1. Contexto Histórico y Cultural de Nietzsche
1.1 Contexto Histórico
Friedrich Nietzsche nació en Alemania entre los años 1844 y 1900, en el siglo XIX, un siglo de grandes transformaciones cruciales para Europa y Alemania en particular. Este siglo se caracterizó por:
- Revoluciones burguesas: La burguesía se impuso gradualmente.
- Desarrollo industrial y técnico: Conllevó la aparición del colonialismo.
- Movimiento obrero: Los trabajadores soportaban sueldos miserables y jornadas agotadoras.
- Nacionalismo: La gran novedad del siglo XIX, que culminó con la unificación de Alemania tras la victoria sobre Francia en la guerra franco-prusiana, en la que Nietzsche participó como enfermero. Alemania se convirtió en una de las dos grandes potencias mundiales.
1.2 Contexto Cultural
Nietzsche desarrolló su vida de escritor durante los últimos momentos del movimiento romántico, que pretendía recuperar el sentimiento, la importancia de los sentidos y la acción, y veía la naturaleza como algo fascinante, mágico y aterrador. Lo natural, lo instintivo y vital resurgieron como valores, valores con gran protagonismo en la filosofía de Nietzsche.
Hay que destacar la influencia del compositor Richard Wagner en la vida y el pensamiento de Nietzsche. Nietzsche vio en Wagner un modelo de hombre muy similar a lo que él llamó »dionisiaco»: alegre, lleno de deseos de vivir, sin someterse a convencionalismos y sin miedo a lo irracional y amoral de la vida. Más tarde, Wagner se convirtió al cristianismo y Nietzsche lo consideró un traidor, rompiendo la amistad y la admiración que sentía por él.
Es importante mencionar la aparición de los poetas malditos, con su actitud decadente, su modo de vivir provocador, buscando siempre nuevas experiencias y su desprecio de lo burgués y lo establecido.
1.3 Contexto Filosófico
El siglo XIX significó el fin de los grandes sistemas y el surgimiento de una pluralidad de movimientos de muy distinto signo:
- Positivismo: Defiende a la ciencia como único conocimiento posible del mundo.
- Marxismo
- Vitalismo: La vida es el valor fundamental. Trata de sustituir el razonamiento por la vivencia y la intuición.
Nietzsche recibió mucha influencia de dos pensadores muy distantes: Schopenhauer y Heráclito.
- Heráclito: Nietzsche tomó su visión de la realidad como algo en cambio continuo, así como el respeto a lo sensible y cambiante.
- Schopenhauer: Nietzsche tomó de él la idea del mundo como pura apariencia, pura representación, y la afirmación de que no es posible comprender la vida racionalmente.
2. Análisis del texto «El Crepúsculo de los Ídolos»
2.1 Contexto de la obra
El texto pertenece a la obra ‘El crepúsculo de los ídolos’, la última que Nietzsche escribió antes de caer en la demencia. La escribe a toda prisa, como si temiese no disponer de tiempo para decir todo lo que tenía que decir. Desde el punto de vista del contenido, este libro aborda la totalidad de los temas de su pensamiento y, desde el punto de vista formal, muestra todos los estilos que empleó en su escritura. El fragmento seleccionado corresponde al capítulo »La Razón en la filosofía», que constituye el corazón de la obra.
2.2 Crítica a la filosofía occidental
En este texto, Nietzsche critica a la filosofía de Occidente, y en concreto al modo en que los filósofos han tratado de acercarse a la realidad: a través de los conceptos de la razón y depreciando el testimonio de los sentidos. Tras esa crítica a la gnoseología tradicional, también rechaza la ontología de Platón, continuada por la tradición europea.
La filosofía ha declarado falso el devenir y el cambio continuo, y ha rechazado el testimonio de los sentidos. Su objetivo ha sido conocer la realidad basándose solo en los conceptos de la razón. Pero la realidad es móvil, múltiple y cambiante, y no puede ser apresada en conceptos. Los filósofos han tratado de atrapar en conceptos lo que es imposible racionalizar. De este modo, paralizan la realidad, transmitiendo el engaño de un mundo estable y fijo que en realidad solo existe en sus mentes.
Nietzsche utiliza el término »egipciaco» para referirse a la razón, ya que está inmovilizada como ocurre en las pinturas del arte egipcio antiguo.
Nietzsche rechaza el lenguaje de los conceptos en que se basa la filosofía y los considera imágenes falsas de la auténtica realidad. Hemos olvidado el origen metafórico de los conceptos y los hemos tomado como si fueran una fiel representación de la realidad.
Vemos también cómo aparece el rechazo a la ontología tradicional de Platón. Se considera a los conceptos y las ideas como lo auténticamente real frente al mundo del devenir, imperfecto, cambiante y aparente. Nietzsche afirma que tras la invención de ese otro mundo se esconde el resentimiento hacia la vida. Se inventa otro mundo más estable y racional que éste por recelo a la vida, porque no somos capaces de enfrentarnos a ella tal y como es.
2.3 Nueva visión de la realidad
Frente a esto, Nietzsche abre una nueva visión de la realidad y de cómo debemos acercarnos a ella. Para Nietzsche, la realidad es móvil, cambiante y dinámica, y la describe metafóricamente como la ‘voluntad de poder‘. La realidad ofrece múltiples perspectivas, no podemos hacer una única interpretación de ella. Hay que aceptar la pluralidad de puntos de vista. Frente a los conceptos, Nietzsche valora los sentidos y exalta el poder de la metáfora.
