Filosofía Comparada: Platón y Descartes


ONTOLOGÍA ¿Qué es lo que existe?


PLATÓN: La realidad son Ideas o Formas. El mundo auténtico no es el que vemos y tocamos (mundo sensible) sino el captado por la inteligencia, con la sola luz de la razón (mundo inteligible). Éste es el único universal, necesario e inmutable (idealismo). El mundo sensible es un ámbito de segundo orden, consecuencia del inteligible, del que recibe su existencia gracias a la participación.
Descartes: La realidad es la SUSTANCIA, subdividida en tres: pensante (el pensamiento), extensa (la materia) e infinita (Dios). El mundo sensible, físico (sustancia extensa) es reducido a cualidades primarias racionales y matematizables (extensión, forma, movimiento, …). La realidad, lo que llama “el mundo”, está formado por el conjunto de las sustancias extensas, cuerpo humano incluido. Así́ vemos que Descartes otorga al mundo físico una realidad no reconocida por Platón. Ahora bien, el mundo real de Descartes no es el mundo sensible platónico, sino el “mundo de la ciencia física”: todo lo matematizable, en cuanto que es objeto de conocimiento cierto, es real.

EPISTEMOLOGÍA ¿Cómo conocemos lo que existe?

PLATÓN: Indagación racional mediante la episteme (pensamiento) y la dianoia (inteligencia). Método dialéctico. Absoluto desprecio de los sentidos como fuente de conocimiento. Para Platón, del mundo sensible solo es posible una opinión, un saber no verdadero. Lo sensible sólo es útil como medio para recordar las Ideas que el alma racional había conocido antes de encarnarse en el cuerpo (innatismo). La verdad del conocimiento depende de la verdad de los seres (objetivismo), a cuyo conocimiento solo se llega a través del alma racional, pues los sentidos muestran una realidad aparente (Racionalismo). Descartes: El conocimiento de la realidad sustancial corresponde exclusivamente a la razón. El método cartesiano se inspira en el modelo de la física matemática y tiene un claro talante deductivista. -Descartes coincide con Platón al afirmar que el conocimiento más elevado es el inteligible, la ciencia. Igual que en Platón, las creencias y opiniones carecen de valor. -Para ambos autores existen las ideas innatas. No sólo eso, sino que en ambos sistemas juegan un papel muy importante: en Platón son el elemento central de su teoría de la reminiscencia, mientras que en el caso de Descartes son el punto de partida para una de las demostraciones de la existencia de Dios. La necesidad de Descartes de admitir las ideas innatas para justificar el mundo y la realidad está ya presente en Platón cuando admite la existencia de la verdad en el alma humana. -Ambos encuentran en las matemáticas una de sus ciencias predilectas. Para Platón es una forma de prepararse para el conocimiento de las ideas, y la dianoia, el conocimiento de los objetos matemáticos, es la forma de conocimiento que más se acerca a la dialéctica. Por su parte, Descartes encontrará en la matemática dos cualidades que la distinguen del resto de ciencias: la evidencia y demostrabilidad de sus verdades. La consideración de la matemática como paradigma de la ciencia casa muy bien con el ideal platónico y la leyenda que había a la puerta de la Academia: “Que nadie entra aquí́ que no sepa geometría”. -Como consecuencia de las dos semejanzas anteriores, se podría decir que tanto para Platón como para Descartes el conocimiento racional es superior al empírico. Desconfían de los sentidoscomo fuente válida de conocimiento ; solo la razón lo es. Quizá́s el desprecio por los sentidos esté mucho más marcado en Platón que en Descartes, pero es una cuestión de matiz comparándola con la superioridad que ambos asocian a la razón respecto a la experiencia. La desconfianza en los sentidos como fuente de conocimiento está ya en Platón con igual fuerza. – Probablemente, el punto de mayor distancia entre ambos, y que sitúa a Descartes como un fílósofo moderno, de la Edad Moderna, sea su apuesta por un enfoque “subjetivista” de la verdad, heredero del humanismo y antropocentrismo. El criterio de verdad cartesiano es la certeza: será verdadero lo que la razón perciba con claridad y distinción. Es el sujeto quien determina cuándo estamos ante un conocimiento verdadero. Sin embargo, en Platón, el enfoque es “objetivista”. El conocimiento es verdadero si es conocimiento de Ideas, es decir, de seres verdaderos. Por tanto, entre el sujeto y objeto conocido, en Platón el elemento clave es el objeto conocido, mientras que en Descartes, lo es el sujeto. – El método cartesiano como vía de acceso a la verdad es comparable al “amor platónico” y a la dialéctica, a ese camino-escalera hacia el mundo ideal, el único verdadero. – La verdad única, incuestionable, eterna y accesible a la razón humana se parece mucho a la Idea del Bien platónica.

ANTROPOLOGÍA ¿Qué es el hombre?

PLATÓN:
Dualismo radical alma-cuerpo. Para el dualismo antropológico platónico, la verdadera identidad del ser humano es su alma, de estructura tripartita. El alma racional, que es inmortal, es la fuente del verdadero conocimiento. Para alcanzarlo tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos. Así́, la vida se convierte en un camino de separación de lo sensible. El cuerpo es la sede de las pasiones, del error, la cárcel del alma, el que impide a ésta alcanzar el verdadero conocimiento. Hay que renunciar drásticamente a él. Descartes: También participa del dualismo alma-cuerpo y comparte, aunque con menos radicalidad, las ideas de Platón. Para él el hombre es un compuesto de dos sustancias completamente separadas (pensante y extensa) que sólo interaccionan a través de la grándula pineal. Como en Platón, el alma racional, la sustancia pensante, es inmortal y la que define al ser humano. Por eso, la aplicación del método también exige un entrenamiento, un ascetismo, una lucha contra los sentidos. El sometimiento de los apetitos a la razón, la sumisión de las pasiones al intelecto es la garantí́a de la libertad humana.

ÉTICA ¿Cómo debemos comportarnos?

PLATÓN: Hereda el Intelectualismo moral de Sócrates. El conocimiento es virtud, el vicio es ignorancia. Quién conoce el bien no puede obrar injustamente.
Descartes: Participa del intelectualismo moral. Aunque provisionalmente añade un convencionalismo conservador y una concepción de la moral de tintes estoicos, Descartes persigue una doble finalidad que recoge el título del “Discurso” (“Discurso del método para dirigir adecuadamente la razón y buscar la verdad en las ciencias”): dirigir su razón (finalidad práctico- moral) y encontrar la verdad en las ciencias (finalidad teorética). Por otro lado, al establecer el “árbol de las ciencias”, afirma que la moral es la última y más elevada de ellas. Por tanto, la finalidad última del proyecto cartesiano es elaborar una moral basada en principios ciertos, de tal modo que siempre sepa cómo conducirse y qué decidir. La semejanza con el pensamiento platónico es evidente: el objetivo último del ascenso del filósofo es conocer el Bien, para así́ vivir conforme a él.


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