Platón fue un filósofo griego del siglo IV, alumno de Sócrates y a su vez maestro de Aristóteles.
La teoría del conocimiento es una de las teorías planteadas por Platón, partiendo de una serie
de teorías que había dejado inacabadas Sócrates. El interés de Platón en el desarrollo de su
teoría es simplemente político, para la polis, la ciudad.
Platón nos plantea su teoría del conocimiento fundamentalmente en su libro La República.
Para Platón, el auténtico conocimiento es infalible, trata sobre lo real, por este motivo explica
en si teoría del conocimiento o gnoseología, que según el objeto que el sujeto considere real,
estará en un estado u otro de conocimiento. Esto es el objetivismo platónico, el cual aparece
aplicado de manera cosa en el Símil de la línea, el cual nos cuenta que, cuando el sujeto
considera reales los objetos sensibles, se encuentra en un estado de doxa, de opinión, de
ignorancia; por otro, cuando el sujeto considera reales los objetos inteligibles o las ideas, se
encuentra en un estado de episteme, de máximo conocimiento, de sabiduría. Dentro de esta
primera división, encontramos dos subdivisiones: en la doxa vemos una división entre la
eucasia, punto en el que el sujeto esta en un estado de máxima ignorancia, y la pistis, un
escalón más arriba pero no deja de estar en un estado de ignorancia y opinión. Dentro de la
episteme, vemos que por un lado esa la dianoia, puto en el que el sujeto considera reales los
objetos matemáticos, conoce las ideas matemáticas y, por otro lado vemos la noesis, aquí es
donde el sujeto está en un estado máximo de conocimiento y considera a las ideas como
auténtica realidad.
Vemos que entre el conocimiento de los objetos y el conocimiento de las ideas hay muchas
similitudes, pero también hayamos diferencias claras: mientras que en las matemáticas se
parte de axiomas, verdades indudables, en la filosofía no se usan este tipo de elementos. Las
matemáticas también, a veces, se ayudan de objetos sensibles para explicarse, la filosofía en
cambio no. Otra característica es la pluralidad de los objetos matemáticos, mientras que las
ideas son inmutables, tal como aparece explicado en el mito de la caverna.
Secundariamente y en relación con la teoría del conocimiento, tenemos la teoría de la
realidad, conocida en Platón como la teoría de las ideas. Esta teoría, que choca frontalmente
con el relativismo sofista, divide la realidad en dos mundos, el mundo sensible y el mundo
inteligible. El mundo sensible sería aquel que se capta por medio de los sentidos, aquel cuya
realidad es particular y cambiante. El mundo inteligible es aquel en el que se pueden conocer
las ideas, constituido por entidades absolutas, inmutables, independientes y universales, sólo
pueden ser conocidas mediante la razón. El término universal en esta teoría, se refiere a que
estas entidades o ideas sin iguales para todos, para todas y para siempre.
>> Platón ve las ideas como algo transcendente, no queriendo decir que sin independientes,
que tienen una realidad independiente, su trascendencia significa que no cambian como los
objetos sensibles. Platón califica también las ideas como objetivas, es decir, que no dependen
del sujeto, incluso si el sujeto no existiera las ideas seguirían existiendo.
Platón plantea también una jerarquización en lo que son las ideas, así aquellas ideas que
proporcionen un conocimiento más verdadero serán las ideas más importantes. Vemos así que para Platón las ideas más importante es la idea de Bien, la cual abarca toda la realidad, es la
idea que proporciona un máximo conocimiento. La idea de Bien aparece bien explicada en el
Símil del Sol. El Sol en este caso, que representa la luz también, sería la representación de la
idea de Bien. También podemos ver la explicación de esta teoría en el mito de la Caverna:
correspondería con la última fase del Mito, donde la visión directa del Sol vendría a ser como
la observación de la idea de Bien, el alcance al máximo conocimiento.
En el símil de la Línea también vemos un ejemplo explicativo de lo que es la idea de Bien: lo
hayamos en la última parte del Símil, momento en el que el sujeto se encuentra en un estado
de Noesis, conoce las ideas y las considera auténtico conocimiento.
Estas teorías, la del conocimiento y de la realidad, están planteadas con el fin de crear una
teoría política, en la que Platón jerarquiza la sociedad y considera que los filósofos son quienes
deberían gobernar la polis, la ciudad. No podemos comprender la teoría política de Platón sin
antes hablar del intelectualismo ético, una teoría creada por Sócrates y desarrollada
posteriormente por Platón. Esta teoría explica que hay una relación clara entre conocimiento y
virtud, y entre ignorancia y vicio, y a su vez, una clara diferencia entre estas relaciones. El
conocimiento o la virtud, actuarán en representación de las buenas personas, por otra parte, la
ignorancia y el vicio formarán parte de las malas personas. Para Platón, las únicas personas
que pueden llegar a ser buenas personas, son los filósofos, ya que ellos conocen el auténtico
conocimiento, además conocen ideas como la de Bien o la de Justicia, fundamentales para
poder gobernar la polis. Aparte tenemos la dialéctica descendiente y la ascendiente, dos
partes de una misma teoría que aparece bien explicada en el Mito de la Caverna. Ascendiente
porque se pasa a un estado de ignorancia hasta uno de máximo conocimiento. El término
descendiente se explica con que, el filósofo, después de haber recibido una buena educación
por parte del estado, después de llegar a ese estado de máximo conocimiento debe pasar a
gobernar la polis, debe ser el guía de la ciudad y sus habitantes (teoría educativa). Debe
descender de ese estado de paz que proporciona el estar en ese estado de noesis para guiar a
la polis, para gobernarla.
Por lo tanto, queda así explicado lo que es la teoría del conocimiento, además de sus
complementos adyacentes y la finalidad que tiene. Queda claro que para Platón el auténtico
conocimiento son las ideas y que por consiguiente, el mundo inteligible es el que él considera
real.
Relación:
En relación con Platón, hayamos a Parménides. Platón coincide con Parménides en
cuanto a su concepción del ser como inmutable. Para Parménides el ser es invisible, único y
atemporal y Platón aplicara las características de este filósofo a las ideas del mismo inteligible.
Así mismo, ambos filósofos defienden un claro dualismo antológico, pues dividen en dos
versiones la realidad: mundo aparente-mundo sensible y mundo verdadero-mundo inteligible.