Alienación y Crítica al Capitalismo en la Filosofía de Marx

Religión y Filosofía

Marx considera que el ser humano no tiene una esencia que le haga ser egoísta. De hecho, piensa que no tiene ninguna esencia determinada, sino que su modo de ser, su esencia, se adquiere en la sociedad en la que vive.

La causa de la alienación religiosa no está en la naturaleza humana egoísta, ya que no tenemos naturaleza, sino en un modo de existencia social que es falso y defectuoso.

La ventaja que ofrece la religión al creyente es que, con ella, adormece las desgracias que sufre en este mundo a cambio de una supuesta felicidad en el venidero, funcionando como un analgésico.

La desventaja es que al predicar la resignación, evita que el creyente cambie las condiciones reales de miseria, que son las que, haciéndole infeliz en este mundo, le han abocado a la propia religión.

Por tanto, si la religión es producida por las condiciones económicas es imposible que pueda ser superada por una mera crítica intelectual.

Lo mismo ocurre con las ideas que produce la filosofía, y con todo sistema de ideas, ya que todas las ideas, del mismo modo que el cristianismo, no son más que el reflejo producido en la mente por una situación material concreta, por unas condiciones concretas sociales, políticas y económicas.

La función esencial de las ideas es la de justificar y legitimar los intereses de la clase dominante que la mantiene y se beneficia de ellas.

Mientras las condiciones sociales que producen la religión no cambien, solo se estaría interviniendo en el síntoma que, aunque se remedie, tendrá que producirse, ya que la situación que lo causa no ha cambiado.

Infraestructura y Superestructura

De modo general Marx distingue entre varios niveles de estructura en la sociedad:

  • La infraestructura: es el nivel primario, donde se halla la base real que caracteriza a la sociedad. Consiste en las fuerzas productivas de una sociedad.
  • La superestructura: es causada por la estructura. Consiste en todas aquellas ideas que la sociedad genera sobre la política, moral, filosofía, ciencia,… y a la que Marx denominará ideología. La superestructura tiene la función social de legitimar la estructura que la ha causado fortaleciendo los intereses de los grupos sociales que la producen.

Por tanto, no son las ideologías las que producen una concreta organización política y socio-económica de una sociedad, sino que es esta la que produce aquella.


La Alienación Política y Social

La alienación política consiste en ceder al Estado la parte de soberanía que cada persona tiene y le es propia. Así como el individuo aliena su ser individual en Dios, ahora el individuo aliena su vida colectiva en el Estado.

En una sociedad compuesta por distintas clases sociales, cada una de ellas mantendrá unos intereses contrapuestos y distintos a los de las demás. La manera en que la clase dominante impone sus intereses al resto es a través del Estado y de los instrumentos de los que este se dota; la promulgación de leyes y el control de las fuerzas represivas en el acatamiento a esas leyes. Para producir el control social de la población es necesaria la alienación política con la cual, se produce la ilusión en el ciudadano de que ese Estado es legítimo y benéfico, ya que defiende sus intereses en el ejercicio de su gobierno.

Lo que el Estado mantendrá realmente, si es necesario por la fuerza, la desigualdad y la injusticia social, son los privilegios de la clase dominante sobre las dominadas. Pero hará ver a las demás clases que, a través de las leyes sancionadas, se establece la justicia, y se pone corto al abuso del poderoso; que se da a cada cual lo que le corresponde, y que en definitiva, es el Estado el que vela por todos, el que representa a todos, y el que merece ser defendido haciendo que las clases desfavorecidas, sean capaces de morir por él.

La alienación política es el efecto de una alienación anterior que es la que produce la existencia de distintas clases sociales con intereses contrapuestos; es decir, es producto de la alienación social.

En su teoría sobre las clases sociales Marx propone que dentro de una sociedad concreta puede haber muchas clases, pero que al final, se agrupan en dos fundamentales: la clase de los opresores y la de los oprimidos. Ambas se diferencian por tener intereses contrapuestos, y esos intereses contrapuestos son los que conforman una contradicción dialéctica en la sociedad (tesis-antítesis) a partir de la cual se da el progreso histórico. La tesis y la antítesis no son más que las mismas clases, y sus intereses contrapuestos, que forman la sociedad.

La clase oprimida fundamental es la del proletariado (campesinos y pequeños burgueses); mientras que la clase opresora fundamental es la burguesía (terratenientes, industriales, financieros y alto clero).


Análisis Económico de la Sociedad Capitalista: El Capital

El análisis de las condiciones económicas de la sociedad capitalista del tiempo de Marx es similar al que realizaron los analistas económicos de la época. Se realiza a través de tres conceptos claves, los de mercancía, dinero y valor, que son los que representan el modo capitalista de vida económica. A través de ellos deduce la noción de plusvalía, que es la que genera el capitalismo y el sistema político y social que lo acompaña.

Llamamos mercancía a cualquier objeto que satisface las necesidades humanas y que, por ello, es producido con vistas a su cambio por otros objetos. Esto hace de la mercancía algo útil, y esta utilidad conlleva que adquiera un valor.

El análisis económico de la sociedad capitalista de Karl Marx, principalmente expuesto en su obra El Capital, ofrece una perspectiva crítica y estructural del funcionamiento del sistema económico y social capitalista. Algunos puntos clave de este análisis incluyen:

  • Teoría del valor-trabajo: Marx propone que el valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlo. Esta teoría subraya la importancia del trabajo como fuente de valor en la economía capitalista.
  • Plusvalía y explotación: Marx introduce el concepto de plusvalía, que representa el valor adicional creado por los trabajadores más allá de lo que reciben como salario. Argumenta que los capitalistas se apropian de esta plusvalía, lo que constituye la explotación de la clase trabajadora.
  • Tendencia a la concentración del capital: Marx observa una tendencia intrínseca en el capitalismo hacia la concentración del capital en manos de unos pocos, lo que lleva a una creciente centralización del poder económico y social.
  • Leyes del movimiento del capital: Marx identifica varias leyes que rigen el funcionamiento del capitalismo, como la ley de la acumulación capitalista, la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y la ley de la concentración y centralización del capital. Estas leyes explican las tendencias estructurales del sistema y su dinámica interna.
  • Crisis económicas: Marx sostiene que el capitalismo está sujeto a crisis periódicas debido a contradicciones internas inherentes al sistema, como la sobreproducción, el subconsumo y la caída de la tasa de ganancia. Estas crisis son manifestaciones de las tensiones fundamentales dentro del sistema capitalista.

En conjunto, el análisis económico de Marx proporciona una visión crítica y sistemática de la sociedad capitalista, destacando sus injusticias intrínsecas, sus contradicciones estructurales y su tendencia hacia la crisis y la desigualdad. Este enfoque ha influido significativamente en el pensamiento económico y social y continúa siendo objeto de estudio y debate en la actualidad


Materialismo Histórico

Marx designó como materialismo histórico a su “ciencia de la historia”: su método de interpretar la historia en base a las condiciones materiales de la producción. Esta historia es además dialéctica: un proceso ascendente, en el que el motor de los saltos cualitativos serían las contradicciones internas de las formas sociales. Es, por tanto, la aplicación del materialismo dialéctico al ser humano en su máxima expresión: los procesos económicos y productivos.

Se puede hablar de materialismo histórico como método (modo de interpretar) y como doctrina (el resultado: la interpretación hecha). Consiste en la visión economicista de la historia; se trata de una explicación de la historia por factores materiales, económicos y técnicos. La vida económica es la base real del proceso histórico de la humanidad.

“Podemos diferenciar al hombre del animal por la conciencia, la religión, por lo que queráis. Pero el hombre comienza a diferenciarse del animal en cuanto empieza a producir sus propios medios de subsistencia, paso exigido por su propia organización corporal”.

Así pues la historia es interpretable básicamente en función de tales factores productivos. Las interpretaciones políticas, filosóficas o religiosas, son productos de la ilusión ideológica de cada época. Los factores económicos son los únicos factores determinantes de la historia. Las relaciones de producción son la base real del devenir (cambio) histórico. Así la realidad histórica se divide en Estructura (esclavismo, feudalismo y capitalismo) y Superestructuras (política, religión, arte, cultura…) siempre determinadas por la Estructura, sirviéndola de apoyo creando la conciencia social.

“La naturaleza, el mundo material, es lo primero; la conciencia, el pensamiento, secundario”


Materialismo Dialéctico

El materialismo dialéctico está tomado directamente de Hegel, pero aplicado, en Marx, a lo único existente, la materia. En este sentido, podríamos decir que el materialismo dialéctico es la visión dialéctica, dinámica, de la realidad material (cosmología).: la realidad material es un conjunto de contradicciones, de manera que la oposición produce cambios que engendran formas superiores de realidad. Los fenómenos de la naturaleza no se pueden considerar aislados unos de otros, sino como un todo articulado y orgánico, en el que los fenómenos dependen unos de otros y se condicionan mutuamente produciendo una evolución sin cesar según las leyes dialécticas. Estas leyes dialécticas sistematizadas por Lenin y los marxistas en tres extraídas de las fuentes de Marx y Engels:

