La Circunspección y el Método en Descartes
Circunspección: Descartes hace referencia a la actitud de prudencia mental que, en el camino del razonar, evita cualquier precipitación o falta de fundamento a la hora de enjuiciar. Descartes dice en el texto: “tomé la resolución de usar tal circunspección en todas las cosas que aunque avanzase muy poco, al menos, me cuidaría al máximo de caer”. Con ello, lo que quiere manifestarnos es que, en el camino del conocimiento, es preferible avanzar lentamente pero con seguridad, a hacerlo precipitadamente y cayendo frecuentemente en el error.
Método: Se alude, en general, al camino que conduce a la adquisición del conocimiento de alguna cosa. Descartes considera necesario encontrar un método (un camino) que permita “conseguir el conocimiento de todas las cosas de las que mi espíritu fuera capaz”. Descartes piensa que ese método tiene que ser aplicable a todos los dominios del saber y del obrar. Además, tiene que ser uno: el método racional, puesto que la razón es también una (todos los seres humanos participan de la razón y del sentido común; todos son seres racionales).
El método cartesiano consta de 4 reglas de fácil aplicación, mediante las cuales, si las seguimos fielmente, alcanzaremos infaliblemente la verdad. El fundamento del método es la evidencia: no debemos admitir como verdadero ningún conocimiento que no resulte evidente o que no haya sido deducido de alguna evidencia previa.
La Búsqueda de un Método para el Conocimiento Verdadero
La temática planteada en el texto es la necesidad de encontrar un método que sirva de guía en la búsqueda de los conocimientos verdaderos. Descartes nos muestra en este texto una cierta desconfianza ante los conocimientos adquiridos hasta entonces, y parece haber tomado la decisión de transitar solo el camino del saber, avanzando lentamente y con mucha prudencia, cuidándose al máximo de no caer en el error. Sin embargo, dice también que en principio no quiere rechazar por completo aquellas opiniones que hubiesen podido deslizarse entre sus creencias sin haber sido asimiladas racionalmente hasta que no haya encontrado el verdadero método de la investigación, el método que le permitirá conseguir el conocimiento de todas las cosas de las que su espíritu fuera capaz.
El Objetivo de Descartes: Una Filosofía Científica
El objetivo principal de Descartes es encontrar un método que le permita construir una filosofía científica, cuyos conocimientos tengan el mismo grado de certeza y evidencia que los de las matemáticas. Lo primero que hará Descartes será buscar un criterio de verdad para su método de investigación, criterio que encontrará en las propias matemáticas. Observa que lo que garantiza la verdad de todos los conocimientos en matemáticas es la evidencia intuitiva. Así que hace de la evidencia su criterio último de verdad. ¿Pero qué es lo que entiende Descartes por evidencia? Una propiedad de las ideas que es captada de forma intuitiva por nuestro entendimiento y que hace que esas ideas nos parezcan absolutamente ciertas. Certeza es el estado psicológico provocado por «aquello que no se puede dudar». La evidencia se nos da siempre en una intuición y es una propiedad de las ideas simples. Pero la mayoría de las ideas de nuestro entendimiento son ideas complejas, por lo que para alcanzar su evidencia, hay que proceder, primero a su análisis, hasta descomponerlas en todas las ideas simples que las constituyen. Posteriormente, hay que hacer una síntesis o recomposición del todo, uniendo sucesivamente las diferentes ideas simples conocidas por intuición, con lo que al final, como vamos saltando de intuición en intuición, de evidencia en evidencia, tendremos la evidencia de la totalidad compleja. Durante todo el proceso de análisis-síntesis, Descartes recomienda hacer constantes enumeraciones.
Podemos decir que el método cartesiano consta de 4 reglas:
- Evidencia
- Análisis
- Síntesis
- Enumeración
Relación con la Filosofía de Platón
Ontología:
Platón: Dualismo ontológico. La realidad verdadera es el ámbito inteligible, el mundo sensible es un ámbito de segundo orden, consecuencia del inteligible, del que recibe su esencia gracias a la participación.
Descartes: Dualismo ontológico, es semejante al platónico. La realidad se divide en sustancias extensas y sustancias pensantes. Sin embargo, Descartes reconoce al mundo físico una realidad no reconocida por Platón: todo lo materializable, en cuanto que puede ser objeto de conocimiento cierto, es real. El mundo real de Descartes no es un mundo físico, sino el «mundo de la ciencia física». También se distancia de Platón en la relación entre ambos mundos: Platón estableció la participación, y para Descartes extensión y pensamiento son dos mundos separados que solo en el hombre entran en contacto.
Gnoseología:
Platón: Del mundo sensible solo es posible una opinión. Este solo es útil como medio para recordar las ideas que el alma racional ya había conocido. La verdad del conocimiento depende de la verdad de los seres, a cuyo conocimiento solo se llega por el alma racional; los sentidos muestran una realidad falsa.
Descartes: Coincide con Platón en afirmar que el conocimiento más elevado es el inteligible, la ciencia. Igual que Platón, las creencias y opiniones carecen de valor. También desconfía de los sentidos como fuente válida de conocimiento, pero reconoce que hay otras fuentes con otros orígenes.
Antropología:
Platón: Dualismo antropológico. La verdadera identidad del hombre es su alma, de estructura tripartita. El alma racional es la fuente de verdadero conocimiento.
Descartes: Asume, desde otros supuestos, un dualismo antropológico cercano al platónico. El hombre es compuesto de sustancia pensante y extensa, que solo interactúan a través de la glándula pineal. Como en Platón, el alma racional, la sustancia, es inmortal y la que define al hombre. Descartes no establece una estructura tripartita del alma, pero identifica el yo como el alma racional de Platón.