1. Explica y analiza críticamente el concepto de dialéctica de Hegel
La dialéctica de Hegel es como un juego de preguntas y respuestas dentro de nuestra mente. Imagina que tienes una idea, como «el agua es líquida». Pero luego te das cuenta de que hay una contradicción, porque el agua también puede ser sólida cuando se congela. Así que tienes dos ideas opuestas: líquido y sólido. Hegel dice que esta contradicción nos lleva a buscar una solución, una especie de «tercera opción» que combine y supere las dos ideas anteriores. En este caso, la síntesis podría ser algo como «el agua tiene diferentes estados dependiendo de la temperatura».
Lo interesante es que Hegel dice que este proceso no solo ocurre en nuestras mentes, sino también en la historia. Por ejemplo, cuando hay conflictos sociales, como entre ricos y pobres, eventualmente se llega a una síntesis, como la creación de leyes que protegen los derechos de todos. Entonces, la dialéctica de Hegel es como un proceso de aprendizaje constante, donde las contradicciones nos llevan a entender mejor el mundo y a progresar como sociedad.
2. Ludwig Feuerbach: de la religión a la antropología
¿Cuál es, de acuerdo con este texto, la esencia de la religión cristiana?
Según Feuerbach, la esencia de la religión cristiana es cómo los seres humanos se relacionan con ellos mismos, pero imaginando que esa relación se dirige hacia una entidad divina, es decir, Dios. Para Feuerbach, cuando adoramos a Dios, en realidad estamos adorando nuestra propia esencia humana sin todas las limitaciones y defectos que tenemos en la vida real.
Según se desprende del texto, ¿qué conexión existe entre la esencia de la religión y el concepto de alienación que emplea Feuerbach en su filosofía?
Feuerbach dice que esta conexión entre la esencia humana y la divina significa que todo lo que atribuimos a Dios, en realidad son características de nosotros mismos. Por ejemplo, cuando decimos que Dios es amoroso, en realidad estamos proyectando nuestra capacidad de amar en esa idea de Dios. Por lo tanto, Feuerbach argumenta que la religión cristiana contribuye a la alienación, que es sentirse separado o extraño de nuestra verdadera esencia humana. Esto sucede porque nos enfocamos en una entidad externa, Dios, en lugar de reconocer y aceptar nuestras cualidades humanas como parte de nosotros mismos.
3. El concepto de salario según Karl Marx
Partiendo del texto propuesto, relaciona y analiza de manera crítica los conceptos marxistas de valor de cambio, plusvalía y fuerza de trabajo.
Según Karl Marx, el salario que un trabajador recibe no representa realmente el valor total de su trabajo. En lugar de eso, el salario solo cubre el costo de mantener al trabajador y su familia mientras trabaja para el empleador, también conocido como capitalista. Marx dice que esto crea una situación injusta.
El capitalista se beneficia del trabajo del empleado más allá de lo que le paga en salario. Esto se llama plusvalía. Marx compara esta relación entre el trabajador y el capitalista con la esclavitud, donde el trabajador está obligado a trabajar para otro en lugar de trabajar para su propio beneficio. Además, Marx señala que esta situación empeora a medida que la sociedad se vuelve más productiva, incluso si los salarios de los trabajadores mejoran.
En resumen, Marx critica el sistema salarial capitalista porque, en su opinión, explota a los trabajadores al no pagarles por el valor total de su trabajo.
4. La ética liberal de John Stuart Mill
Tras leer el texto anterior, expón, de manera crítica, la perspectiva liberal de Stuart Mill acerca de la utilidad, la libertad y el daño como límite de dicha libertad.
En el texto de John Stuart Mill, se plantea la idea de que vivir en sociedad conlleva ciertas responsabilidades hacia los demás. Aunque no haya un contrato explícito, Mill sostiene que todos aquellos que se benefician de la protección de la sociedad tienen ciertas obligaciones hacia ella.
Desde la perspectiva liberal de Mill, la libertad individual es importante, pero tiene límites. Mill argumenta que la libertad debe permitir a las personas hacer lo que deseen, siempre y cuando no causen daño a los demás. Es decir, la libertad de cada uno termina donde comienza la libertad de los demás. Por lo tanto, la sociedad tiene el derecho de imponer ciertas obligaciones a aquellos que intenten perjudicar a otros o no contribuyan al bienestar general.
En resumen, Mill defiende la libertad individual, pero reconoce que esta libertad debe estar equilibrada con la responsabilidad hacia los demás y la sociedad en su conjunto.