Aristóteles: Física, Metafísica, Ética y Política
Física y Metafísica: La Búsqueda del Saber Puro
Aristóteles: Física y Metafísica constituyen lo denominado ciencias teoréticas, que buscan el saber puro. La Metafísica se divide en:
- Ontología: El estudio del ser, que coincide con la sustancia. Las diferentes formas de presentarse la sustancia son los accidentes.
- Teología: El estudio y reflexión del primer motor inmóvil.
Aristóteles, a partir de la crítica a Platón, va conformando su teoría del hilemorfismo, donde trata de superar el dualismo platónico al afirmar que hay un único mundo real, en el que vivimos, formado por individuos concretos, es decir, sustancias primeras, y podemos ordenarlo y definirlo mediante las sustancias segundas (especie y género). Este filósofo defiende la sustancia como un compuesto hilemórfico de materia y forma. La materia y la forma no se pueden separar en la realidad, solo en el pensamiento. Esta separación la hicieron los primeros filósofos al hablar del “arché”.
En Aristóteles, el movimiento no es lo mismo que el cambio. Defiende que el movimiento es el paso del ser en potencia, que implica posibilidad, al ser en acto, que es la actualización de una posibilidad. Solo en el trayecto del ser en potencia al ser en acto podemos hablar de movimiento. Aristóteles denomina a Parménides “negador del movimiento”, ya que solo aceptaba la existencia del no-ser absoluto, no se es, ni se puede llegar a ser. Aristóteles defendía la existencia de una categoría intermedia, el no-ser relativo, es decir, no se es, pero se puede llegar a ser.
Según Aristóteles, para que haya cambio tiene que haber tres elementos: sujeto del cambio, privación de una forma y adquisición de una nueva forma. Existen dos tipos de cambio:
- Cambio Sustancial: Supone la desaparición de una sustancia y la aparición de otra nueva.
- Cambio Accidental: Afecta a los accidentes, es decir, a las diferentes formas de presentarse la sustancia. Los cambios accidentales pueden ser:
- Cualitativos: Cambian las cualidades de la sustancia.
- Cuantitativos: Cambia la cantidad.
- Locales: La sustancia cambia de posición.
Aristóteles distingue 4 tipos de causas:
- Causas Intrínsecas (explican el ser estéticamente):
- Causa Material: Aquello de lo que está hecho algo.
- Causa Formal: La esencia de las cosas, lo que hace que la materia sea algo determinado.
- Causas Extrínsecas (explican el ser dinámicamente):
- Causa Eficiente: Aquello de donde surge el principio primero del cambio o reposo.
- Causa Final: Aquello para lo que es algo, el fin hacia el que apunta el cambio. Aristóteles es el primero en considerar la causa final.
Aristóteles define al ser humano como un compuesto hilemórfico de materia y forma, estos compuestos presentan una unión sustancial; en cambio, en Platón presentaban una unión accidental. Además, Platón defendía la existencia de un alma inmortal y dos mortales. Aristóteles no cree en la inmortalidad del alma y distingue 3 tipos:
- Alma Racional: Propia del ser humano, su función fundamental es la racionalidad. Incluye a las otras dos.
- Alma Sensitiva: Propia de los animales, tiene como función la sensación. Incluye a la vegetativa.
- Alma Vegetativa: Propia de las plantas, tiene funciones básicas pero necesarias, como la nutrición o reproducción.
Ética y Política: La Acción y la Toma de Decisiones
Al igual que Platón, Aristóteles no separa Ética y Política, que constituyen lo denominado ciencias prácticas, que tenían como finalidad la acción política y la toma de decisiones. El comportamiento humano se divide en forma, que es la intención que tenemos, y materia, que es el resultado de nuestro comportamiento. Según esta división del comportamiento, las teorías éticas pueden ser:
- Éticas Materiales: Tienen como fin la felicidad.
- Éticas Formales: Se centran en cómo debemos actuar.
Aristóteles inaugura las éticas materiales, que buscan la felicidad. Según él, la felicidad no es un medio para conseguir un fin, ya que es un fin en sí misma. La felicidad se consigue mediante la práctica de la virtud, la virtud es un hábito operativo bueno. La virtud es el punto medio entre dos extremos viciosos, por exceso o por defecto. Por ejemplo, debemos actuar con valentía, que es el punto medio entre la cobardía y la temeridad.
Algunos consideran que la felicidad está en el placer, estos son los hedonistas, y según Aristóteles, se mueven a partir de instintos primarios. Otros consideran que la felicidad está en el éxito, reconocimiento social o riqueza, y estos se mueven por fines individuales.
Tenemos que partir del hecho de que Aristóteles considera que el ser humano es pasional, ya que tiene tres almas: la vegetativa y sensible representan el lado pasional, y el alma racional, el lado racional, que incluye las otras dos almas. Como el ser humano es racional y pasional, según Aristóteles las virtudes son:
- Éticas: Si están relacionadas con el lado pasional, como la fortaleza, justicia o templanza.
