Análisis Comparativo de la Filosofía de Platón y Aristóteles: Un Recorrido por las Ideas, la Virtud y la Polis

TEXTO ARISTÓTELES

Aristóteles es un filósofo del siglo IV a. C. Se formó en la Academia de Platón, convirtiéndose en su mejor discípulo. Fue preceptor de Alejandro Magno. De regreso a Atenas, fundó su propia escuela, a la que llamó Liceo.

Ideas principales del texto:

  • El hombre es un ser social por naturaleza. (Sentido teleológico)
  • Una de las razones de la sociabilidad del hombre es que posee el lenguaje (la palabra), a diferencia de los animales, que sólo tienen voz.
  • El sentido ético, conocer lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, es otra razón de esta sociabilidad.
  • El hecho de que el hombre sea social “funda” los diferentes modelos sociales: la familia y la polis.

El texto pertenece a uno de los puntos fundamentales de la filosofía aristotélica: la política. Aristóteles afirma que el hombre es social por naturaleza, animal cívico. La naturaleza no hace nada en vano, afirma Aristóteles, porque la finalidad última y necesaria de la naturaleza del hombre es una vida guiada por la razón (sentido teleológico).

La capacidad del lenguaje es uno de los argumentos que demuestran la sociabilidad humana. Está basado en una comparación entre el ser humano y el resto de los animales. Los animales tienen voz, es decir, emiten sonidos que informan sobre dolor o placer, pero nada más. Los hombres poseen lenguaje y razonamiento abstracto; esto define al hombre, lo distingue del resto de los animales y demuestra su sociabilidad.

El desarrollo del sentido ético es otra de las características humanas que nos hacen sociales, y volviendo a la comparación con los animales, Aristóteles afirma que la razón humana logra lo que los animales no pueden: conocer lo conveniente y lo inconveniente, lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo. Dicho de otro modo: con la razón conseguimos dar una orientación o sentido a la existencia.

Por tanto, el hombre no puede desarrollarse como tal al margen de la sociedad. Aristóteles afirma que, frente a los animales o los dioses, el hombre tiende naturalmente a la vida en sociedad. El hombre está por encima del sentido gregario de los animales, pero necesita de la sociedad puesto que no alcanza la autosuficiencia de los dioses.

Como aparece reflejado en el texto, el hombre es un ser social por naturaleza y esto origina los diferentes tipos de sociedad. La polis es el entorno social más perfecto donde el hombre puede alcanzar el fin que le es propio. La primera forma social es la familia; la unión de varias familias da lugar a la aldea; y, por último, la unión de varias aldeas da lugar a la polis o estado, que se convierte en el modelo social perfecto, es la forma superior de sociedad y tiene como finalidad procurar el mayor bien para cada uno de los ciudadanos, es decir, una vida conforme a la virtud.

TEXTO PLATÓN 1

Platón es un filósofo del siglo IV a. C. y fue el discípulo más destacado de Sócrates. Después de varios viajes, fundó una escuela llamada Academia, en la que estudiaría Aristóteles, que se convertiría en el mejor de los discípulos de Platón.

Ideas principales del texto:

  • La caverna representa el mundo sensible, que es aquello que conocemos por los sentidos; la luz del fuego significa el gran poder de iluminar que posee las Ideas sobre este mundo.
  • El conocimiento que posee el alma acerca de las Ideas es un proceso ascendente, denominado dialéctica, que culmina con el conocimiento de la idea de Bien.
  • El sol representa la idea del Bien. Ésta es la Idea más importante, puesto que es la causa de todo lo bello, lo justo y lo verdadero que existe.
  • El que alcanza el conocimiento de la idea Bien es el sabio, en la vida particular alcanza la plenitud, y en la política se ocupa del gobierno.

En este texto, Platón aborda cuál es el fundamento metafísico de la Realidad, pero también trata sobre cómo el hombre puede llegar a conocer ese fundamento. Es muy claro el dualismo ontológico defendido por Platón: el mundo sensible, por un lado, y, por otro, el mundo de lo inteligible o de las Ideas.

Platón establece que al mundo sensible le corresponde el movimiento, la apariencia y las meras opiniones subjetivas. Es mundo de sombras, donde es muy difícil “ver” la verdad de las cosas. El mundo de las Ideas (el mundo de lo inteligible) es inmutable, eterno y verdadero; en él, las esencias son las que explican el significado de los fenómenos. La Idea del Bien (el sol en el mito) ocupa el lugar más alto e importante.

