Antropología y Pensamiento Político de Platón: Alma, Sociedad y Utopía

La Concepción Platónica del Ser Humano

La concepción platónica del ser humano está muy influida por sus ideas religiosas (órfico-pitagóricas). Es en el mito del carro alado (Fedro) donde expone su visión alegórica acerca del alma y del ser humano. Según Platón, el alma existía independientemente del cuerpo, sola, revoloteando alrededor del Mundo de las Ideas; pero, arrastrada por la pasión, cae a la tierra y se funde con un cuerpo material, dando lugar al ser humano tal y como lo conocemos. Sin embargo, esa fusión (entre alma y cuerpo) no es perfecta, sino imperfecta, porque es un “accidente”, producto de una “caída”. El alma no forma una unión armoniosa con el cuerpo, sino que es un objeto extraño; el cuerpo es una “cárcel” para el alma (visión órfica) y lo que tiene que hacer ésta es liberarse. ¿De qué forma? La muerte es la liberación total, por eso se ve con cierta alegría. Sin embargo, mientras se está vivo y sin recurrir al suicidio, lo más propio es llevar una vida filosófica que es muy parecida a la del asceta: rechazar placeres corporales, meditación, austeridad, frugalidad, silencio…

Características:

  • Dualismo radical entre alma y cuerpo
  • Es una unión imperfecta, “accidental”
  • La preexistencia del alma implica dos ideas:
    1. La inmortalidad del alma
    2. “Conocer es recordar” (teoría de la reminiscencia)
    3. La existencia de las Ideas

Partes del Alma

Alma con tres partes:

  1. Parte racional: la razón es la parte más importante y su función es dirigir.
  2. Parte irascible: temperamento o carácter (pasiones nobles).
  3. Parte concupiscible: apetitos o deseos (pasiones menos nobles).

Relación entre Alma y Teoría Político-Social

Relación entre su doctrina del alma y su teoría política-social: Hay una estrecha relación entre ambas. Platón va a hacer una clasificación social, con un orden jerárquico de los individuos colocándolos en distintos puestos de la sociedad según la parte del alma que prevalezca en cada uno de ellos. Por ejemplo: en el que domine la parte racional, irá destinado a ser el gobernante; el que tenga un fuerte temperamento, a ser guardián; la escala más baja, los productores, que serán dominados por la parte concupiscible del alma.

La Política en Platón

Indudablemente, sus ideas políticas están muy influenciadas por la situación histórica tan convulsa que le tocó vivir (Guerra del Peloponeso con la consiguiente derrota de Atenas y sus consecuencias trágicas: gobierno de los Treinta Tiranos, la vuelta de la democracia y la muerte de Sócrates). Hay que señalar la decepción política que padeció en su juventud a raíz de esos hechos antes comentados. Pero, mejor será escuchar al propio Platón: “Siendo yo joven, pensé dedicarme a la política tan pronto como llegara a ser adulto y he aquí a los acontecimientos de mi patria a los que hube de asistir. Se produjo una revolución, instaurándose un gobierno de Treinta Caudillos con plenos poderes sobre la ciudad. Se daba la circunstancia, de que algunos de ellos, eran parientes míos. Dada mi juventud, yo pensé que ellos iban a gobernar la ciudad de una forma justa llevándola a un orden mejor. Pero pronto observé que no fue así, sino que cometieron excesos, violencia e injusticias. Poco después cayó la tiranía y de nuevo, aunque ya menos impetuoso, me arrastró el deseo de volver a la política. Por tratarse de un período turbulento, ocurría también bajo aquel gobierno muchas cosas injustas y ciertas gentes se tomaban venganzas de sus adversarios. Dio también la casualidad de que algunos de los que estaban en el poder llevaron a los tribunales a mi amigo Sócrates, acusándolo de impiedad y de otros cargos, condenándolo a muerte. Al observar estas cosas y a los hombres que ejercían los poderes públicos, consideraba que era algo muy difícil y complejo administrar los asuntos públicos con rectitud y que era algo excepcional encontrar hombres dignos de confianza, pues no solamente se corrompían los hombres sino también las leyes. De esta suerte, yo que al principio estaba lleno de entusiasmo por dedicarme a la política, terminé por horrorizarme y si bien no prescindí de reflexionar sobre la manera de poder introducir una mejora en ella, sí alejé el deseo de intervenir activamente”. Esta decepción hace que rechace ser un político activo y se dedique a la reflexión filosófica, por ello, su filosofía contiene una clara finalidad política. El programa político que propone Platón no son ligeras o moderadas reformas, sino que se presenta como un reformador radical. Platón, en cierto sentido, es un “nostálgico”, porque sueña con devolverle a Atenas la gloria de tiempos pasados. El programa político que presenta Platón se ha interpretado como “utópico” y se puede aceptar que sea así si lo entendemos como algo para mejor y no como algo irrealizable. Platón no pensaba que fuera algo irrealizable y, aunque sabía que era muy difícil de llevar a cabo, estaba convencido de que era posible y de hecho sus viajes a Siracusa así lo demuestran. Por otro lado, en la antigüedad era muy normal encargarle a un pensador la realización de una constitución para una nueva polis o colonia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *