Aristóteles: Un Vistazo a su Vida y Obra
El Conocimiento según Aristóteles
Aristóteles, filósofo griego de la época de Alejandro Magno, dividió el conocimiento en dos ramas: la teórica (filosofía primera, física, ciencia natural) y la práctica (ética, política, retórica, poética). Su obra «Metafísica» explora la rama teórica, comenzando con la famosa frase «todo hombre aspira por naturaleza a conocer». En esta obra, Aristóteles analiza las ideas de filósofos anteriores, como Empédocles y Demócrito, continuando algunas y criticando otras.
Críticas a Platón y la Teoría Hilemórfica
Aristóteles criticó a su maestro Platón por complicar la comprensión de la realidad. A diferencia de Platón, quien dividía el mundo en dos, Aristóteles se basó en la observación y la razón para explicar el mundo físico que nos rodea. Para él, la realidad se compone de substancias (seres físicos con materia y forma) y accidentes (características de las substancias). Esta idea se conoce como la teoría hilemórfica, que explica la composición de la realidad física.
Materia Prima y Materia Segunda
Aristóteles distinguió entre materia prima (sin forma ni definición) y materia segunda (con forma y definición). Influenciado por Empédocles, Aristóteles adoptó los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Las substancias pueden cambiar de dos maneras: de forma sustancial (generación y corrupción) y de forma accidental (cantidad, localidad o cualidad). Estos cambios requieren una potencia que se convierte en acto gracias a un motivo o causa.
Explorando la Física y el Movimiento
Aristóteles estudió la naturaleza, distinguiendo entre objetos naturales (con principio de movimiento propio) y artificiales (con principio de movimiento externo). Dentro de los naturales, se encuentran los seres animados e inanimados. Aristóteles se centró en los inanimados y su movimiento, identificando tres tipos:
- Circular (planetas)
- Rectilíneo natural (agua, aire, elementos)
- Rectilíneo horizontal (no existe, a menos que sea forzado)
El Universo según Aristóteles
Basándose en el movimiento, Aristóteles dividió el universo en dos sectores: el mundo supralunar (movimiento circular, Luna, planetas, Sol) y el mundo sublunar (movimiento rectilíneo vertical, Tierra). Para explicar la ausencia de vacío, Aristóteles propuso la existencia del «éter». Los movimientos circulares y terrestres presentaron problemas que fueron resueltos posteriormente por su discípulo Ptolomeo. En el mundo sublunar, los cuerpos se mueven para ocupar su lugar natural, como el aire que sube y el agua y las rocas que bajan.