  • Ley del tránsito de la cantidad a la cualidad (tesis): Todo proceso evolutivo se desenvuelve en una doble fase: en la primera se producen cambios cuantitativos, no esenciales, y en la segunda, llegado un punto crítico, se produce un salto por el que las cosas cambian cualitativamente, pasando de un ser a otro de orden superior. (Vapor, la vida, el hombre).
  • Ley de la unidad y lucha de los contrarios (antítesis): Intenta explicar la fuente del movimiento sin recurrir a un agente externo (primer motor). El concepto dialéctico del movimiento señala que la fuente del mismo se encuentra en el interior de las cosas o fenómenos mismos, es decir, en sus contradicciones internas (explicación de la vida social y económica).
  • Ley de la negación de la negación (síntesis): Es el resultado de la anterior. La realidad es una unidad de contrarios (contradicción interna) impulsados hacia su propia negación y obligados, por este medio, a producir su desarrollo.

En resumen en esta visión dinámica de la realidad encontramos una síntesis entre Hegel (dialéctica), Feuerbach (materialismo), Darwin (evolucionismo) y la aportación de la praxis marxista. La consecuencia fundamental es la visión de una realidad material, dinámica, eterna y ordenada, formada por contradicciones que impulsan al cambio y la transformación constante.


La Alienación Económica o del Trabajo

Es la alienación fundamental y la base de todas las demás. Dentro de esta alienación se pueden distinguir hasta cuatro modos distintos en los que esta alienación se muestra.

Alienación con Relación al Producto del Trabajo

El primero es con relación al producto del trabajo. En este caso, lo que el trabajador pierde es el producto de su trabajo ya que este, tras ser producido no le pertenece, sino que pertenece al empresario, que es quien ha comprado la fuerza de trabajo al obrero.

La manera negativa en que esto repercute en el trabajador está en que, con independencia de lo que el obrero pierde al ceder el producto de su trabajo, ese mismo trabajo enajenado, y transformado en capital, se convierte en instrumento de su propia alienación, ya que la acumulación de ese capital en manos del amo es lo que produce, mantiene e incrementa el propio sistema capitalista que lo aliena.

Alienación con Relación a la Actividad de Trabajar

El segundo modo es en relación a la actividad de trabajar. Marx no comparte la idea, de que el trabajo es una maldición para el hombre, al contrario.

Según Marx, el hombre no tiene una esencia definida, es decir, no es por naturaleza malvado, bondadoso, guerrero,… Por naturaleza no es nada, lo que terminará por ser es algo que va construyendo por el propio ser humano a través del trabajo.

El trabajo significa, para el ser humano, el modo en que éste puede construirse como un verdadero ser humano; autorrealizarse. Pero todo trabajo se produce en una sociedad y en unas condiciones históricas concretas. Y si esas condiciones en las que se da no son óptimas, el trabajo puede pervertirse y, pasa de ser el instrumento para su autorrealización a convertirse en un instrumento de alienación y explotación. Eso es lo que ocurre con el trabajo en el sistema capitalista de producción, que se convierte en un instrumento de alienación y explotación para el hombre.

La principal crítica de Marx al capitalismo no es la injusticia en la distribución de las riquezas, es la perversión del trabajo al convertirlo en un trabajo forzado, enajenado y sin sentido, que transforma al hombre en un monstruo tullido.

Porque en la alienación respecto a la actividad de trabajar, de producir, el ser humano da lo mejor que tiene, la posibilidad de autorrealizarse de modo feliz a través del trabajo. El efecto negativo de esta alienación sobre el hombre es que no se autorrealice, es que se cosifica, y lo hace al usar su trabajo no con el fin de autorrealizarse, sino como un medio para obtener una cosa; la mercancía.


Otras Formas de Alienación del Trabajo

alineacion del trabajo

  • Un tercer modo de alienación del trabajo se da con relación al ser esencial del hombre. Y se produce cuando éste identifica su modo esencial de ser con aquello en lo que se ha convertido dentro del proceso de producción capitalista, con el papel que adopta dentro de la sociedad capitalista.
  • El ultimo modo de alienación del trabajo se da en relación a los demás hombres. Lo que aquí se aliena es la autopercepción del ser humano como perteneciente a un mismo grupo humano. Como consecuencia del trabajo alineado se da una desigualdad respecto a la posesión del producto del trabajo. Esto hace que aparezcan las distintas clases sociales; en general propietarias o productores, que mantienen intereses contrapuestos entre sí, lo que ineludiblemente los lleva al enfrentamiento.

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