Contextualización
Este fragmento pertenece al libro séptimo de La República, y dentro de éste pertenece al famoso “Mito de la Caverna”. Este mito es una alegoría acerca de la educación que necesita un filósofo para llegar a ser gobernante, además, expone los grados de conocimiento en relación con los grados del ser. La obra de La República pertenece a la época de los diálogos de madurez de Platón, y es su diálogo más amplio e importante. En este periodo Platón permanece en Atenas, dedicado a la dirección de la academia y es cuando desarrolla la teoría de las Ideas y una teoría completa del Estado. Sócrates sigue siendo el personaje principal pero con un carácter más seguro y poseedor de la verdad. En esta época suele utilizar los mitos para sus diálogos. Obras relevantes pertenecientes a este periodo son: El Banquete (teoría platónica del amor y las Ideas), el Fedón (Sócrates dialoga acerca de la inmortalidad del alma y la filosofía) y el Fedro (habla del amor, la belleza y el alma).
A lo largo de la vida de Platón se distinguen varias etapas en función de sus diálogos. Primeramente los diálogos socráticos de su juventud, que buscan principalmente la definición de virtud: Apología de Sócrates, Laques, Critón y el Protágoras. Encontramos también el periodo de los diálogos de transición donde se interesa por los problemas políticos, tiene influencias de los pitagóricos y comienza a desarrollar sus doctrinas, Sócrates cada vez le interesaba menos. En este periodo Platón viaja a Sicilia para poner en práctica su proyecto político pero obtiene su primer fracaso. Una vez en Atenas, funda la academia inspirándose en las comunidades filosóficas pitagóricas.
Escribe el Gorgias, el Menón y el Crátilo. Posteriormente a esta época le sucedió la época de sus diálogos de madurez, explicada anteriormente y tras esto Platón se introdujo en la llamada “época de de los diálogos críticos”. En su segundo viaje a Sicilia intenta implantar su modelo de estado, pero fue apresado. Después de dos años Platón vuelve a Atenas, una vez allí Platón comenzó a dudar de su doctrina filosófica y adoptó una actitud pesimista. Escribió el Parménides y el Teeteto. La última época de la vida de Platón fue la época de sus últimos diálogos. Platón vuelve a Siracusa, pero su intento de implantar su ideal político fue de nuevo fallido y regresa a Atenas. Una vez allí se interesó por la historia y la cosmología, destacan los diálogos: el Timeo, el Critias, Las Leyes…Platón debió morir por la desilusión de no haber podido instaurar su filosofía política de estado.
Todo el pensamiento platónico expuesto en estas obras hay que enmarcarlo dentro del giro antropológico del siglo V a.C donde los filósofos dejan de buscar la physis y el arjé y centrarse en el hombre. Este giro es propiciado por los sofistas, quienes adoptan una actitud relativista y escéptica, actitud que niega la posibilidad del conocimiento universal. Estos sofistas eran acumuladores de conocimiento, criticados por Platón por ser “hábiles engañadores”. Los sofistas eran convencionalistas, para ellos todo era cambiante, las leyes cambian según el tiempo y el lugar, pero esto no era así para Sócrates y Platón, que frente a ellos, buscan las esencias inmutables, las Ideas.
Etapas de los Diálogos de Platón
La segunda: diálogos de transición, ocurrido en viajes de Siracusa: Menón y Crátilo. Aquí Platón se relaciona con los pitagóricos en Italia y adquiere influencias de ellos. Después viaja a Sicilia donde intenta llevar su proyecto político para formar gobernantes filósofos fracasando, y seguidamente funda la academia en Atenas. En los diálogos de esta etapa predominan problemas políticos como Crátilo o el Gorgias, que trata sobre la retórica y la justicia criticando a la democracia ateniense.
La tercera: diálogos de madurez, pensamiento de Platón: República y Fedro. Elabora la teoría de las Ideas y una teoría completa del estado.
La cuarta: diálogos críticos, donde Platón viaja a Siracusa, intentando llevar a cabo su proyecto político, y fracasando por segunda vez, por lo que su estilo se hace más esco. Los problemas lógicos ocupan cada vez más espacio a la vez que Sócrates deja de ser personaje principal, con efectos tales como criticar su propia teoría de las Ideas en el Parménides.
La quinta: sus últimos diálogos, o diálogos de vejez, teoría de las Ideas: Las Leyes y Timeo, Platón abandona las cuestiones metafísicas y se interesa por la cosmología. Viaja por tercera vez a Siracusa, fracasando de nuevo.
El Timeo: en el cual el autor recoge todos los conocimientos de cosmología de la época.
Platón ha sido un filósofo muy influyente en muchos otros filósofos posteriores, entre los que destacan San Agustín y Descartes.