1. Marco Histórico
El siglo XX comienza en Europa, y en el mundo, con un enfrentamiento bélico de magnitudes desconocidas hasta la época. Al final de la Gran Guerra, en 1918, Europa va a vivir unos años de gran prosperidad económica, los «felices años veinte», propiciados por la necesidad de recuperación de una Europa devastada. La intervención de los EE.UU. en esta recuperación económica europea es crucial. La inversión norteamericana en los territorios europeos va a suponer la expansión de las empresas de este país, que se convierten en multinacionales o diversifican su producción para atender las necesidades del pujante mercado europeo. Que se vieron sumidas, de la noche a la mañana, en una situación de desempleo e indigencia.
La situación social y económica existente en Europa en el principio de la década de 1930 hizo que muy pronto las masas populares buscaran nuevos modelos políticos que les ofrecieran algún tipo de salida a la crisis. Los fascismos alemán e italiano, basados en la obediencia ciega a un líder carismático, un sentimiento nacionalista exacerbado, el rechazo de cualquier tipo de condición democrática, y la acción violenta y directa como instrumento político, amén de otras características como la defensa de la alta burguesía y el capital frente a los intereses de las clases más desfavorecidas, pero disfrazados de populismo y demagogia prometiendo trabajo y bienestar social, les lleva a arrastrar a grandes capas de la sociedad, precisamente aquellas que se habían visto más perjudicadas por la situación económica, fundamentalmente las clases medias y grandes masas de trabajadores creando así el caldo de cultivo necesario para el estallido en 1939 de la II Guerra Mundial.
En cuanto al marco económico de la época está determinado por las consecuencias de la Revolución Industrial.
2. Marco Cultural
Nuevas teorías que iban a revolucionar el campo del pensamiento, no sólo científico, sino también filosófico y cultural en general. Así surgen, por un lado, las llamadas «geometrías no euclídeas» de Riemann y Lobachevski, fundamentalmente, las cuales, a partir de una revisión crítica de los postulados de Euclides, y concretamente del V postulado, elaboran unas geometrías basadas en la teoría de la relatividad, que tendrá una gran influencia en el pensamiento de Ortega, en la cual se establece una negación del espacio y el tiempo absolutos y en tercer lugar nos encontramos con el desarrollo de la física cuántica: la dualidad entre las ondas y las partículas a la hora de investigar el desplazamiento de la luz y la imposibilidad de determinar con exactitud la situación real de una partícula, idea que alcanza su formulación definitiva en el principio de indeterminación de Heissenberg.
El psicoanálisis se fundamenta en la idea de que la mente humana está dividida en distintas estructuras. Gran parte del comportamiento humano está influenciado por la parte inconsciente de la mente y el psicoanálisis lo que va a hacer es indagar en ella. El psicoanálisis va a tener una influencia decisiva en el campo de la filosofía y del estudio de la…
Es este también el siglo de las vanguardias.
3. Marco Filosófico
En primer lugar la Fenomenología de Edmund Husserl que, partiendo de postulados kantianos, supone un análisis de la citada crisis y un intento de superarla, constituyendo posiblemente el último de los grandes sistemas que pretende dar una visión globalizada de la totalidad de la Naturaleza y el saber. La hermenéutica, representada en primer lugar por Martín Heidegger y posteriormente por Hans Gorg Gadamer y Paul Ricoeur y el existencialismo, con su máxima figura Jean Paul Sartre. Nos encontramos con el Neopositivismo y la Filosofía Analítica, que intentan superar la situación, o bien desde los planteamientos de la Filosofía de la Ciencia, en el primer caso, o bien desde un análisis lingüístico de las disciplinas científicas y filosóficas, en el segundo. La primera mitad de siglo va a ser el intento por comprender y, en la medida de lo posible, superar, las consecuencias producidas por las dos guerras mundiales. W. Adorno, que van a encarar el problema desde una perspectiva marxista o más bien neomarxista.
En la segunda mitad del siglo la quiebra de la confianza en la Razón provocada por el desarrollo incontrolado de la tecnología y los problemas derivados de esta situación va a dar lugar a un nuevo modo de entender la Filosofía, en el cual se busca por un lado, un nuevo modo de pensamiento, en filosofías como las de Gilles Deleuze o Jacques Derrida o los postulados del pensamiento débil de Gianni Vattimo; por otro lado, a partir de un método genealógico tomado de Nietzsche, se va a comprender la inutilidad de planteamientos globales a la hora de analizar la nueva realidad y se plantea una atomización de las diferentes instituciones sociales y culturales: la llamada microfísica o los micropoderes: es la postura propuesta por Michel Foucault; en tercer lugar se realiza un nuevo análisis de la Historia alejado del optimismo producido por la confianza en el progreso heredada de la Ilustración en pensamientos como el de Jean-François Lyotard.
3.1 Antecedentes Histórico-Doctrinales
Se angustiaba por los límites intrínsecos de la razón y vivía una profunda tensión personal. Es claro el paralelismo con Kant: este se pregunta sobre las condiciones de la posibilidad del conocimiento y por lo tanto por los límites del conocimiento: Wittgenstein se pregunta por las condiciones de la posibilidad del lenguaje y por los límites del lenguaje. Al ponerse en contacto con Frege y con Russell, va buscando, con sus obras, la construcción de un lenguaje que signifique algo de verdad, lo pretende en su obra, es fijar unos límites absolutamente precisos del pensamiento como interpretación de la realidad en su expresión perceptible, que es el lenguaje.
