Teoría Política de Locke
Locke, parte en su teoría política del estado de naturaleza como la situación previa en la que los hombres se encontraban con anterioridad a otorgar su consentimiento para entrar a formar parte de la sociedad. Tiene una visión menos radical que Hobbes y más positiva, además de realista, de la naturaleza humana.
Sostiene que en el estado de naturaleza los hombres son libres, iguales e independientes, frente al teórico del origen divino de los reyes. Rechaza la teoría de la sujeción natural de los hombres. Además, el estado de naturaleza es un estado de libertad. Los hombres están sujetos a la ley natural, una ley moral universalmente obligatoria, promulgada por la razón humana y que no es sino el reflejo de Dios y de su relación con los hombres. La ley moral natural enseña a los hombres que son libres e iguales, que gozan de una serie de derechos y unos poderes. Los derechos a los que se refiere son la igualdad, la libertad, el derecho a la propia conservación y el derecho a disponer de la naturaleza para subsistir, el deber de no dañar a otro en su vida, etc. Él se inclina más por el derecho de propiedad, derecho que ya existe en estado de naturaleza, y el fundamento de la propiedad es el trabajo, por lo tanto, el trabajo es lo que saca algo de la titularidad común de todos los hombres y lo convierte en individual de un solo hombre. La propiedad privada no solo está extendida a los frutos o las tierras, sino también al dinero. También cree que hay un derecho natural a heredar la propiedad, de esta forma expresa la mentalidad de los propietarios Whigs. Además, para Locke los individuos tienen unos poderes, como es el de legislar, es decir, de fijar el contenido de la ley, y el de poder castigar, para defenderse contra las agresiones a la ley y a los derechos naturales. El estado de naturaleza conlleva algunos inconvenientes porque no garantiza que la ley sea respetada por todos, no está escrita y puede ser distintamente interpretada por unos y otros. Que el castigo no se lleve a cabo, de todas formas, finalmente se impondría la fuerza a este estado.
Contrato Social
Todo esto hace que los hombres tengan que organizarse en una sociedad civil. Para Locke, la tendencia social del hombre es natural o incluso de origen divino, confiando más que Hobbes en la capacidad de asociación del ser humano. Señala que el único fundamento legítimo para la constitución de una comunidad civil es el consentimiento libre y voluntario de los individuos. Eso, y solo eso, es lo que saca a los hombres del estado de naturaleza, colocándolos en una comunidad política. Las teorías del contrato social fundamentalmente están preocupadas por los derechos más que por otra cosa, porque al asociarse los hombres a una comunidad política renuncian a aquellos poderes que detentaban en estado de naturaleza y los delegan en la sociedad. Por eso el contrato incluye una cesión de poderes, pero los derechos no entran en él.
Establece una división de poderes intentando evitar la concentración de poder, porque podría desembocar en un abuso de este. Propone la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y federativo. El poder legislativo es el poder supremo y del que derivan todos los demás, estando únicamente el pueblo por encima de él. Elabora las leyes y fija el castigo para las infracciones cometidas. No es un poder absoluto, está ordenado a la consecución del bien del pueblo y al respeto a la ley moral. Se rige la sociedad por la ley positiva (aspira a encontrarse con la ley natural). El poder ejecutivo se encargará de la ejecución de las leyes, mientras que el federativo se encargará de las relaciones de la comunidad con el exterior. Deben pactar los individuos y el monarca parlamentario, y así la sociedad civil ya estaría constituida y el gobierno también, y todos están sometidos a ella. Basta con la elección de la mayoría.
Crítica a la Monarquía Absoluta
Locke defiende que los hombres no pueden ceder sus derechos naturales a ningún poder, dado que les han sido cedidos por Dios y este sería su único propietario, sería ir contra la ley natural y entregar la propia vida y los propios bienes a un monarca absoluto que pudiera usar y abusar de ellos ilimitadamente. Para Locke, el contrato social originario es doble: por un lado, se constituye una comunidad legítima y, por otro, se crea un gobierno, si el gobierno dejara de ser legítimo o no lo es desde sus inicios, porque su disolución no significa terminar con el pacto social ni con la sociedad constituida. La sociedad civil surge para remediar los inconvenientes del estado de naturaleza y proporcionar a los hombres una vida cómoda, segura y pacífica, cuyo fin último es la salvaguardia del derecho de propiedad, uno de los derechos que la monarquía absoluta no respeta. En definitiva, el fin de la política debería ser la búsqueda de la felicidad.