Análisis Filosófico de la Obra de Descartes
Contexto Histórico y Literario
La obra de Descartes se enmarca en la filosofía moderna y se conecta con diversos acontecimientos históricos:
- El Renacimiento: Descartes, influenciado por el pensamiento abierto e imaginativo del Renacimiento, da gran importancia a la individualidad y a la autonomía de pensamiento. Un precursor cercano a Descartes en este sentido es Giordano Bruno. La literatura del Barroco, con su énfasis en la individualidad y la expresión personal, también influye en el estilo narrativo de Descartes.
- El surgimiento de la ciencia moderna: Descartes busca establecer una nueva forma de hacer filosofía, fusionando filosofía y ciencia. Su obra es un claro ejemplo de esta conexión, buscando un método riguroso y sistemático para la búsqueda de la verdad.
- La Contrarreforma y la Inquisición: Los procesos inquisitoriales contra figuras como Giordano Bruno y Galileo Galilei impactaron la obra de Descartes. Su cautela al abordar temas como la revolución astronómica y la posibilidad de un Dios engañador refleja el clima intelectual de la época.
Descartes construye un relato filosófico en primera persona, buscando que este estilo se convierta en el nuevo estándar para la filosofía, primero en Francia y luego en Europa.
Conceptos Fundamentales: Alma, Cuerpo y Pensamiento
Las nociones de alma y cuerpo, o sustancia pensante y sustancia extensa, son centrales en la filosofía cartesiana. Para Descartes, el pensamiento no es un concepto abstracto, sino una realidad sustancial. Él afirma: «Soy una cosa que piensa, esto es, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que ama y odia y también imagina y siente». Mientras que para nosotros el pensamiento se asocia con ideas abstractas, para Descartes ocupa un lugar espiritual.
El pensamiento es el punto de partida de la filosofía cartesiana. A partir del pensamiento, Descartes deduce la existencia del espíritu y del alma. En la Meditación II, Descartes afirma la existencia del pensamiento, y en la Meditación VI establece la distinción real entre alma y cuerpo.
La estructura de la realidad, según Descartes, está compuesta por tres tipos de sustancias:
- La materia o sustancia extensa, que constituye todos los cuerpos, incluido el cuerpo humano.
- La sustancia pensante, que forma el alma o espíritu de los seres humanos, y cuya esencia es el pensamiento.
- La sustancia infinita, que se identifica con Dios (demostrada en la Meditación III y en la Meditación V).
Las Ideas
El nexo entre el pensamiento y la realidad son las ideas, que Descartes estudia en la Meditación III. Existen tres tipos de ideas:
- Ideas adventicias: Aquellas que parecen provenir de entes externos al sujeto, como la idea de un árbol.
- Ideas facticias: Ideas construidas por el sujeto a partir de otras ideas, como la idea de un pegaso (combinación de la idea de caballo y la idea de ave).
- Ideas innatas: Ideas que no provienen de la experiencia sensible, sino que son inherentes al sujeto. Ejemplos de ideas innatas son las ideas de número, duración, figura, sustancia, causa e infinito (de la cual se deduce la idea de Dios).
La Existencia de Dios y la Geometría
Descartes argumenta que la existencia de Dios, un ser perfecto, es tan evidente como las demostraciones geométricas. Define la geometría como un cuerpo continuo de espacio infinito y divisible, en el cual los objetos pueden moverse. La certeza de las demostraciones geométricas se basa en el criterio de evidencia, pero no garantiza la existencia de los objetos geométricos en sí. Descartes sostiene que la existencia de Dios está contenida en la idea de un ser perfecto, con tanta o mayor evidencia que las demostraciones geométricas.
Síntesis de la Filosofía de Descartes
La filosofía de Descartes se caracteriza por:
- Estilo literario en primera persona: Transmite una biografía intelectual, reflejando el giro subjetivo que Descartes imprime a la filosofía moderna.
- El giro subjetivo: No se trata solo de la creatividad de Descartes, sino de la invitación a los lectores a explorar su propio «yo», buscando un «yo» común a todos los seres humanos.
- Las Meditaciones Metafísicas: Descartes condensa sus investigaciones previas en las Meditaciones Metafísicas, escritas con un estilo subjetivo y presentando un orden de razones en busca de la verdad.
- La duda metódica: Descartes busca razones para dudar de todo lo que cree saber, con el fin de encontrar verdades indudables. Distingue entre razones naturales y metafísicas para la duda.
El orden de las razones en las Meditaciones Metafísicas es el siguiente:
- Duda metódica hiperbólica: Se buscan razones para dudar de todo lo que se cree saber.
- Descubrimiento del cogito ergo sum («pienso, luego existo»), que se convierte en el modelo para demostrar cualquier verdad.
- Argumentos sobre la existencia de Dios, definido como sustancia infinita.
- Demostración de la verdad de la geometría y las ciencias naturales.
- Un argumento adicional sobre la existencia de Dios, una versión del argumento ontológico de San Anselmo.
- Prueba de la distinción entre la naturaleza del cuerpo y la del alma.