3.2.2: Análisis de su Contenido
El Tractatus, es el libro de siete temas o siete proposiciones y va seguido de un desarrollo, también proposicional de tipo decimal. Trata, evidentemente de problemas de filosofía y muestra que la formulación de esos problemas descansa en la falta de comprensión de la lógica de nuestro lenguaje. El objetivo del libro es trazar un límite al pensamiento o mejor no al pensamiento sino a la expresión de los pensamientos. Se dan tres elementos que se relacionan entre sí: realidad, pensamiento y lenguaje.
A la identidad lógica entre la estructura de la realidad, la estructura del pensamiento y la estructura del lenguaje la llama isomorfia.
A) Estructura de la Realidad
El mundo que es un conjunto de hechos. Son hechos átomos, hechos independientes aislados. El mundo es todo lo que ocurre es la totalidad de los hechos no de las cosas, el mundo se divide en hechos. Los hechos son la combinación de objetos.
B) Estructura del Pensamiento
Interpreta la realidad el mundo: es como una pintura, que reproduce el paisaje de la realidad como el espejo del mundo. El pensamiento es el retrato-figura de la realidad pensada. Solo puede reproducir los hechos, tiene una estructura lógica.
C) Estructura del Lenguaje
El lenguaje es la expresión perceptible del pensamiento el lenguaje se expresa en proposiciones: La totalidad de las proposiciones es el lenguaje. Diferencia entre proposiciones y nombres: Los nombres designan a los objetos y las proposiciones describen los hechos. Las proposiciones las entendemos sin que se nos tenga que mostrar nada. La proposición pinta el hecho. El lenguaje tiene una armazón lógica que representa la armazón lógica del mundo.
La relación isomórfica entre realidad, pensamiento y lenguaje.
Hay realidades que no son hechos, realidades fácticas. Todo esto traspasa los límites del lenguaje. Lo afirma contundentemente. El significado del libro podría resumirse en esto: todo lo que puede decirse se puede decir con claridad y ante lo que no se puede hablar mejor callarse.
3.2.3 Breve Resumen del Tractatus
El Tractatus ha servido para mostrar lo que pretendía que la lógica es el lenguaje ideal. Lo que pretende Wittgenstein es demostrar los límites del lenguaje. El objetivo del Tractatus era demostrar que por encima del lenguaje hay otras muchas cosas que no pueden ser dichas en el lenguaje. La Filosofía de Wittgenstein es una teoría del lenguaje, y a partir de aquí discurre el mundo y el modo de expresarlo.
4.3 El Contenido Filosófico de su Obra: Investigaciones Filosóficas
Wittgenstein opta decididamente por el lenguaje ordinario. El lenguaje lógico, abandona, el isomorfismo, aceptación de los juegos del lenguaje común. La propia filosofía es un juego lingüístico: Los problemas filosóficos no son problemas sino enredos lingüísticos.
La obra de dos partes, entre los años 1941-45, la segunda se compone de 14 capítulos y abarca los años 1947-49.
4.3.1 La Teoría de los Juegos del Lenguaje
En el Tractatus se consideraba el lenguaje a través de la relación que la palabra tenía con la cosa referida por medio de una significación o una representación. Pero esta teoría de la significación tenía graves dificultades.
- El lenguaje es un instrumento que puede ser usado para múltiples acciones.
- Los juegos del lenguaje no tienen ninguna esencia común, ni notas las características comunes, definitorias de todos los juegos. Juegos son una forma de vida el lenguaje se emplea siempre en un entorno social en un acto común.
- El número de juegos es indefinido unos tienen vigencia otros caen en desuso. El uso no es en el lenguaje una regla sino la costumbre.
4.3.2 Las Reglas del Lenguaje
El lenguaje es como un juego siempre funciona con unas reglas. Hay muchos lenguajes y muchos juegos que responden a distintos enfrentamientos que el hombre tiene con las cosas con los acontecimientos de la vida. La práctica del lenguaje como la del juego supone la observancia de unas reglas más o menos convencionales que la hacen posible. En definitiva lo que interesa es más que las reglas del juego en sí mismas saber cómo hemos de usarlas.
4.3.3 El Concepto de Filosofía
En las Investigaciones se sigue concibiendo la Filosofía como una actividad cuya tarea consiste en trazar los límites del sentido: Ahora los límites de este sentido se establecen de acuerdo con los criterios que fijan los diversos usos o juegos del lenguaje. No existe un criterio de significación totalmente preciso, como en el Tractatus.
- Función terapéutica: sanear el lenguaje. Mostrar a las moscas el agujero de salida de la botella. A la mosca le basta para salir con ver la salida. Los problemas han podido surgir por los malentendidos o confusión de uso. El significado de una palabra no es unívoco, no es un reflejo exacto de una realidad, cosa, objeto sino el del uso que se le da en el lenguaje ordinario.
- Función descriptiva: mostrar la realidad ordinaria. La Filosofía debe disolver los problemas filosóficos no puede hacer otra cosa que describirlos no puede fundamentarlos. Lo que hacemos es devolver las palabras de su uso metafísico, al uso diario.