La división ontológica anterior exige a Platón preguntarse por el conocimiento de las Ideas. En la alegoría, el prisionero sube con dificultad hasta la entrada de la cueva y, después de un tiempo de adaptación a la luz, llega a ver directamente el sol. Quien conoce realmente es el alma del hombre; sin embargo, el conocimiento de las Ideas es muy difícil, pues el alma humana tiene que partir de sus apegos materiales y de sus opiniones falsas para ir ascendiendo hasta la contemplación de la Idea del Bien. Son muy pocos los que alcanzan el final del proceso. Después de realizar el recorrido de la dialéctica, puede contemplar la Idea del Bien. Quienes así lo consiguen son los sabios o filósofos.

El filósofo conoce que toda la verdad, la justicia y la belleza que existe en el ámbito material o sensible procede de las Ideas. Por ello, la tendencia natural del filósofo es la contemplación de las Ideas, en especial de la idea del Bien.

TEXTO PLATÓN 2

Platón es un filósofo del siglo IV a. C. y fue el discípulo más destacado de Sócrates. Después de varios viajes, fundó una escuela llamada Academia, en la que estudiaría Aristóteles, que se convertiría en el mejor de los discípulos de Platón.

Ideas principales del texto:

  • La ley no favorece a un solo grupo social, sino que busca el bienestar general en toda la sociedad.
  • Esta armonía entre los ciudadanos se logra mediante la persuasión o la fuerza.
  • Se fomenta la contribución mutua de los ciudadanos para el beneficio de la comunidad.
  • Se forma un grupo específico de individuos, los sabios o filósofos, con la intención de utilizarlos para unificar el Estado.

El fragmento de La República de Platón expresa una de las ideas fundamentales de su filosofía política. Las ideas del texto se relacionan con la noción de la estructura social ideal dividida en tres grupos sociales y el gobierno de los sabios. En este sentido, Platón distingue tres grupos sociales en base a las tres partes del alma; para Platón, la estructura social debe ser un reflejo de cómo es la persona. En función de esto, Platón divide la sociedad en tres grupos sociales:

  • Productores: es el grupo más numeroso, y en él predomina el alma concupiscible. Estos se dedican a producir, y deben realizar su actividad con moderación o templanza.
  • Guardianes: es un grupo menos numeroso, y se dedican a proteger a la sociedad de los enemigos. Predomina en este grupo el alma irascible, y debe realizar su actividad con valentía o fortaleza.
  • Gobernantes: es el grupo menos numeroso, que gobierna la polis y guía al pueblo. Predomina en este grupo el alma racional; deben realizar su labor con prudencia o sabiduría práctica.

En el texto se reconoce la preocupación de Platón por la justicia y la virtud en la sociedad; para él, la justicia implica que cada individuo cumpla con su deber y contribuya al bienestar general. La sociedad ideal, según Platón, se caracteriza por una estructura ordenada en la que cada uno de los tres grupos sociales desempeñe su papel acorde con la virtud que les caracteriza. Los gobernantes-filósofos tienen la responsabilidad de dirigir la sociedad hacia el bien y el conocimiento verdadero. Esto se relaciona con la idea central del texto, que es que la ley y el gobierno no deben favorecer a un grupo en particular, sino buscar la felicidad y la armonía de toda la ciudad. Platón argumenta que la ley debe garantizar que los ciudadanos se beneficien mutuamente y trabajen juntos para el bienestar de la comunidad en su conjunto.

PANORÁMICO 1

La filosofía surgió en Grecia en el siglo VI a. C. Se suele identificar su aparición con el paso de una explicación mitológica de la realidad y del ser humano a una explicación racional.

El primer objeto de reflexión de los primeros filósofos es la pregunta por la naturaleza, “la physis”, y, en concreto, por “el arjé” o principio de todo cuanto existe. Los primeros filósofos que se plantearon esto son los filósofos presocráticos.

Tales, Anaxímenes y Anaximandro son llamados los filósofos de Mileto. Tales sitúa el arjé en el agua; Anaximandro afirma que en el origen había un elemento indeterminado e infinito del que proceden el resto, llamado ápeiron; y Anaxímenes sitúa el arjé en el aire. La escuela pitagórica, fundada por Pitágoras, sitúa el arjé en los números, algo abstracto, inmaterial. Por otra parte, Heráclito habla del devenir, el continuo cambio, y sitúa el arjé en el fuego. Sin embargo, Parménides afirma que no existe el cambio, ya que no se puede pasar del ser al no ser; por tanto, para Parménides, el ser es eterno e inmutable.

