Aristóteles, Empirismo, Descartes y Platón: Ideas Clave de la Filosofía

Explorando las Ideas Fundamentales de Aristóteles, el Empirismo, Descartes y Platón

1. Aristóteles: El Ser Humano como Animal Social y Político

Para Aristóteles, el ser humano es un animal social y político. La convivencia forma parte de su esencia, y la Polis es la comunidad humana natural por excelencia. Esto se debe a dos motivos:

  • Garantiza la subsistencia individual al proporcionar los recursos básicos.
  • Garantiza el desarrollo de las capacidades humanas.

El ser humano es el único animal que habla, ya que posee por naturaleza un lenguaje que es el vehículo de la convivencia. Este lenguaje permite fundar la Polis y solventar los problemas que surgen en ella. Por eso, Aristóteles considera que la Polis es anterior a los ciudadanos y que sin ciudad no hay personas.

2. El Empirismo: El Conocimiento a Través de la Experiencia

En un sentido amplio, el concepto de empirismo se refiere a cualquier pensamiento que establece que el conocimiento humano depende de la experiencia. Por lo tanto, serían empiristas Aristóteles en la antigüedad y Guillermo de Ockham en la Edad Media. Sin embargo, en sentido estricto, el empirismo es una corriente filosófica británica que surge como reacción al racionalismo. Ambos sistemas filosóficos, aunque opuestos, tienen en común que hacen del conocimiento el problema filosófico fundamental.

Los empiristas aceptan de Descartes que el entendimiento conoce de manera directa las ideas, pero no están de acuerdo con el origen de las mismas. Para el racionalismo, las ideas son innatas, mientras que para el empirismo proceden de la experiencia.

Características del Empirismo:

  • La experiencia es el origen y límite de nuestro conocimiento. La razón nada puede hacer sin la información de los sentidos, por lo que, aunque sepa muchas cosas, solo tenemos un conocimiento probable, siendo imposible el conocimiento de la metafísica.
  • Negación de las ideas innatas. No existe ninguna idea previa a la experiencia. El entendimiento es una hoja en blanco que se va rellenando con la información de los sentidos.
  • Las ciencias experimentales son la base del conocimiento. Frente a la deducción racionalista, el empirismo apuesta por el método inductivo, ya que es más adecuado para el conocimiento de la naturaleza. Galileo y Newton ya habían demostrado que la observación y la experimentación eran el camino para el desarrollo de este tipo de ciencias.
  • La razón crítica sustituye a la razón dogmática del racionalismo. Su poder es limitado, y es la misma razón la que examina sus propios límites. Por lo tanto, no se niega su papel en el proceso de conocimiento.

Al margen del conocimiento, los filósofos empiristas también reflexionan sobre los derechos del individuo y el origen de la sociedad. Su pensamiento político inspiró a la Ilustración Europea, y sus ideas sobre los derechos inalienables del individuo están en la base de muchas constituciones en la actualidad. Ambos, Hobbes y Locke, parten de una idea de estado de naturaleza, en el que se encuentran los hombres previo a la sociedad civil, encaminados a justificar dos modelos diferentes de estado: Hobbes el absolutismo y Locke el liberalismo.

3. Descartes: El Método y la Razón

Para Descartes, la razón conoce gracias a dos operaciones:

  • Intuición: Es un instinto natural que permite conocer un concepto con claridad y distinción.
  • Deducción: Es una cadena de conexiones necesaria en la cual, a partir de conceptos conocidos con certeza, llegamos a otros.

El método consiste en una serie de reglas para el empleo correcto de estas dos operaciones de la mente. Descartes enumera cuatro reglas:

  1. Evidencia: Hay que admitir únicamente como verdadero aquello que se presente a la mente con claridad y distinción.
    • Idea clara: la mente la percibe sin obstáculos.
    • Idea distinta: la percibe separada de otras.
  2. Análisis: Hay que dividir cada uno de los conocimientos en el mayor número de partes posibles y necesarias para resolverlos mejor y llegar a la evidencia.
  3. Síntesis: A partir de estas ideas simples y evidentes, comenzaremos el proceso de deducción mediante una cadena de intuiciones hasta reconstruir los conocimientos más complejos.
  4. Enumeración: Hay que revisar y comprobar todo el proceso de análisis y de síntesis.

