Vida y Obra de Aristóteles
El interés de Aristóteles por la biología lo llevó a comenzar su aprendizaje en la medicina. Se trasladó a la Academia de Platón, donde প্রথমে fue alumno y, posteriormente, profesor. Le atraía especialmente el debate y la reflexión. Defendía una oratoria cargada de contenido, llegando a convertirse en el primer profesor de retórica, lo que provocó que los profesores de Macedonia lo expulsaran de la Academia.
Debido a problemas políticos, emprendió un arduo viaje por las tierras griegas. Durante su estancia en Aso, se dedicó a observar, catalogar y describir animales, realizando importantes estudios en ciencias naturales. Este enfoque científico lo distanció de muchas posiciones platónicas. Se trasladó a Macedonia por su hijo, pudiendo cumplir por fin el sueño de Platón: unir el poder político con el intelectual.
El Liceo
Aristóteles regresó a Atenas para fundar una nueva escuela, estableciendo un centro alternativo a la Academia con el nombre de Liceo, donde él impartía clases. Tuvo una estrecha relación con Alejandro Magno, de quien fue maestro, pero esta relación terminó por un desacuerdo. Tras la muerte de Alejandro, Aristóteles fue acusado de impiedad.
El Corpus Aristotelicum
Muchos de los libros que se encontraban en Roma fueron ordenados y difundidos por un director del Liceo bajo el nombre de Corpus Aristotelicum. Se considera que sus escritos son esotéricos y se pueden clasificar en diferentes áreas: lógica, ciencias naturales, psicología, física, metafísica, ética, política y estética.
Crítica a la Teoría de las Ideas de Platón
El contacto entre Platón y Aristóteles es innegable, así como la influencia del primero sobre el segundo. Sin embargo, ambos tuvieron diferencias significativas. Esta divergencia simboliza las distintas posiciones, inclinaciones y concepciones que los separaban. Mientras Platón se centraba en el interés abstracto e inmutable del mundo de las Ideas, Aristóteles se inclinaba hacia el mundo sensible y palpable que nos rodea.
Platón sostenía que el mundo que nos rodea no es más que una copia imperfecta del mundo de las Ideas, por lo que, si llegamos a comprender estas últimas, podremos entender lo que vemos. Para él, las Ideas son aquello que hace inteligible al mundo físico porque constituyen la esencia de las cosas.
Como discípulo de Platón, Aristóteles inicialmente adoptó su concepción de la realidad. Con el tiempo, le surgieron dudas y, a medida que maduraba intelectualmente, identificó algunos de los inconvenientes de la teoría platónica:
- Si todo lo que nos rodea son copias imperfectas del mundo de las Ideas, debe existir un modelo perfecto en dicho mundo. Aristóteles no admitía la posibilidad de que existiera una Idea perfecta de valores negativos como la corrupción o la violencia.
- Si todo lo que existe en el mundo es lo que es porque se dice que la esencia de cada cosa es la Idea de la que participa, Aristóteles no podía aceptar que la esencia de cada cosa, su causa, se encontrase fuera de dicha cosa.
- La teoría platónica no explicaba satisfactoriamente el movimiento y el cambio, características fundamentales del mundo material y sensible.
El Argumento del Tercer Hombre
Aristóteles formuló una crítica a la teoría de Platón conocida como el «argumento del tercer hombre». Según Platón, todos los hombres son llamados así (F1) debido a su participación en la Forma del Hombre. Aristóteles argumentaba que esto implicaría la necesidad de una nueva Forma (F2) de la que participasen tanto los hombres individuales como la propia Forma del Hombre (F1), y luego una tercera Forma (F3) que abarcara a todos los hombres y a F2, y así sucesivamente.
Este razonamiento conduce a una regresión infinita, lo que llevó a Aristóteles a considerar inválida la teoría de las Formas de Platón.
Metafísica: Más Allá de la Física
La observación y el análisis de la naturaleza eran las grandes pasiones de Aristóteles. Su explicación de la naturaleza y el cambio, así como su concepción del ser, son fundamentales para comprender su filosofía.
El Problema del Cambio
La primera preocupación de los filósofos presocráticos fue encontrar una explicación racional del mundo que les rodeaba. La naturaleza era un objeto de investigación en relación con el cambio y el movimiento. Se percataron de que la realidad es diversa, múltiple y está en constante transformación.
Heráclito y Parménides abordaron esta cuestión de manera opuesta: Heráclito afirmaba que todo está en constante cambio y transformación, mientras que Parménides sostenía que el cambio es imposible, ya que implica el paso del ser al no-ser o viceversa. Según Parménides, nuestros sentidos nos engañan y las transformaciones que percibimos son solo una ilusión.
La teoría platónica intentaba sintetizar ambas posturas: el mundo sensible se encuentra en constante transformación, mientras que el mundo abstracto y perfecto de las Ideas se caracteriza por la eternidad.
Materia, Cambio y Privación
Aristóteles propuso que en todo cambio hay tres elementos: la materia (aquello que permanece), la forma (aquello que surge del cambio) y la privación (aquello que se pierde).
Teoría del Conocimiento de Aristóteles
Aristóteles discrepaba de la idea platónica de que el conocimiento se basa en el recuerdo (reminiscencia). Sostenía que todo nuestro conocimiento se adquiere a través de la información proporcionada por los sentidos y las demás facultades humanas.
Ambos filósofos coincidían en la posibilidad de alcanzar un conocimiento firme, seguro y universal (optimismo epistemológico). Sin embargo, sus concepciones del proceso de conocimiento diferían: Platón defendía un dualismo que implicaba un alejamiento de lo sensible, considerando la epistemología platónica como sinónimo de apariencia. Aristóteles, por el contrario, afirmaba que no solo no debemos alejarnos de las cosas sensibles y materiales, sino que estas son las únicas que pueden acercarnos al verdadero conocimiento.
Los sentidos recuperan su valor, aunque el conocimiento sensible no es suficiente por sí solo. A partir de las imágenes que nos proporcionan los sentidos, llegamos a la Idea, que es lo que nos proporciona un conocimiento objetivo y universal.
La Organización Política según Aristóteles
Tanto Aristóteles como Platón consideraban que la ética y la política son inseparables. La ética se encarga de organizar y orientar el comportamiento individual, mientras que la política organiza la vida y el comportamiento colectivo. Ambas tienen el mismo objetivo: el bienestar y la felicidad.
La ética está subordinada a la política, ya que depende de ella. Aunque el bien individual es importante, el bien común es preferible, puesto que necesitamos relacionarnos y pertenecer a una sociedad para alcanzar la felicidad.