Los filósofos pluralistas cambian a un concepto múltiple del arjé. Por un lado, Empédocles sitúa el arjé en los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego; por otro lado, Anaxágoras dice que el arjé son unos elementos llamados “semillas” diversas que se combinan formando distintos elementos. Y la escuela atomista, donde destaca Demócrito, que sitúa el arjé en pequeñas partículas indivisibles a las que denomina átomos, que se mueven en el vacío.

En el siglo V a. C. se produce un giro antropológico: los temas relacionados con la naturaleza pierden interés y los temas relacionados con el ser humano, la ética y la política pasaron a ser el núcleo de la reflexión filosófica. Para los sofistas, las leyes políticas son convenciones, acuerdos entre las personas y, por eso, pueden ser cambiadas. Y defienden el relativismo moral: no existe la verdad absoluta, la verdad es relativa al que conoce. Destacan Protágoras y Gorgias.

Contemporáneo de los sofistas, Sócrates fue muy crítico con ellos. Frente al relativismo moral, desarrolla el intelectualismo moral, donde la felicidad depende de la virtud, y la virtud, del conocimiento. Sócrates enseñaba que existen verdades universales y la razón puede conducirnos a la verdad. Para ello, Sócrates propone el método mayéutico,

que se basa en el diálogo y tiene dos fases: la ironía, mediante la cual consigue que el interlocutor reconozca su ignorancia, y la mayéutica, mediante preguntas, obtiene una respuesta universal y objetiva.

PANORÁMICO 2

El gran discípulo de Sócrates fue Platón (siglo IV a. C.), quien trata de resolver los principales problemas que habían surgido en la tradición filosófica anterior, tanto cosmológicos como antropológicos, éticos y políticos. La “teoría de las ideas” es el elemento fundamental que articula todo el sistema filosófico de Platón. Según dicha teoría, existen dos niveles en la realidad: el mundo sensible y cambiante, que captamos por los sentidos, y el mundo inteligible o mundo de las ideas, que solo podemos captar a través de la razón, un mundo de esencias eternas e inmutables. En la cúspide de la jerarquía del mundo de las ideas se encuentra la idea de Bien. Este dualismo es tanto ontológico como epistemológico y antropológico.

El proyecto filosófico de Platón tiene una finalidad política, de ahí que, en su filosofía política, Platón construya un modelo de Estado perfecto en el que solo los sabios o filósofos, que han alcanzado la cumbre del conocimiento, la idea de Bien, sean los gobernantes.

Discípulo de Platón fue Aristóteles (s. IV a. C.), quien, tras la muerte de su maestro, fundó su propia escuela, el Liceo. Criticó la teoría de las ideas de Platón porque, según él, las esencias de las cosas no pueden existir separadas de las cosas mismas. Por tanto, Aristóteles explica la sustancia como un compuesto de materia y forma. La forma es la esencia, y la materia es la parte física. El compuesto materia-forma es inseparable. La teoría ética y política de Aristóteles parte de una idea: el hombre es un ser social por naturaleza, solo en comunidad el ser humano puede alcanzar la perfección propia, la felicidad. En el camino hacia la felicidad, nos ayudamos de la virtud. Así pues, Aristóteles se aleja del intelectualismo moral, aunque subraya la importancia de la razón y de la actividad contemplativa para alcanzar la felicidad.

PLATÓN Y EL CONOCIMIENTO 1

Platón es un filósofo ateniense del siglo IV a. C., discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, impartió sus enseñanzas en la Academia. La filosofía platónica se ve influenciada fundamentalmente por Sócrates, y en menor medida por los pitagóricos. Sus obras están escritas en forma de diálogo, siendo algunas de las más importantes La República, Apología de Sócrates y El Banquete. Mediante la teoría de las ideas, Platón intenta responder a la pregunta por la realidad; en este sentido, uno de los principios fundamentales de la filosofía de Platón es el dualismo ontológico. Para Platón, la esencia (lo que hace que un objeto sea ese y no otro) no se encuentra en este mundo físico, sino en el mundo de las ideas o esencias; por lo tanto, realiza una división de la realidad en dos mundos: el sensible y el de las ideas, y separa la realidad en dos ámbitos, uno físico y otro inteligible.

