Texto 1: La Visión de Platón y Aristóteles
2. Justicia Individual y Social
Según Platón, una persona es justa a nivel individual cuando todas las partes de su alma (irascible, racional y apetitiva) están en equilibrio. Este equilibrio se asemeja a la armonía musical, donde se encuentran el grave, el medio y el agudo en una proporción justa. A nivel social, la justicia se alcanza cuando existe un equilibrio entre las clases sociales, donde cada individuo cumple su función específica:
- Gobernante: Gobierna con justicia y sin corrupción.
- Guardianes: Defienden al pueblo con valentía y lealtad.
- Productores: Abastecen a la ciudad con los recursos necesarios.
3. Injusticia
La injusticia surge cuando se produce un desequilibrio entre los tres elementos, ya sea en las partes del alma (injusticia individual) o en las clases sociales (injusticia social). Esto ocurre cuando una parte del alma se rebela o cuando una clase social se extralimita en sus funciones, intentando realizar tareas que no le corresponden. Platón compara la injusticia con la enfermedad, ya que los elementos no funcionan correctamente, mientras que la salud se asocia al equilibrio y al correcto desempeño de las funciones.
4. Relaciones entre Antropología, Ética y Política
Platón establece un paralelismo entre la antropología, la ética y la política, como se muestra en su obra «La República». Esta correspondencia se resume de la siguiente manera:
- Antropología: Existe un dualismo entre el alma (con sus partes: irascible, apetitiva y racional) y el cuerpo.
- Ética: Asigna virtudes a cada parte del alma (racional: prudencia, irascible: fortaleza, apetitiva: templanza). El equilibrio entre estas partes da lugar a la justicia individual.
- Política: Asigna clases sociales a cada parte del alma (racional: gobernantes, irascible: guardianes, apetitiva: productores). El equilibrio entre estas clases da lugar a la justicia social.
En conclusión, la justicia, para Platón, representa la unidad del individuo y del Estado, es decir, el acuerdo entre el individuo y la comunidad.
5. Aportes de Aristóteles a la Filosofía Política de Platón
Aristóteles complementa la idea de justicia de Platón, enfocándola hacia la búsqueda de la perfección. En su ética de la polis, Aristóteles sostiene que el Estado precede al individuo y que el hombre vive por, en y para la polis. El objetivo final de la política es el bien común y la felicidad común, lo cual se logra mediante el equilibrio entre el Estado y el individuo.
Texto 2: Ética y Política en el Helenismo
1. Causas y Consecuencias de la Separación entre Ética y Política en el Período Helenístico
El Helenismo se caracterizó por la disolución de las fronteras entre territorios y países, dando lugar a una mezcla de culturas e ideas. La polis fue reemplazada por la idea de una patria universal o cosmopolita. Como resultado, la política dejó de desarrollarse en el ámbito del Estado y el hombre se convirtió en un ciudadano del mundo, perdiendo su sentido de pertenencia a una comunidad específica. Este cambio condujo a la separación entre la ética, que se centra en el individuo, y la política, que se refiere al ciudadano.
2. Comparación entre el Helenismo y la Grecia Clásica (Platón y Aristóteles)
El texto se centra en las consecuencias de la separación entre ética y política en el Helenismo, más que en sus causas. Esta separación se produjo debido a la dificultad de alcanzar el bien común en un contexto cosmopolita, lo que llevó a la búsqueda de la felicidad individual a través de nuevas teorías éticas. Algunas consecuencias del Helenismo fueron:
- Cosmopolitismo: Sentimiento de pertenencia a una comunidad global.
- Nueva concepción del individuo: El individuo se vuelve autosuficiente y menos ligado a la comunidad.
- Filantropía: Mayor énfasis en la ayuda a los demás.
- Visión universalista de la humanidad: Se considera a todos los hombres como hermanos.
Pensadores como Epicuro y los estoicos promovieron la inclusión de la mujer en la educación y defendieron una visión más igualitaria de la sociedad.
En contraste con la Grecia Clásica, donde la ética y la política estaban estrechamente vinculadas (como se observa en Platón y Aristóteles), el Helenismo marcó una separación entre ambas esferas. Mientras que en la Grecia Clásica se buscaba el bien común a través de la participación ciudadana en la polis, en el Helenismo se enfatizó la búsqueda de la felicidad individual en un contexto cosmopolita.