1.1 Antropología: Filosofía y Saber del Ser Humano
Antropología: saber o ciencia acerca del hombre. El término viene del griego:
- -logía significa saber o ciencia
- El sustantivo anthropos significa hombre, pero no debemos caer en el androcentrismo y concebir hombre en oposición a la mujer.
Hay dos maneras de enfocar la antropología de la educación:
- Plantear los parámetros generales del ser humano como ser educable y educando.
- Preguntarse por los modos en que una sociedad transmite su cultura.
Podemos clasificar la antropología en:
- AC: Estudia al hombre con un método científico
- AF: Estudia al hombre como objeto de reflexión filosófica.
En la antropología el objeto de estudio es el propio sujeto, es decir, el hombre. Hay distintas disciplinas que estudian al hombre como las humanidades o las ciencias humanas, pero ninguna de ellas estudia al hombre como tal.
Nos estudiamos porque el hombre necesita saber lo que es para serlo, necesita saber qué es humano para así saber qué es inhumano y no ser una bestia. Para educar es imprescindible humanizar, por eso la damos en esta carrera.
La pregunta antropológica ¿qué es el hombre? nace con Kant. Los planteamientos antropológicos tradicionales se centran en el estudio de la naturaleza más que en el hombre. Éste es considerado como un elemento más de la naturaleza, importante pero dentro siempre de un orden que hay que respetar.
Ejemplo: Griegos: El ser humano es un animal racional ocupando un lugar dentro del cosmos.
A partir de los siglos XV y XVI, con la modernidad, se producen cambios en el conocimiento humano:
- La ciencia se desvincula de la filosofía que a su vez dependía de la religión. La física se independiza de la filosofía para fundar un método propio con Galileo.
- Con el nacimiento del hombre moderno el hombre es considerado como centro del mundo, la pieza más importante.
- La Naturaleza pasa de ser el sujeto a ser el objeto observado, dejando ese papel de SUJETO al hombre que sabe, conoce, el que disecciona el cuerpo humano, somos como dioses.
Pero solo se puede convertir el cuerpo en objeto de estudio (diseccionar el cuerpo), si se separa la naturaleza del espíritu.
Este camino comienza con Descartes. Es el primero que sale del cosmos y que considera que el hombre solo se tiene a sí mismo. Y desde sí mismo reconstruye el mundo según las leyes de la razón.
La filosofía moderna no sitúa al hombre dentro de un orden sino como sí mismo, independiente. Sin embargo, el hombre necesita de un orden para vivir, no podemos vivir en el desorden.
El hombre pertenece a una especie, quizá la única, que puede transgredir las leyes naturales.
En la historia de la humanidad ha habido una pregunta doble acerca del hombre:
- ¿Qué identidad tiene el hombre en el mundo?
- ¿Cómo se identifica con respecto a los demás?
Hoy está claro que la construcción de la identidad del hombre depende de la sociedad que nos rodea y de la cultura en la que nos criamos.
1.2 La Originalidad de la Pregunta Antropológica
Todas las ciencias, lo primero, deben definir su objeto: delimitar su campo de estudio. La filosofía se pregunta qué es lo que diferencia al ser humano de todos los demás seres (la pregunta antropológica). Decimos que el hombre es inteligente, racional, esto se demuestra en su capacidad para resolver problemas, tiene que preguntarse quién es, qué vida quiere llevar y hacerse cargo de sí mismo. Tiene conciencia de que es un ser problemático, no tiene claro su objeto; no sabe qué es el hombre y se lo pregunta. La antropología contemporánea parte de la conciencia de que el hombre es un ser indefinido. Veremos que el hombre se hace y se transforma a lo largo de la historia. El hombre puede ser estudiado como tema o como problema. Las respuestas dadas a lo largo de la historia de la filosofía a la pregunta ¿qué es el hombre?, se agrupan en:
- Las dogmáticas, que tienen clara la respuesta, para ellas el hombre es un tema.
- Las que preguntan, o abiertas, para las que el hombre no es un tema, es un problema.
El hombre como tema:
En el pensamiento tradicional, las culturas antiguas, las religiones tenían una idea clara del hombre y tenían claro el puesto del hombre en el mundo. Exponían que hablar del hombre es simplemente dar cuenta de su puesto. Ejemplo: los griegos, la Biblia y el hombre de la Edad Media.
El hombre como problema:
Es el hombre (no Dios o la Naturaleza) quien pone en claro las leyes con la observación, el orden de nuestro puesto en el mundo somos nosotros mismos. Descubrimos las leyes y las usamos para nuestras necesidades. No es hablar solo del puesto del ser humano en el mundo. Ya no cabe responder que somos hijos de Dios y por tanto tenemos que obedecerlo. Dependemos de nosotros mismos, de la ciencia.
En último término, el hombre de nuestro tiempo ha pasado de ser un tema, a ser un doble problema:
- En lo físico, ¿cuál es el origen del cuerpo y de la vida?
- En lo espiritual, antes era obvio que teníamos un espíritu creado a imagen de Dios pero ya no. Hoy en día el hombre resulta más que nunca muy problemático para sí mismo.
El ser humano no es como los demás seres, no es una cosa más. La idea de hombre no se forma a partir de las ciencias empíricas. Para entender al hombre hay que ir más allá de lo predeterminado, de lo fisiológico, de lo instintivo, que es el límite que no pueden atravesar las ciencias.
Los conocimientos científicos nos dan muchos datos de diversos aspectos del hombre, pero no llegan al núcleo de la persona, al concepto unificador de lo que constituye el ser humano.
Debemos buscar un criterio unificador porque:
- De ello depende que tenga sentido hablar de la dignidad de las personas y de los derechos humanos (igualdad, respeto…). De las ciencias empíricas no se pueden extraer principios de comportamiento. El hombre es el único animal que necesita saber quién es para serlo y así actuar humanamente y no actuar como lo que no es, un monstruo. Es una exigencia ética y política de la ciudadanía moderna el encontrar una definición esencial de eso por lo que el hombre es hombre a diferencia de las culturas primitivas, donde esto no era así, donde todo estaba dado de antemano. El primer paso para torturar y matar a una persona es despersonalizarla, no verla como tal sino como una cosa. Es negar la humanidad del otro, «ese es un cerdo, no es como nosotros«. La deshumanización se produce cuando las personas son incapaces de ver al prójimo en el otro, cuando lo tortura, lo mata.
- También podemos plantear la situación por la identidad personal, por el ¿Quién soy yo? Preguntar qué es el hombre es preguntar quién es el sujeto, el fundamento de todas las ideas, sensaciones, emociones… La antropología se pregunta en qué consiste la existencia humana, qué es lo humano, porque lo propiamente humano es igual para todos.
Finalmente obtenemos que no existe el hombre, sino hombres de carne y hueso individuales y únicos. Pero el problema es que si el hombre observa al hombre el sujeto se convierte en objeto. ¿Esto es posible, cuando lo que buscamos es saber en qué consiste el sujeto?