2.4 Crítica a la cultura occidental
Nietzsche critica la cultura occidental ya que tiene una actitud contraria a la vida. Hay que amar profundamente la vida y aceptarla tal y como es, sin intentar aniquilarla o enmascararla. Critica la filosofía, la ciencia, la moral y la religión, pero sus dardos van especialmente a lo que considera los dos grandes males de Occidente: la filosofía de Platón y el cristianismo.
En primer lugar, ¿dónde se sitúa el origen de esa filosofía que rechaza? Nietzsche se dirige directamente al comienzo, al ‘paso del mito al logos’. Según Nietzsche, el mito muestra la realidad como algo cruel, lleno de absurdos y contradicciones, incomprensible para la razón, impredecible y cambiante. Cuando se sustituyó por el logos, se inauguró un nuevo modo de ver la vida con el intento de explicar la realidad racionalmente, lo que traería el desprecio a esta vida.
Esta lucha entre mito y logos es ilustrada metafóricamente como la lucha entre lo apolíneo y lo dionisiaco, entre Apolo y Dionisos. Lo dionisiaco representa el goce de la vida, el exceso, el desenfreno, la pasión, la aceptación de la vida. Lo apolíneo valora la moderación, el orden, el equilibrio, el control de la razón.
2.5 Crítica a la moral cristiana
En segundo lugar, la crítica a la filosofía se ve completada con la crítica a la moral cristiana, dominante en Occidente. El cristianismo impone una moral antinatural. El cristianismo desprecia y desvaloriza el mundo bajo el supuesto de que existe otro mundo ideal más allá de éste. Es una moral basada en el temor y la debilidad. Es, por último, una moral gregaria que ensalza el rebaño por encima del individuo.
2.6 El Superhombre y el Eterno Retorno
Nietzsche proclama que ha llegado el momento de sacrificar a Dios, de renunciar al consuelo de la fe y de un más allá. Esto llevará, en primer lugar, a una etapa de nihilismo pesimista y en el hombre surgirá un gran vacío que antes se llenaba con la confianza en Dios.
Es el momento de nihilismo en el que el hombre se afirma a sí mismo y a la vida.
El superhombre, según Nietzsche, es el que ha superado la muerte de Dios. Nietzsche lo describe como fuerte, vital, creador de sus propios valores, valiente, independiente y antidogmático.
Para ilustrar la concepción del superhombre, Nietzsche utiliza las »tres transformaciones» en las que describe el paso del hombre al superhombre a través de tres fases simbólicas: el camello, que simboliza la sumisión y obediencia a los mandatos de la razón y de la moral; el león, que simboliza el momento de la rebelión y liberación; y, por último, el niño, que es libre y creador de sus propios valores.
La imagen del superhombre se ve completada en el Mito del Eterno Retorno. El eterno retorno simboliza que »hay que amar la vida de tal forma que queramos volver a vivirla».
3. Comparación con Platón
Compararemos las teorías expuestas por Nietzsche en el texto con las del pensamiento platónico.
3.1 División de la realidad
Platón posee como característica la división entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas, estableciendo así un dualismo ontológico. Platón afirma que el verdadero mundo es el de las Ideas. Nietzsche considera esto como una terrible traición a la vida y una degradación de nuestro mundo. Platón tiene una interpretación del mundo de las Ideas como eterno, inmutable y que no sufre cambio ni movimiento. Nietzsche defiende una interpretación de la realidad como en continuo devenir, cambiante, múltiple, imposible de paralizar en conceptos.
3.2 Gnoseología
Nietzsche critica la razón como instrumento de conocimiento y comprensión del mundo y reivindica el poder de la intuición y el testimonio de los sentidos. Platón establece dos niveles de conocimiento en correspondencia con sus dos niveles de realidad: episteme y doxa. Para Platón, la verdadera realidad solo puede ser captada por la razón y, para Nietzsche, la razón es un falseamiento de la realidad y no podrá jamás captar su constante devenir y la multiplicidad de sus perspectivas.
3.3 Concepción del ser humano
Platón concibe al ser humano como compuesto de dos elementos: alma y cuerpo. A los ojos de Nietzsche, esta nueva visión de la vida humana supuso la autoeliminación del ser humano, el comienzo de la decadencia. Platón es acusado por Nietzsche como uno de los grandes culpables de la decadencia.
4. Valoración de la actualidad del pensamiento de Nietzsche
En la actualidad, tienen vigencia de Nietzsche:
- La concepción de la realidad como perpetuo devenir caótico y sin fundamento ha tenido una influencia muy notable, al introducir el azar en sus teorías y al cuestionar el principio de causalidad o el modelo determinista.
- La defensa de los sentidos que hace Nietzsche. Hoy es inconcebible un conocimiento sobre la realidad que no parta de la información de los sentidos.
- El perspectivismo es un aspecto de la filosofía de Nietzsche plenamente vigente en muchos ámbitos culturales.
- El arte moderno es una expresión perfecta de la pluralidad de puntos de vista que, según Nietzsche, constituyen la realidad.
- La resonancia de Nietzsche en las tendencias de la filosofía actual es incuestionable. Su crítica a la ontología y gnoseología abrió paso al pensamiento actual y tiene continuidad en él.