Las ideas se caracterizan por ser eternas (sin principio ni fin), inmutables (no pueden cambiar), universales o únicas, inmateriales (por tanto, inteligibles), perfectas y son la causa o modelo del mundo sensible. Por otro lado, el mundo sensible aparece con características opuestas: temporal, mutable, particular (todos los objetos son diferentes), material (por tanto, cognoscible por los sentidos), imperfecto y una copia del mundo de las ideas. La relación entre el mundo sensible y el de las ideas es de imitación y participación, esto es, la esencia es el modelo de lo excelente, y los objetos son copias imperfectas sometidas al cambio de este modelo; en este sentido, los objetos del mundo sensible participan de esta perfección, aunque no sean perfectos. El mundo de las ideas está organizado jerárquicamente, englobándose cada idea en otra más general, siendo su cúspide la idea de Bien o perfección. Los objetos del mundo sensible poseen una relación de imitación y participación con su esencia, que a su vez participa directamente de la idea de Bien o perfección, por lo que todo en el mundo de las ideas es perfecto, y lo que existe en el mundo sensible posee cierto grado de perfección en función de la participación con la idea que le corresponde.

Platón, además, intenta explicar el origen de la realidad mediante su teoría de las ideas: el arjé del mundo sensible es el mundo de las ideas, que no tiene origen porque es inmutable y eterno, aunque se podría englobar dentro de la idea de bien, que unifica toda la realidad. Posteriormente, Platón introduce la figura del Demiurgo, que no es un dios creador, sino una inteligencia ordenadora, que, conociendo la perfección del mundo de las ideas y utilizando materia, realiza las copias del mundo de las ideas en el sensible. Para desarrollar esta teoría, Platón se basa en las de otros filósofos como Sócrates (existe un sentido universal e inmutable de las virtudes), los pitagóricos (origen abstracto e inmaterial de la realidad) y Heráclito y Parménides, que, según Platón, ambos están en lo cierto, ya que el mundo sensible está en cambio constante, como establecía Heráclito, pero las ideas son inmutables y podemos conocerlas gracias a la razón, como decía Parménides.

PLATÓN Y EL CONOCIMIENTO 2

Posteriormente, Platón introduce la figura del Demiurgo, que no es un dios creador, sino una inteligencia ordenadora, que, conociendo la perfección del mundo de las ideas y utilizando materia, realiza las copias del mundo de las ideas en el sensible. Para desarrollar esta teoría, Platón se basa en las de otros filósofos como Sócrates (existe un sentido universal e inmutable de las virtudes), los pitagóricos (origen abstracto e inmaterial de la realidad) y Heráclito y Parménides, que, según Platón, ambos están en lo cierto, ya que el mundo sensible está en cambio constante, como establecía Heráclito, pero las ideas son inmutables y podemos conocerlas gracias a la razón, como decía Parménides. Para conocer el mundo de las ideas, debemos poder llegar hasta el conocimiento de la idea de Bien o perfección, que es la cúspide del mismo. Ese recorrido que nos permite alcanzar el conocimiento del Bien es la dialéctica, y puede tener dos sentidos: ascendente, que consiste en alcanzar la idea de bien; y descendente, “volver” al mundo sensible siendo capaz de explicar qué es cada cosa y porqué. Aquel que recorre estos dos sentidos de la dialéctica puede ser considerado como sabio o filósofo.

La dialéctica tiene una serie de pasos o niveles que culminan con la idea de bien, los grados de conocimiento (en sentido ascendente):

  • Conocimiento del mundo sensible u opinión: es el conocimiento que podemos llegar a alcanzar de los objetos del mundo sensible mediante los sentidos, y se divide en:
    • Imaginación: es un conocimiento indirecto de los objetos del mundo sensible.
    • Creencia: es el conocimiento directo, a través de los sentidos, que podemos tener de los objetos del mundo sensible.
  • Conocimiento del mundo de las ideas o conocimiento propiamente dicho: es el conocimiento del mundo de las ideas mediante la razón, y se divide en:
    • Pensamiento: es el conocimiento racional que podemos alcanzar de las ideas más particulares. Genera el conocimiento matemático lógico.
    • Ciencia o sabiduría: es el conocimiento de las ideas supremas y de la idea de Bien. El sabio es el que alcanza este nivel del conocimiento.

Platón plantea, además, la teoría de la reminiscencia o de la anámnesis, que afirma que conocer es recordar lo que el alma ya sabía, es decir, el alma, al ser encerrada en el mundo sensible, olvida parcialmente qué era y de dónde venía. Al ver los objetos del mundo sensible, el alma recuerda parte de lo que conocía del mundo de las ideas.