- Dianoéticas: Si están relacionadas con el lado racional, como la sabiduría y ciencia. Aristóteles relaciona la felicidad con las virtudes dianoéticas.
Platón defendía un utopismo político, en cambio, Aristóteles estaba a favor de un realismo político. Según Aristóteles hay dos grandes ámbitos que dan lugar a las instituciones sociales:
- Hogar: Un ámbito económico y familiar, que se encarga de la supervivencia del individuo.
- Polis: Una vez estas necesidades están cubiertas, surge el ámbito de la polis, donde va implícita la ciudadanía, que implica tomar decisiones a nivel político. En Aristóteles no se cumple el concepto de ciudadanía, ya que era meteco, por lo que usa el término “idiotés” para referirse a los que no toman decisiones políticas aún pudiendo.
Relacionado con la ciudadanía está la ociosidad, que lleva a Aristóteles a defender el sistema esclavista, porque si no hubiese esclavos los ciudadanos no podrían dedicarse a pensar. También defiende la desigualdad del ser humano, diciendo que unos pocos nacen para mandar y la mayoría para obedecer. Además era misógino, consideraba que las mujeres estaban al mismo nivel que los esclavos. La desigualdad lo lleva al elitismo, porque según él, la felicidad solo la pueden conseguir los ciudadanos libres, los ociosos.
Aristóteles considera que el ser humano no es autosuficiente, por lo que necesitamos de los demás. Según él, los únicos que pueden vivir aislados son los dioses y las bestias. El ser humano es un animal político, y para ello, antes tiene que ser un animal racional, ya que hay animales que viven en comunidad, pero a diferencia de estos, el ser humano posee “logos”, un lenguaje articulado.
Aristóteles defiende un Estado de Derecho, un Estado que se rige por la Constitución. Además, clasifica como Gobiernos justos a aquellos que buscan el bien común: monarquía, aristocracia, república o democracia. Por otro lado, distingue los Gobiernos injustos, que buscan el beneficio propio: tiranía, oligarquía y demagogia.
Hume: Empirismo y Crítica de la Causalidad
La Tesis Central del Empirismo Humeano
La tesis central del racionalismo cartesiano sostiene que la razón posee ideas innatas y que, a partir de ellas, podemos deducir todo el conocimiento fundamental sin necesidad de la experiencia. En contraposición, el empirismo niega la existencia de ideas innatas y afirma que todo conocimiento proviene de la experiencia. Según esta corriente, la mente humana, antes de ser impresionada por la experiencia, es como una «página en blanco». El empirismo defiende tres principios principales:
- Las ideas provienen de la experiencia a través de la asociación y combinación de impresiones sensoriales.
- El conocimiento está limitado a la experiencia, sin poder ir más allá de ella.
- Solo se puede tener certeza sobre aquello de lo que tenemos experiencia directa.
David Hume, uno de los principales pensadores empiristas, hace una distinción entre dos tipos de percepciones: las impresiones (más vívidas y procedentes de los sentidos) y las ideas (copias menos vívidas de las impresiones). En cuanto al conocimiento, Hume diferencia:
- Conocimiento de hechos: Basado en proposiciones sintéticas que solo se justifican por la experiencia.
- Conocimiento de las relaciones entre ideas: Basado en proposiciones analíticas y necesarias, como las que corresponden a la lógica y las matemáticas.
Hume también aborda cómo tenemos certeza sobre los hechos. La certeza proviene de las impresiones directas y de las ideas derivadas de ellas. Si no hay una impresión directa, las ideas son consideradas ficciones. Esto también se aplica a nuestras creencias sobre la existencia de un mundo exterior o sobre el futuro. Cuando predecimos lo que ocurrirá, nos basamos en la inferencia causal, es decir, creemos que algo sucederá porque en el pasado ha ocurrido de manera constante. Sin embargo, Hume cuestiona si realmente existe una «conexión necesaria» entre causa y efecto, concluyendo que solo observamos sucesiones constantes y que la certeza proviene del hábito, no de la razón.
Finalmente, Hume critica la metafísica, especialmente cuando se afirma la existencia de una realidad exterior a nuestras impresiones o la existencia del «yo» como una sustancia permanente.
Según Hume, no tenemos impresiones directas del «yo», solo una sucesión de impresiones e ideas conectadas por la memoria, por lo que la identidad personal sería un producto de la memoria y no una sustancia permanente. La filosofía de Hume lleva a un escepticismo radical, que cuestiona que podamos justificar la conexión entre las percepciones o conocer una realidad más allá de ellas. Para Hume, la realidad se reduce a esas percepciones, adoptando un enfoque fenomenista.
Kant: Idealismo Trascendental y los Límites del Conocimiento
Introducción a la Filosofía Kantiana
Introducción: Filósofo perteneciente a la última etapa de la Filosofía Moderna y a la Ilustración, nació en 1724 en Königsberg, la antigua Prusia, en una familia de pietistas, una de las ramas más rígidas del protestantismo que está caracterizada por la presencia de Dios en todas partes. En cuanto a su postura filosófica, destaca por ser el conciliador de los racionalistas y empiristas, dando lugar así a la corriente filosófica del idealismo trascendental.
En su vida y obra se distinguen dos períodos fundamentales:
- El período precrítico: Donde Kant es racionalista y se produce la Dissertation para la Cátedra de Metafísica y Lógica. Para acabar con este período, el mismo Kant dice que al leer el Tratado de la Naturaleza Humana de Hume, se despertó de su sueño dogmático y dio comienzo su segunda etapa.
- El período crítico: Donde Kant se vuelve un conciliador Racionalismo-Empirismo. Los intenta conciliar a nivel de ciencia y a nivel de conocimiento y también se pregunta si ¿Es posible la Metafísica como ciencia?. Escribe tres obras fundamentales: Crítica de la Razón Pura (K-r-V resume en Prolegómenos), Crítica de la Razón Práctica (K-r-P resume en la Fundamentación) y su última obra, donde concluye su teoría: Crítica del Juicio. Finalmente, en esta etapa es donde surge también la frase: Ni dogmatismo ni escepticismo, idealismo trascendental.
Dentro de la filosofía de Kant, nos encontramos con tres apartados: Razón y progreso en la Ilustración, los límites del conocimiento y la ley moral. También nos encontramos con 5 preguntas sobre la teoría filosófica de Kant: las dos dimensiones de la racionalidad, la condición de posibilidad de ciencia, el giro copernicano de Kant, ¿qué es el cto? (lo puesto frente lo dado) y las facultades del conocimiento.
Conclusión: La Limitación Humana y la Fe Racional
Conclusión: Por lo tanto, la “crítica de la razón pura” concluye con que la Metafísica no puede ser una ciencia a nivel teórico ya que no cumple las condiciones de ciencia, pero sí es necesaria para nuestra actuación moral porque las 3 ideas fundamentales de la Metafísica son necesarias para poder organizar nuestra conducta. Las 3 preguntas fundamentales de la razón que Kant formula, revelan una condición fundamental del ser humano, su limitación o finitud:
- La limitación de lo que sabemos (la razón teórica no alcanza lo nouménico y la razón práctica ignora el grado de cumplimiento de nuestro deber).
- La limitación en el cumplimiento del deber ya que el deber excede nuestras fuerzas.
- La limitación en el cumplimiento de la esperanza humana que exige la voluntad de Dios.
Para Kant la limitación del hombre no es angustiosa porque tiene fe racional en Dios como garantía de nuestra esperanza.
Prolegómenos: Reflexiones sobre los Límites del Conocimiento
Prolegómenos: La idea principal del texto es la reflexión de Kant sobre los límites del conocimiento. Se enmarca dentro de la racionalidad teórica, que describe la realidad y se desarrolla en el ámbito de la ciencia, ya que Kant entiende el conocimiento a través de juicios que combinan conceptos. Parte del hecho incuestionable de que las matemáticas y la física son ciencias y se pregunta si la metafísica también lo es, pues es la base de todas las ciencias y la propia filosofía. La gran pregunta que guía esta reflexión es: «¿Qué puedo conocer?», lo que implica un análisis crítico de la capacidad y los límites de la razón.
Kant critica el racionalismo dogmático, que acepta principios sin cuestionarlos, tomando como ejemplo la razón cartesiana de Descartes, basada en ideas innatas, como la noción de sustancia finita e infinita. También menciona a Hume, quien, al reducir el conocimiento a la experiencia y las impresiones sensibles, cae en el escepticismo al negar la posibilidad de conocer más allá de ellas.
En su propuesta del idealismo trascendental, Kant busca una síntesis entre racionalismo y empirismo. Distingue entre el conocimiento fenomenológico (lo que percibimos) y el nouménico (lo que no podemos conocer directamente). Para explicar el conocimiento, identifica tres facultades:
- Sensibilidad: Estudiada en la estética trascendental, es la capacidad de recibir información a través de los sentidos. Para organizar estas impresiones, usamos las formas puras del espacio y el tiempo.
- Entendimiento: Analizado en la analítica trascendental, estructura la información recibida mediante categorías conceptuales, como causa y efecto.
- Razón: Tratada en la dialéctica trascendental, busca principios más allá de la experiencia, generando ideas como la existencia de Dios, el alma y la libertad, aunque estas no constituyen un conocimiento especulativo.
Kant se pregunta si la metafísica puede considerarse una ciencia, ya que trata cuestiones fundamentales para el ser humano pero no responde a criterios empíricos. Para determinarlo, analiza las condiciones del conocimiento: las empíricas (derivadas de la experiencia, contingentes y particulares) y las a priori (independientes de la experiencia, universales y necesarias). Concluye que la ciencia se basa en juicios sintéticos a priori, que combinan la necesidad y universalidad del racionalismo con la ampliación del conocimiento propia del empirismo.