Análisis Comparativo de Nietzsche y Marx: Verdades, Poder y Materialismo Histórico

Análisis Comparativo de Nietzsche y Marx

Nietzsche: La Crítica de la Verdad y la Moral

El Mundo Verdadero como Fábula (Nietzsche.T3)

Nietzsche nos presenta la historia de un error: cómo el mundo verdadero se convierte en una fábula. Siguiendo los pasos de Platón y Kant, describe la caída de los valores y las verdades admitidas hasta el momento. Estas verdades son, según Nietzsche, mentiras o fábulas, necesarias como mecanismo de defensa. Las fábulas tienen un doble efecto: transportarnos a otros mundos si no somos conscientes de su falsedad, o bien, al descubrir su naturaleza ilusoria, revelarnos que el hombre es irremediablemente creador. La fábula que Nietzsche inventa para desenmascarar la «altera fabulación» de quienes hicieron de la verdad un ídolo y un poder de sometimiento, presenta las creaciones humanas como efímeras y despreciables. Para Nietzsche, toda la cultura occidental es una inmensa farsa, basada en la mentira de la superioridad del hombre por su inteligencia y su posición central en el mundo.

El Pacto Social y la Mentira (Nietzsche.T4)

En un estado natural, el individuo necesita un pacto de no agresión que establezca la sociedad como marco de reglas y valores compartidos. Así surgen la verdad y la mentira en un sentido moral, como convenciones impuestas. El mentiroso es quien no respeta el pacto y dice lo contrario de lo que la sociedad prescribe como real. Sin embargo, Nietzsche también plantea un sentido extramoral de la verdad y la mentira: es sincero quien es consciente del carácter ilusorio del intelecto, que busca reducir la fuerza de la vida y la naturaleza a tranquilidad y moderación.

La Inversión del Platonismo (Nietzsche.T5)

Nietzsche invierte el platonismo. Para Platón, el mundo sensible es un reflejo del mundo inteligible. Para Nietzsche, las formas universales son una simplificación de nuestra actividad creadora sobre lo real, que es plural y cambiante. Esta inversión tiene efectos en la moralidad. Admitir los universales equivale a imponer valores: crear conceptualmente una honestidad ideal implica juzgar todos los actos desde ese concepto. Lo relevante no es qué es la verdad, sino por qué y para qué se crearon las verdades. No es un problema metafísico, sino práctico.

Marx: Materialismo Histórico y Crítica de la Economía Política

La Influencia de Hegel y el Giro hacia la Economía (Marx.T1)

Marx, en su Crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1844), muestra la influencia de Hegel y el nuevo camino que emprenderá: no son las formas jurídicas ni la estructura del Estado, sino las condiciones materiales de la vida del hombre, que en último término tienen carácter económico, las que determinan la historia. Marx explica su cambio de orientación, de las cuestiones teóricas del derecho y la filosofía al interés por la economía, impulsado por la observación de la realidad política y social.

La Producción como Base de la Vida Social (Marx.T2)

En 1844, Marx explica que ni las formas jurídicas ni la estructura del Estado son resultado del desarrollo del espíritu, sino de las condiciones materiales de la vida del hombre, que tienen carácter económico. El hecho fundamental en la historia es la producción de los medios de subsistencia, que determina la vida social y política. Contra los economistas que sitúan el origen de la producción en la actividad individual, Marx la considera una actividad social. En el proceso productivo, los hombres establecen relaciones de producción que constituyen la infraestructura económica de la sociedad. Sobre ella se levanta la superestructura: las formas jurídicas, políticas e ideas. Contra el idealismo, Marx sostiene que la conciencia está determinada por nuestro ser social y el modo histórico de reproducir nuestra existencia material.

La Revolución y la Transformación de las Relaciones de Producción (Marx.T3)

La revolución transforma las relaciones de producción, la base económica de la sociedad, y consecuentemente las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas; en definitiva, la ideología. Marx insiste en que la ideología depende de las relaciones de producción. Un modo de producción no desaparece hasta que se hayan desarrollado al límite sus fuerzas productivas, y un nuevo modo de producción no surge hasta que se den las condiciones para su existencia en el antiguo.

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