Los caminos del saber: una introducción a la epistemología

Los caminos del saber: una introducción a la epistemología

1. Tipos de conocimiento filosófico

1.1. Empírico-racional

A. Aristóteles es su creador. Tiene en cuenta las dos fuentes del conocimiento, pero cada una nos lleva a dos niveles distintos de realidad: lo sensible y lo inteligible.

B. En el primero, apreciamos la realidad múltiple y cambiante de las cosas.

C. Con el segundo, llegamos a lo que las cosas son y hace que sean. Conceptos o formas de ser llamadas categorías, de las que la principal es la sustancia, el sustrato básico de cada cosa.

D. Por tanto, partimos del conocimiento sensible para captar lo que hay de permanente, común, universal y necesario en las cosas (el ser en tanto que ser), que se mantiene a lo largo de los cambios.

1.2. Racionalista

A. Primacía de la razón: sus ideas son claras y evidentes, mientras que las de los sentidos son confusas e inciertas.

B. El racionalismo clásico es combinación de intuición y deducción, según la norma matemática (Descartes, Spinoza y Leibniz, siglos XVII y XVIII).

C. Racionalismo crítico (s. XX), Popper y Albert se alejan de la matemática.

1.3. Transcendental

A. Creado por Kant (s. XVIII) no busca el origen del saber sino fundamentarlo con argumentos de razón.

B. Hay que responder a tres preguntas que se resumen en una: ¿qué es el hombre?

a) ¿Qué puedo yo saber? Sobre mis posibilidades de conocer.

b) ¿Qué debo yo hacer? Sobre cómo orientar mi acción.

c) ¿Qué puedo esperar? Sobre el futuro de los que obran bien.

C. Kant busca las condiciones comunes, universales y necesarias que hacen posible que conozcamos, actuemos y esperemos al modo humano.

D. El protagonista será el ‘sujeto trascendental’ y no el ‘ser’. Esta es la revolución copernicana de la filosofía en Kant.

E. Las fuentes del conocimiento siguen siendo la sensibilidad y las facultades intelectuales (entendimiento, razón y juicio). Le siguieron los idealistas alemanes Fichte (s. XVIII) y Hegel (s. XIX). Hoy en día también están Apel y Habermas.

1.4. Analítico-lingüístico

A. Nace con el siglo XX y defiende que las expresiones filosóficas son imprecisas y equívocas. La filosofía debe concentrarse en el estudio del lenguaje para aclararlo. No intenta conocer la realidad ni las capacidades del conocimiento.

a) Análisis formal, lógico y semántico. Considera la lógica como el lenguaje perfecto, aunque no nos diga nada sobre el mundo. Para eso ya están las ciencias. La filosofía debe clarificar los pensamientos.

b) Análisis informal o sobre el uso del lenguaje. Existen distintos ‘juegos lingüísticos’ muy relacionados con situaciones culturales y vitales concretas.

B. En la tradición empirista inglesa, tiene seguidores desde Moore y Russell hasta Wittgenstein y el neopositivismo del Círculo de Viena o las Escuelas de Cambridge y Oxford.

1.5. Hermenéutico

A. Del griego ‘hermeneúo’, busca interpretar o comprender los textos. Pero a partir del s. XIX, con Schleiermacher y Dilthey, se aplica a comprender el sentido de las acciones humanas y de los acontecimientos históricos.

B. Por tanto, las ciencias sociales no deben contentarse con buscar las causas de las acciones humanas sino comprender el sentido de las mismas. La hermenéutica se propone:

a) El método científico es insuficiente en tanto en cuanto el sentido de la historia no se explica, sino que se comprende desde la experiencia.

b) Establecer cuáles son los elementos que intervienen para comprender el sentido de las acciones humanas y los hechos históricos.

C. Dos orientaciones dentro de la hermenéutica:

a) No normativa: descubrir los elementos que hacen posible la comprensión (tradición, historia, autoridad, lenguaje…), pero sin establecer criterios comunes porque cada fenómeno es único.

b) Normativa: deben establecerse unos criterios para evitar las falsas comprensiones, aquellas que no respetan la validez del habla (verdad, inteligibilidad, veracidad y corrección moral).

2. La filosofía como búsqueda

2.1. Búsqueda de la verdad

A. Amor a la sabiduría. Pero no se busca lo que no se tiene conciencia de no poseer. El filósofo está a medio camino entre el sabio, que no busca el saber porque cree poseerlo, y el ignorante, que ni lo echa de menos.

B. Se utilizan la razón y los sentidos, aunque el protagonismo es de la primera que puede unificar lo múltiple y abrirse a la verdadera realidad.

2.2. Búsqueda de la felicidad

A. Pronto filósofos como Sócrates (siglo V a.C.) orientaron su reflexión hacia cuestiones más humanas y menos cosmológicas, porque advirtieron que el hombre quiere ser feliz.

B. Se preguntan qué hacer para ser feliz, individual y comunitariamente. Organizar nuestros bienes para que nos hagan felices y organizar la sociedad política para que sea justa y permita vivir bien. Por tanto, el sabio es aquel que no sólo busca el saber por el saber, sino que también sabe vivir bien.

3. Mythos y logos

I. La filosofía occidental nace en la ciudad de Mileto, en el Asia Menor (Turquía), durante el siglo VI a.C.

II. Su nacimiento está relacionado con el paso del mythos al lógos. Los mythos son narraciones fantásticas que intentan explicar la realidad recurriendo a fuerzas sobrehumanas y dioses. Lógos es un instrumento de indagación de la verdad mediante el debate y el razonamiento público.

III. Y el primer paso es la admiración ante la realidad. Les sorprendía que el mundo fuera un cosmos (orden) y buscan descubrir y explicar la physis (naturaleza) de forma racional y argumentada.

IV. El segundo paso será la duda, referida a no aceptar sin más la primera solución encontrada a los enigmas del universo.

4. Las formas del saber

I. Común u ordinario: fundado en la experiencia de la vida cotidiana. Por ejemplo, un cantero sabe que el granito es más duro que el mármol, aunque no sabe por qué. Es un saber lleno de prejuicios.

II. Científico: experiencia entendida como experimentación y aplicación de las matemáticas al estudio de la realidad.

III. Técnico: cómo hacer ciertas actividades. Interacciona con el científico retroalimentándose mutuamente.

IV. Filosófico: se trata de pensar utilizando la razón para argumentar de forma crítica y rigurosa, con el fin de entender la estructura fundamental de la realidad y de la propia razón.

V. Artístico: más vinculado a la narración que a la explicación (literatura, cine, poesía, pintura…). Son formas de conocer la realidad, además de requerir un ‘saber hacer’ para producir los objetos artísticos.

VI. Religioso: la experiencia religiosa produce una serie de vivencias íntimas que nos dibujan un retrato concreto de la realidad mediatizada por la fe.

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