El Método
Relación con Platón y Hegel
En Platón, la dialéctica es el método que proporciona el razonamiento de las ideas, que tiene dos fases: una de ascenso hacia las ideas y otra de descenso. La primera fase consiste en pasar de la multiplicidad de las cosas sensibles a la universalidad y unidad de las ideas. La segunda fase, ya dentro del mundo inteligible, va de las ideas de menor importancia a la Idea del Bien.
En Hegel, el método dialéctico permite conocer la realidad en su desenvolvimiento, que tiene tres momentos: tesis, antítesis y síntesis. Este desarrollo se produce por contradicción entre las ideas.
Valoración de la Actualidad
La utilización del método se hace imprescindible tanto en la ciencia como en la filosofía. En las ciencias formales se utiliza el método deductivo, que parte de los axiomas para obtener deductivamente las verdades (teoremas). En las ciencias empíricas se utiliza el método experimental o hipotético-deductivo. El método también es importante para llevar a cabo una empresa o dirigir nuestra vida.
La Duda Metódica
Relación con los Escépticos y Ortega
Para los escépticos, la duda es algo de lo que no se puede salir. Como doctrina teórica, no es un saber seguro, y como doctrina práctica, se niega a adherirse a ninguna opinión determinada.
Para Ortega y Gasset, la duda tiene un carácter vital y es un modo de la creencia; pertenece al estadio de la vida. Se duda porque se está entre dos creencias antagónicas. La duda de Ortega supone estar cayendo continuamente en el abismo, una realidad en la que el hombre no puede sostenerse.
Valoración de la Actualidad
La duda, como método, es un procedimiento crítico necesario para averiguar los errores, aplicable tanto al conocimiento como a nuestras vidas. Aplicada al conocimiento, permite detectar qué caminos son inadecuados. Aplicada a la vida, favorece una mejor deliberación, la superación de alternativas y una mejor elección de las acciones. Nos evita decidir a ciegas, nos impulsa a buscar más información, a deliberar y a reflexionar. En general, aplicada a la vida, nos permite obtener más seguridad.
El Cogito
Relación con Platón y Ortega
El cogito se relaciona con el nous, una idea platónica de la mente. Para Platón, el conocimiento adecuado es el nous, no los sentidos. El nous es la facultad del alma que conoce las ideas; se trata de un conocimiento intuitivo (noesis) frente al conocimiento matemático. Ambos tipos de conocimiento se refieren al mundo inteligible y conforman la episteme. El mundo sensible, en desarrollo continuo, no puede darnos un conocimiento verdadero.
Ortega y Gasset concibe el yo no de forma abstracta como Descartes, sino como un yo realmente existente que se hace a sí mismo. Es un yo que requiere de la circunstancia, pero que no se reduce a ella, de ahí su frase: «Yo soy yo y mi circunstancia».
Valoración de la Actualidad
La importancia dada por Descartes al yo pensante (cogito) destaca la función del sujeto en el conocimiento. La mente humana no es un espejo donde se refleja la realidad. El carácter del yo pensante se ha ido acrecentando en la filosofía moderna. Se puede establecer una línea de avance entre Descartes y Kant: del cogito, ergo sum cartesiano se pasa al cogitans sum kantiano. Una interpretación extrema del cogito es el idealismo de Hegel.
El Dualismo Antropológico
Relación con Platón y Aristóteles
Para Platón, el hombre se divide en cuerpo y alma. El alma es más importante y la unión es accidental. Para Aristóteles, la unión es sustancial: no hay forma sin materia ni materia sin forma. El alma es también el principio de vida.
Valoración de la Actualidad
Tendemos a separar los fenómenos corporales de los mentales, ya que la conducta humana es compleja. El desarrollo cultural ha mostrado una estrecha relación entre el funcionamiento del cuerpo y la mente, aunque los resultados sean diferentes. El pensamiento sucede como si nada corporal interviniera, pero el cerebro está continuamente en acción, aunque su funcionamiento sea desconocido. El dualismo cartesiano entiende al hombre compuesto de dos sustancias completamente distintas.
El Criterio de Verdad o de Certeza
Relación con Platón y Hume
Para Platón, la verdad se encuentra solo en el mundo inteligible; solo el conocimiento de las ideas es verdadero porque se refiere al ser, a la esencia de las cosas.
En Hume, el criterio cartesiano de verdad, basado en la evidencia intelectual, es sustituido por el criterio de la evidencia sensible. Es verdadero lo que se presenta en la experiencia (las impresiones). Las ideas son reflejo de esas impresiones.
Valoración de la Actualidad
En filosofía no existe un solo criterio de verdad. Así como se utilizan diversos métodos, se aplican diversos criterios de verdad: el criterio cartesiano de la evidencia, el criterio de adecuación (algo es verdadero cuando existe correspondencia entre lo que se piensa y lo que existe), el criterio de verificación (algo es verdadero si es verificable en la experiencia) y el criterio de coherencia (algo es verdadero cuando no existe contradicción). En nuestra vida, también necesitamos un criterio cuando nuestras actividades se hacen más complejas, no solo en el conocimiento, sino también en la creación, que nos sirva de guía para orientarnos.
Existencia de Dios
Relación con Santo Tomás, Hume y Kant
Las demostraciones cartesianas se relacionan positivamente con San Agustín, San Anselmo y Santo Tomás de Aquino, y negativamente con Hume y Kant.
Santo Tomás formula cinco vías para demostrar la existencia de Dios, basadas en el análisis de cinco fenómenos de la experiencia: 1) el movimiento, 2) el orden de actuación de las causas eficientes, 3) la contingencia de las cosas, 4) los grados de perfección y 5) el ordenamiento de las cosas. Todas siguen el mismo esquema: a) se parte de la observación de un hecho de experiencia, b) se aplica el principio de causalidad, c) se muestra la imposibilidad de una relación causal infinita y d) se concluye la existencia de Dios. A diferencia del argumento ontológico, que es a priori, las pruebas tomistas son a posteriori.