestro entendimiento.Kant afirma, sin embargo, que hay un tercer tipo de juicio que es a la vez sintético y a priori
. A esta clase pertenecen aquellos juicios en los que el predicado establece algo sobre el sujeto que no está intrínsecamente contenido en el concepto de este, algo que, sin embargo, no es dado simplemente por la experiencia El ser a prioripermite a estos juicios ser necesariamente verdaderos y no sólo verdaderos dehecho.El conocimiento no puede consistir ni consiste, según Kant, exclusivamente, en la recepción de impresiones sensibles, ya que cualquier juicio que parta de estas solamente, no podrá ser más que sintético y a posteriori, y, por supuesto, no podrá ser nunca necesariamente verdadero. Cómo hay juicios sintéticos y a priori, hay conocimiento que no procede exclusivamente de la experiencia, (y verdadero conocimiento, no sólo deducciónes analíticas). Kant reconoce que el conocimiento empieza con la experiencia, pero no procede exclusivamente de ella. Al decir esto, Kant quiere expresar que sin los datos aportados por los sentidos no se desarrollaría en absoluto nuestro conocimiento, pero que se necesita algo más que ellos para lograr verdadero conocimiento. Estomismo se puede expresar con otras palabras: aunque la experiencia sensible es una condición necesaria del conocimiento, no es una condición suficiente. Existen otras condiciones que nos son dadas a_priori, es decir, con independencia de la experiencia.
El sujeto es la persona, animal o cosa de la que se dice algo, y el predicado es lo que se dice del sujeto. En el juicio «todos los cuerpos son pesados», el sujeto es «todos los cuerpos», el predicados es «pesados». La idea de «tener peso» o «ser pesado» no está intrínsecamente contenida en el concepto de «cuerpo«. Si pensamos en las características definitorias de lo que entendemos por «cuerpo» no hallaremos la de «tener peso». Par tanto, aunque fuera verdad que todos los cuerpos tuvieran peso, negarlo no sería caer en una contradicción lógica. Sin embargo, el predicado «extenso», «tener extensión», sí se encuentra intrínsecamente contenido en la idea de «cuerpo». No podemos definir lo que es un cuerpo sin introducir la idea de algo extenso, es decir, de algo que ocupa una cierta porción de espacio. Negar que los cuerpos sean extensos no sería simplemente decir algo falso, sino caer en una contradicción lógica. He aquí .una diferencia entre los dos juicios mencionados anteriormente cómo ejemplos de «a priori » y «a posteriori”: el juicio «todos los cuerpos son extensos» es un juicio necesariamente verdadero puesto que su negación supone contradecirse. El juicio «todos los cuerpos son pesados» puede que sea verdadero pero podría ser falso, es decir el predicado «pesado» no está intrínsecamente unido al sujeto «cuerpo».A un juicio cuyo predicado no este contenido necesariamente en el concepto del sujeto, Kant lo llama «sintético», mientras que a aquel cuyo predicado este necesariamente incluido en el concepto del sujeto, «analítico». Otros ejemplos podrían ser-analítico: «todos los solteros son no-casados»-sintético: “el azúcar es dulce»Hasta aquí encontramos, pues, dos clases de juicios:-juicios analíticos y a_priori
-juicios sintéticos y a posteriori
Hume ya aceptaba esta clAsíficación de los juicios, aunque utilizaba otras etiquetas: «proposiciones de razón» y «proposiciones de hecho». Si Kant no hubiese dicho nada más que esto respecto a la división de los juicios, hubiese estado de acuerdo con Hume en que cuando hacemos un juicio, una de dos, o hablamos de cosas observadas en la experiencia y en ese caso las afirmaciónes no encierran ninguna necesidad de verdad, o bien, hacemos afirmaciónes para las que no necesitamos de la experiencia, porque lo que simplemente hacemos en ellas es extraer analíticamente lo que ya se encuentra encerrado en el concepto del sujeto. En este caso, las verdades a las que llegamos sí son necesarias, pero no nos dan ningún conocimiento de la realidad, de los hechos; son sólo la expresión del análisis de un concepto de nuestro entendimiento.Kant afirma, sin embargo, que hay un tercer tipo de juicio que es a la vez sintético y a priori
. A esta clase pertenecen aquellos juicios en los que el predicado establece algo sobre el sujeto que no está intrínsecamente contenido en el concepto de este, algo que, sin embargo, no es dado simplemente por la experiencia El ser a prioripermite a estos juicios ser necesariamente verdaderos y no sólo verdaderos dehecho.El conocimiento no puede consistir ni consiste, según Kant, exclusivamente, en la recepción de impresiones sensibles, ya que cualquier juicio que parta de estas solamente, no podrá ser más que sintético y a posteriori, y, por supuesto, no podrá ser nunca necesariamente verdadero. Cómo hay juicios sintéticos y a priori, hay conocimiento que no procede exclusivamente de la experiencia, (y verdadero conocimiento, no sólo deducciónes analíticas). Kant reconoce que el conocimiento empieza con la experiencia, pero no procede exclusivamente de ella. Al decir esto, Kant quiere expresar que sin los datos aportados por los sentidos no se desarrollaría en absoluto nuestro conocimiento, pero que se necesita algo más que ellos para lograr verdadero conocimiento. Estomismo se puede expresar con otras palabras: aunque la experiencia sensible es una condición necesaria del conocimiento, no es una condición suficiente. Existen otras condiciones que nos son dadas a_priori, es decir, con independencia de la experiencia.