Estas reglas suponen poner en duda todo el saber tradicional y aceptar únicamente aquellos principios que resistan toda crítica.

4. Platón: El Demiurgo y la Explicación Teológica del Universo

En su última etapa, Platón recoge muchos elementos de la filosofía presocrática. Identifica el cosmos con la realidad sensible y, como de ella no es posible hacer ciencia, la explicación que aparece en “El Timeo” la califica como verosímil.

Recurre a la figura del Demiurgo (inspirada en el Nous de Anaxágoras) para realizar esta explicación. Lo define como una inteligencia ordenadora que ha ordenado una materia caótica y eterna en un espacio también eterno y siguiendo como modelo el mundo de las ideas. Surge así un universo ordenado, y gracias a la bondad del Demiurgo, el mejor y más bello de los mundos posibles, pero que también es imperfecto debido a la imperfección de la materia. El Demiurgo da forma al cosmos como un gran organismo vivo al que dota de alma, un alma del mundo que todo lo mueve. Toma del Pitagorismo la perspectiva matemática con la que explica el movimiento y de Empédocles su teoría de los 4 elementos que forman los cuerpos sensibles. Además, piensa que las almas de los seres humanos están hechas del mismo material que el alma cósmica y por ello son divinas aunque participen de ambos mundos.

Platón introduce una explicación teológica del universo por primera vez en la historia, ya que el Demiurgo actúa con una finalidad que es la de trasladar a la materia el orden y la belleza de las Ideas. Por tanto, no se trata de un Dios creador, sino que simplemente es una figura divina que ordena la materia a partir de unos elementos que ya existían. Además, la idea de creación a partir de la nada es ajena a la mentalidad griega.

5. Descartes: El Cogito y la Metafísica

Formuladas las reglas del método, Descartes ya se encuentra en condiciones de construir los cimientos del saber, o lo que es lo mismo, su metafísica. Para ello, tomará como punto de partida una primera verdad evidente de la que no es posible dudar, y esta primera verdad evidente será la sustancia pensante: Pienso, luego existo.

Es posible que nos engañemos en todo cuanto pensamos, pero para ello es necesario admitir que dudo, y si dudo pienso, y si pienso, por lo tanto, existo. Por ello, el cogito, ergo sum, la mente, lo intuye como una relación necesaria entre pensar y existir. Al afirmar una propia existencia, solo afirmo la existencia de una cosa que piensa, por lo que todo lo que mi mente pensante percibe o piensa sigue siendo objeto de duda, incluso la existencia de mi propio cuerpo. Por ello, todo esto tendrá que ser probado a partir de esta primera verdad evidente de la que no es posible dudar.

Descartes encuentra en el cogito un ejemplo de certeza indudable y un criterio de verdad que aplicar a partir de ahora, que es el principio de la evidencia. Por lo tanto, comienza la fase deductiva de su sistema, lo que es lo mismo, parte del pensamiento para demostrar la realidad. Analizando su pensamiento, encuentra las ideas que piensa el yo, pero no puede garantizar la existencia de su realidad. El cogito garantiza la realidad subjetiva de las ideas, pero no su realidad objetiva, ya que no puede asegurar que los objetos que representan existen fuera de mi mente. Por ello, investiga el origen de las ideas y las clasifica en tres puntos:

  • Ideas adventicias: son ideas que me llegan de la experiencia externa (ideas de árbol o caballo).
  • Ideas facticias: las construye la mente a partir de otras ideas (ideas que crea la fantasía, como ideas de centauro que no existe en la realidad).
  • Ideas innatas: son ideas claras y distintas que no construye la mente ni proceden de la experiencia, sino que el entendimiento las encuentra en sí mismas (ideas de infinito).

Los dos primeros tipos de ideas proceden de la realidad exterior, todavía sin demostrar, por lo que el único hilo de investigación que le queda a Descartes son las ideas innatas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *