Análisis de la filosofía socrática y la teoría materialista de la historia

La negación de los instintos, que estarían asociados a la falta de intento, es un elemento fundamental y aberrante de la tendencia socrática. En cambio, hay una valoración de la racionalidad y el conocimiento, que se manifiestan plenamente en las tres tesis socráticas: “la virtud es el saber”, “se peca sólo por ignorancia”, “el virtuoso es feliz”. Esto es, que el saber y el conocimiento constituyen la virtud por excelencia y la ignorancia, por el contrario, un mal.


Comentario

Lo que Sócrates hace, según Nietzsche, es negar lo dionisíaco en favor de lo apolíneo, es decir, acrecentar una de las partes de la realidad, que es la menos fundamental. Esto da lugar a un ser monstruoso y una cultura monstruosa: la cultura de la lógica y de la razón, la cultura de la ciencia y de la metafísica; en definitiva, el triunfo del hombre teórico y serio que se desvive, frente al hombre artista y vital, que juega y que, al jugar, imita a la fuerza dionisíaca creadora.

El artista es el hombre superior, porque no sucumbe al espanto de la muerte, sino que, sin negarla, sabiendo de la caducidad de todo, es capaz de vivir creando.

La negación de lo dionisíaco supone la negación de lo instintivo, lo vital y lo divertido, lo pasional, enérgico y desmesurado, de lo corporal, la muerte y la finitud. Y ello implica que se agiganta lo racional, lo aburrido y lo mortecino, lo intelectual sin sentimiento y mesurado, el alma incorpórea, inmortal y eterna, y la estabilidad.


La vida de Sócrates es el ejemplo más claro de estos valores trágicos. Nietzsche no culpa a los contemporáneos de Sócrates de su muerte, sino que piensa que fue él mismo quien la buscó porque no amaba la vida. Su creencia en la inmortalidad del alma, que le lleva a rechazar la posibilidad que sus amigos le brindaban para escapar de la cárcel antes de que se cumpliera la condena, no es más, según Nietzsche, que la forma en que Sócrates encubría el odio hacia la vida.

A partir de aquí, Nietzsche comienza a criticar y a destruir todos los elementos socráticos que continúa Platón y que son heredados por la civilización cristiana. La base de esto es la negación de la unidad de la realidad como el juego de lo dionisíaco, que se complace en crear y destruir. Frente a ello, Sócrates inaugurará el dualismo metafísico: dualismo entre mundo corpóreo/mundo incorpóreo; conocimiento sensible/conocimiento inteligible; lo concreto/lo ideal; cuerpo/espíritu; verdad/falsedad; bien/mal.


Teoría materialista de la historia

La dialéctica

Es un concepto que Marx toma de Hegel. Para Hegel, la realidad no es algo fijo e inmóvil, sino que es algo en continua transformación y movimiento. Marx recoge la dialéctica como método; la realidad se desenvuelve mediante la superación de contradicciones. El sujeto de la historia son los hombres, en sus relaciones con la naturaleza y los demás hombres. La dialéctica en Marx tiene tres características:

  1. Es un método para comprender el movimiento real de las cosas.
  2. Este método no sólo sirve para comprender el estado real, sino especialmente las transformaciones.
  3. La conclusión a la que este método nos lleva es a la «necesidad» de la destrucción del estado de las cosas existentes.

El materialismo

El materialismo marxista tiene la novedad de usar el método de la dialéctica para explicar la historia y la realidad: la realidad es natural, pero también histórica, producto de la acción activo-productiva que el hombre mantiene con la naturaleza y con los demás hombres. De ahí que el materialismo marxista se halla denominado materialismo histórico, aunque historia y naturaleza estén íntimamente relacionadas a través de la praxis.

¿Qué es la infraestructura?

La infraestructura sería la base que sostiene a una organización:

Estructura económica de una sociedad, es decir, todo lo que condiciona directamente la producción de bienes. Se compone de:

  • Condiciones de producción: son las condiciones medioambientales y los recursos naturales que existen en una determinada sociedad.
  • Fuerzas productivas: son la fuerza del trabajo y los medios técnicos (las herramientas y máquinas de las que se dispone).
  • Relaciones de producción: son los vínculos sociales que se establecen entre las personas a partir del modo en que se vinculan con las fuerzas productivas.


Superestructura

Alude a una estructura que está arriba, pero fundamentada en otra, en la de abajo.

Estructuras intelectuales y culturales (simbólicas) de una sociedad. Se compone de:

  1. Instituciones sociales (como el Parlamento, Policía, Ejército, etc.): normas y leyes que reglamentan la sociedad.
  2. Ideología: creencias religiosas, jurídicas, morales, filosóficas, artísticas, etc.

La infraestructura determina la superestructura.

El sujeto de la Historia es la sociedad humana en su estructura económica. La infraestructura constituye el factor fundamental del proceso histórico y determina el desarrollo y cambio social.

Las formas ideológicas no pueden determinar ni cambiar la historia. Solamente la oposición dialéctica fuerzas productoras-relaciones de producción son los agentes del cambio social. En palabras de Marx, «no es la conciencia la que cambia la vida, sino la vida la que transforma la conciencia». La superestructura ideológica tiene un proceso de generación o de creación en cualquier sociedad que comprende los siguientes momentos:


  1. Las ideas se elaboran dentro de la misma clase dominante, por lo que Marx llama ideólogos activos, cuya tarea es promover, dentro de la misma clase dominante, la ilusión sobre ella misma.
  2. Representar los intereses de una determinada clase social dominante como los intereses propios de toda la humanidad, dotándolos de una falsa universalidad y racionalidad.

Para Marx, la ideología religiosa desempeña un doble papel:

  • Por una parte, es expresión de la miseria del pueblo: es una creación del mismo pueblo que adorna con flores las cadenas que le esclavizan.
  • Por otra parte, es la justificación de la clase dirigente: de ella se sirven los explotadores para justificar su explotación.

La ideología, que es una forma de conciencia deformada, al ver la realidad, al interpretarla, la deforma. A pesar de que pueda haber diversas clases de ideologías, todas ellas coinciden en que falsean la realidad.


Resumiendo: el materialismo histórico es la concepción de la historia desarrollada por Marx, según la cual, a la base de cada forma social están procesos materiales de producción (materias primas, tecnología y trabajadores) que establecen determinadas relaciones de producción antagónicas (lucha de clases), como consecuencia de las cuales se mueve la historia (dialéctica histórica). Esta dialéctica histórica conduce de lo particular a lo total, es decir, de las formas sociales históricamente dadas hasta ahora, hasta la sociedad donde todos los individuos estén perfectamente integrados, que será la sociedad comunista.

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