PLATÓN Y LA ÉTICA 1

Platón es un filósofo ateniense del siglo IV a. C., discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, impartió sus enseñanzas en la Academia. La filosofía platónica se ve influenciada fundamentalmente por Sócrates, y en menor medida por los pitagóricos. Sus obras están escritas en forma de diálogo. Para explicar la ética y la política de Platón, es necesario explicar el dualismo antropológico de Platón, donde se describe al hombre como un ser compuesto: un alma y un cuerpo unidos temporal y accidentalmente.

Mediante el dualismo antropológico, Platón describe al hombre como un ser compuesto de cuerpo y alma. El alma o el yo es lo esencial de cada persona, que ha sido castigada a permanecer encerrada dentro de un cuerpo en el mundo sensible. Esta es una unión accidental, porque su naturaleza no es estar juntos; a esto se le llama el dualismo antropológico. Cuando el cuerpo muere, si el alma se ha purificado, vuelve al mundo de las ideas. Por el contrario, si el alma no se ha purificado, volverá a reencarnarse en el mundo sensible. Según Platón, el alma es tripartita, es decir, consta de tres partes, donde cada una de ellas se encarga de una función determinada:

  • Concupiscible: se ocupa de las pasiones más bajas, de la búsqueda del placer temporal y se encuentra en el vientre.
  • Irascible: es también pasional, pero se ocupa de los impulsos más elevados y nobles, como la valentía, el coraje… Se sitúa en el pecho.
  • Racional: se ocupa del pensamiento, el razonamiento y el conocimiento intelectual. Se sitúa en la cabeza y debe controlar a las otras dos partes del alma.

Este dualismo antropológico es explicado por Platón mediante el mito del carro alado. Según este, el alma es como un carro tirado por dos caballos: uno de ellos simboliza las inclinaciones o impulsos nobles, representa a la parte irascible del alma, mientras que el otro se refiere a los apetitos y deseos propios de la parte concupiscible; el auriga o conductor representa la parte racional, que debe dirigir a ambos hacia el destino del alma, que consiste en alcanzar y contemplar nuevamente el mundo de las ideas. Para alcanzar la felicidad, fundamento de la ética platónica, debe haber un dominio de la razón sobre las otras dos partes del alma. Platón identifica la felicidad con la contemplación del mundo de las ideas y, en concreto, de la idea de Bien. La única forma que tenemos de aproximarnos a este mundo es mediante el conocimiento y a través del recorrido de la dialéctica.

PLATÓN Y LA ÉTICA 2

Para conseguir que la razón alcance el conocimiento supremo, y que, por tanto, el hombre se aproxime a la felicidad, debemos ayudarnos de la virtud. Platón identifica la virtud con el saber, con la purificación del alma (para volver al mundo de las ideas) y con el dominio de la razón sobre las otras dos partes del alma. El hombre ideal, al que Platón asocia con la imagen del auriga que gobierna a los dos caballos, se consigue si cada una de las partes del alma realiza su actividad conforme a una virtud característica propia. Platón propone cuatro tipos de virtudes:

  • Moderación o templanza: es la virtud correspondiente con el alma concupiscible y consiste en la moderación en los placeres y pasiones.
  • Fortaleza o valentía: ser tenaz y constante en los propósitos. Es la virtud correspondiente al alma irascible.
  • Sabiduría práctica o prudencia: saber lo que hay que hacer en cada momento o afrontar una circunstancia de la mejor manera posible. Una vez que cada parte del alma realiza su actividad acorde con la virtud que lo caracteriza, el ser humano está en equilibrio. Platón identifica este equilibrio con una cuarta virtud: la justicia.

En este sentido, la política platónica explica cómo se debe organizar la sociedad. Platón distingue tres grupos sociales en base a las tres partes del alma; por tanto, para Platón, la estructura social debe ser un reflejo de cómo es la persona. En función de esto, Platón divide la sociedad en tres grupos sociales:

  • Productores: es el grupo más numeroso, y en él predomina el alma concupiscible. Estos se dedican a producir, y deben realizar su actividad con moderación o templanza.
  • Guardianes: es un grupo menos numeroso, y se dedican a proteger a la sociedad de los enemigos. Predomina en este grupo el alma irascible, y debe realizar su actividad con valentía o fortaleza.
  • Gobernantes: es el grupo menos numeroso, que gobierna la polis y guía al pueblo. Predomina en este grupo el alma racional; deben realizar su labor con prudencia o sabiduría práctica. Los sabios deben gobernar, según Platón, porque han alcanzado el conocimiento de la idea de bien, y, por tanto, pueden hacer leyes justas y que busquen el bien común, llevando a la sociedad hacia el bien para evitar injusticias, como la de su maestro Sócrates. Este sistema político es el gobierno de los sabios o los filósofos.

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