El Resentimiento y la Moral
La genealogía de la moral de Nietzsche se basa en una distinción entre dos tipos de ser humano: los fuertes y los débiles. Los débiles se sienten resentidos porque no pueden conseguir lo que de verdad desean: los valores de los fuertes (poder, salud, talento, vitalidad…). Este rencor y esta envidia les empuja a buscar una compensación psicológica que alivie su impotencia. Dicha necesidad de compensación psicológica acaba materializándose en una negación de los valores de los fuertes.
De esta forma, el resentimiento ha conducido a una especie de venganza que alivia la frustración de los débiles, y a un autoengaño que impide ver a los débiles que su verdadero deseo era alcanzar los valores del fuerte. Sin embargo, Jean Améry, víctima de la violencia nazi, defiende una visión totalmente distinta del resentimiento y conscientemente enfrentada a la de Nietzsche.
Según Améry, el resentimiento es un instrumento de verdad que mantiene vivo el derecho de la víctima a un reconocimiento del daño moral causado. No hay en este resentimiento venganza alguna, pues nada compensará el daño ya sufrido. Tampoco hay autoengaño, pues Améry es muy consciente de su propio resentimiento. Al contrario, el resentimiento es, para Améry, la fuerza que le permite seguir luchando para que los torturadores reconozcan que sus actos destruyen las bases de lo que entendemos como un mundo humano y pasen a ser, ellos mismos, víctimas morales de lo que han hecho.
El Origen del Antivitalismo (Sección I)
El texto de la sección I de «Crepúsculo de los Ídolos» nos dice que el antivitalismo tiene su origen, no en la captación de una verdad por parte de los sabios, sino en el resentimiento o condición vital desfavorable de éstos. Podemos observar cómo, según Nietzsche, el antivitalismo es afirmado por todos los sabios, por ejemplo, la comparación que hizo Sócrates de la vida con una enfermedad.
El acuerdo o consenso de los sabios es una comparación que se ha utilizado como prueba a favor del antivitalismo, aunque Nietzsche lo rechaza totalmente. Por último, Nietzsche defiende que el antivitalismo tiene su origen en las carencias vitales de los sabios, ya que su resentimiento les lleva a negar aquello que no pueden tener.
El Problema del Mundo Verdadero (Sección III)
El fragmento de la sección III de «Crepúsculo de los Ídolos» tiene como tema el mundo verdadero. Su problema es el siguiente: ¿Se puede alcanzar el mundo verdadero? ¿Es accesible este mundo verdadero?
Para responder a estas preguntas, Nietzsche nos muestra la accesibilidad que ha existido a lo largo de la historia y cómo esta se ve dificultada.
- Filosofía platónica: Con su dualismo ontológico, defiende el mundo verdadero como mundo real y accesible solamente por los sabios.
- Cristianismo: Defiende la diferencia entre el mundo celestial y el terrenal. Su accesibilidad se dificulta, ya que solo los sabios y virtuosos podrán acceder. Nietzsche llama a este suceso «platonismo vulgar».
- Filosofía kantiana: Defiende la diferencia entre noúmeno y fenómeno, cuya accesibilidad es completamente imposible. Solo se puede pensar, es incognoscible.
Por tanto, el mundo verdadero se convierte en vacío, incognoscible, como hemos visto a lo largo de la historia. Entonces, eliminémoslo. Al resultado de esta eliminación, Nietzsche lo llama «muerte de Dios».
La Moral como Contranaturaleza (Sección IV)
El texto de la sección IV de «Crepúsculo de los Ídolos» nos habla de la moral como contranaturaleza. En este caso, Nietzsche trata el tema de las pasiones y los deseos. El problema es que la iglesia (el cristianismo) (los sabios) ha querido siempre suprimirlas (los hombres se conjuraban para aniquilarlas).
Para Nietzsche, esto es absurdo. Siendo los «dentistas» los cristianos, hace referencia a la intención de aniquilar las pasiones. Nietzsche defiende que las pasiones son parte esencial de la vida e intentar anularlas sería como intentar anular la vida en sí. En cambio, él está a favor de su espiritualización. Pero para él, la idea de espiritualizar las pasiones resulta inconcebible donde surgió el cristianismo.
Aclaración del término «dentistas»
El término «dentistas» hace referencia a los cristianos, quienes pretendieran aniquilar los deseos y las pasiones.
La Moral como Interpretación (Sección V)
El texto de la sección V de «Crepúsculo de los Ídolos» plantea que, según Nietzsche, al no haber una idea universal del Bien, en lo moral solo hay interpretaciones. El autor destaca la inexistencia de juicios morales, que son solo aparentes, es decir, no hay cualidades objetivas que todos debamos reconocer como buenas o malas.
Según Nietzsche, en moral solo hay interpretaciones, no hay idea de Bien que fundamente la moral de forma absoluta. Solo hay valores e interpretaciones que dependen de los valores de cada persona. Cabe destacar que los juicios morales son síntomas o indicios, es decir, no descubren hechos, solo nos indican qué valores aceptan los diferentes grupos sociales.