La Acción Humana
Tenemos la necesidad vital de actuar, pues actuando nos relacionamos con los demás y con el entorno. Actuando, el ser humano se diferencia, sobre todo, de otras especies animales. Haremos una aproximación a la noción de acción que nos permita distinguir lo que hacen los seres humanos del resto de los acontecimientos que suceden en el mundo, es decir, que nos permita precisar la especificidad de la acción humana.
Aproximación a la Noción de Acción
Vamos a usar el término acción de un modo más específico y técnico, limitándolo a un tipo especial de actos: las operaciones conscientes y voluntarias de un agente. Agente es la persona, animal o cosa que lleva a cabo la acción expresada por el verbo. El viento (agente) erosiona (no es una acción, ya que no se propone hacer lo que hace ni se da cuenta de lo que hace, es decir, no actúa como agente consciente y voluntario) las montañas. En sentido estricto, el viento no es considerado agente ni erosionar una acción. Consideramos acciones a los actos que son conscientes y voluntarios, pero no son acciones los actos que no tienen este carácter, es decir, que no tienen carácter consciente ni voluntario. En la naturaleza, el único agente consciente y voluntario es el ser humano y que, por ello, la acción es una característica específica suya. No todo lo que hace una persona es una acción (roncar, parpadear…), son cosas que hacemos las personas, pero como las hacemos sin proponérnoslas ni controlarlas, no las consideramos acciones.
Especificidad de la Acción Humana
Hemos definido acción como la actividad de un agente consciente y voluntario, y solo los seres humanos pueden ser considerados agentes de este tipo. En consecuencia, deducimos que las acciones se limitan a ciertas operaciones que llevan a cabo las personas. Hay una serie de actividades que no llevan a cabo las personas, pero que resulta difícil descartar como acciones, ya que hay acciones que no realiza el ser humano y pueden ser consideradas de un agente consciente y voluntario (una computadora jugando al ajedrez). Entonces, ¿por qué es diferente lo que hace una persona de lo que hacen un ordenador o un animal? Veámoslo:
- Comportamiento animal: Una de las diferencias básicas entre el ser humano y los demás animales es que estos últimos están más condicionados por su dotación genética. Cuando los animales actúan, se limitan a ejecutar un programa genético. Muchos de sus actos son automáticos.
- Conducta de una computadora: La conducta es muy similar a la de los animales. Se encuentra definida por un programa informático que determina sus respuestas y aquello que es capaz de hacer. Por muy complejas que sean las operaciones que pueda desempeñar, seguirán siendo predeterminadas y automáticas, y no el resultado de la reflexión y la elección libre.
- Conducta humana: La determinación instintiva es mucho menor que en el resto de los animales. Su conducta es espontánea y no la repetición de una pauta heredada. Lo específico es la posibilidad de elegir entre hacer esto o lo otro, o incluso, no hacer nada. Solo un ser que escoge y decide lo que hace puede considerarse un agente voluntario. Por ello, cuando hablamos de acción, nos referimos exclusivamente a la acción humana.
La Libertad
Es el movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: sí o no.
“La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades” – Kant
La condición racional del ser humano le convierte en un ser capaz de pensar por sí mismo. Por esto, también es capaz de decidir frente a las opciones vitales a las que se enfrenta.
¿Realmente somos libres de elegir entre diversas opciones o en nuestra elección estamos determinados? Para contestar a esta pregunta, nos tenemos que adentrar en la cuestión de la libertad. Para ello, empezaremos por hacer una aproximación a la noción de libertad que nos aclare a qué nos referimos cuando hablamos de ella y luego veremos el problema de esta, y analizaremos dos posturas.
Aproximación a la Noción de Libertad
Libertad, dos maneras:
- Ausencia de obstáculos que nos impidan hacer lo que deseamos (libertad externa).
- Capacidad de elegir o querer una cosa u otra (libertad interna).
Por ello, se hace la distinción entre libertad externa e interna. La libertad externa o libertad de acción es la ausencia de trabas externas que dificulten la acción, es decir, se trata de poder hacer lo que queremos sin que nadie nos lo impida (posibilidad de actuar del modo elegido). La libertad interna o libertad de elección o libre albedrío es la capacidad o posibilidad de decidir o querer esto o lo otro, y esta decisión es indeterminada, es decir, no causada (capacidad para querer esto o lo otro). Estos dos tipos de libertad no son algo completamente distinto y ajeno, entre ambas existe una estrecha y mutua relación. A la libertad externa se le conoce también como libertad política o social, puesto que factores sociales y políticos son los que más favorecen o entorpecen su presencia. Aunque la libertad externa puede darse o no, su existencia no resulta problemática; en la libertad interna sí, porque podemos poner en duda su existencia. Según Ortega y Gasset, toda pregunta que esté hecha por una causa, o es filosófica o es amputada. Toda acción del mundo tiene sus causas, lo propio de la acción humana es separarse de la respuesta instintiva y elegir la preferida.
Determinismo
Físico
Toda la realidad está determinada y puede explicarse por leyes naturales. El comportamiento de todos los seres del universo está regido por las leyes fijas y estables de la materia. Esta concepción se basa en una visión mecanicista del mundo. El mecanicismo sostiene que la realidad debe ser entendida como una visión mecanicista del mundo. Todos sus patrones y estados siguen patrones fijos. Defensor: Laplace. “Si conociésemos el estado actual de toda la materia y las leyes que la regulan, entonces conoceríamos el pasado y el futuro de todo el universo”.
Genético
Suele centrarse en la explicación del comportamiento de los seres orgánicos. El comportamiento de un ser está determinado por el código genético que lo define: no somos más que la manifestación de nuestros genes. Estos determinan nuestra constitución física, pero también nuestro carácter y nuestras acciones concretas. R. Dawkins ha defendido una curiosa y radical hipótesis: los organismos no somos más que la invención de nuestros genes para asegurarse la supervivencia. El comportamiento de los individuos está determinado por sus genes.
Ambiental o Educacional
(Una persona no actúa sobre el mundo, es el mundo el que actúa sobre ella). Los factores ambientales determinan nuestra conducta, pueden ser de diversos tipos: sociales, culturales, económicos… y los factores de aprendizaje y educacionales. Para los defensores, cualquier acción puede entenderse como una respuesta a condiciones ambientales. Por ello, es posible modificarla cambiando la influencia de las condiciones ambientales mediante el aprendizaje. Al ser la conducta humana permeable al aprendizaje, es posible cambiarla.
Económico
Factores económicos. Así, tanto en el plano social como en el individual, todo puede comprenderse recurriendo al funcionamiento de la economía. Una de las corrientes que defienden la influencia de los factores económicos en la conducta humana es el marxismo. Los seguidores de Marx consideran los factores económicos causas de nuestras acciones. Marx es el filósofo que más influencia social, política e histórica ha tenido jamás. El carácter práctico y revolucionario de su filosofía queda de manifiesto en esta afirmación: los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos, de lo que se trata es de transformarlo.