La Naturaleza, Hilemorfismo y Teleología en Aristóteles
Para Aristóteles, la naturaleza o Physis significa «principio inmanente de movimiento y reposo que distingue a los seres naturales y artificiales». Considera que ser es lo real, lo que existe, y que todos los seres son válidos y particulares, mientras que para Platón solo eran seres las Ideas. Existen diez categorías para explicar estos seres: en la primera está la substancia, que es la definición, lo que concreta al ser; y de la segunda a la novena, los accidentes de la substancia, para explicar cómo es. Para Aristóteles, todos los seres existentes son individuos concretos, es decir, substancias primeras, y están formados de materia y forma, que es esencial. Existe una substancia segunda que solo está si forma parte de la substancia primera, que se refiere a la forma, y a ello se debe el principio inmanente, ya que permite que los seres evolucionen de una manera o de otra. Aristóteles sostiene que tanto seres artificiales como naturales están compuestos de forma y materia, por lo que su teoría es denominada hilemorfista. Pretende distinguir las características que tienen en común todos los seres naturales que no tienen los artificiales. Estos tienen un principio de inmanencia de movimiento y reposo. El movimiento se produce con el cambio hasta llegar al acto. Este paso de la potencia al acto, que es el fin, depende de la materia y la física, pero solo en los seres reales, ya que en ellos se da la evolución y el fin de esta. Aristóteles observó que todos los seres tenían una forma, que es lo que les caracteriza por su naturaleza. Es el modelo teleológico basado en el fin, al que se dirigen los seres. Consideraba que para intentar explicar un ser, ya sea natural o artificial, deberíamos saber sus causas. Pero Aristóteles establece una división de las causas en las que son materiales y formales únicamente. Son necesarias para los seres reales y es necesario conocer las cuatro para los seres artificiales.
Contexto Histórico y Pensamiento Político de Aristóteles
Aristóteles fue discípulo de Platón, pero cuando llega a su madurez, abandona la teoría de las Ideas y la sustituye por su propia teoría. Comparte con Platón la idea de que la vida política es natural al hombre, pero su proyecto político es más realista que el platónico.
El Hombre como Animal Cívico y Racional
Aristóteles define al hombre como un animal cívico por naturaleza, y a su vez, un ser racional que lo diferencia del resto porque posee la palabra y el sentido de apreciar lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Mientras que los demás animales solo poseen voz, con la que expresan dolor y placer. Otra característica que los diferencia es que la sociedad humana se basa en las leyes y forma familias y ciudades, y la de los animales son comunidades programadas por la naturaleza del animal.
La Naturaleza Social del Ser Humano
En el texto se aborda que los humanos somos seres sociales por naturaleza, pues al ser seres incompletos no podemos vivir aislados. Además de tener voz, también poseemos el don de la palabra, a través de la cual podemos expresar lo justo, lo injusto, lo que nos conviene y lo que no. Gracias a esto, somos capaces de crear leyes que nos permiten vivir en familia o en sociedad. El único rasgo que nos diferencia del resto de animales es la carencia de la palabra por parte de estos, pues al solo poseer voz, solo pueden manifestar sus sentimientos como son el dolor y el placer.
Aristóteles afirma que el hombre es un animal cívico y un ser social. Con esto quiere decir que el hombre no se basta a sí mismo y que necesita relacionarse con otras personas para poder vivir como hombre, es decir, que la ciudad es la condición necesaria para que el hombre se realice como tal. Como al ser humano le es necesario vivir en sociedad, y esta necesidad le viene dada por la dotación de la palabra y la inteligencia, y como la naturaleza no hace nada en vano, los seres humanos solo somos capaces con la palabra de dar lugar a los conceptos; y con la combinación de estos, de conocer lo que es justo, injusto, bueno y malo. Solo la percepción de esos valores nos hace capaces de formar comunidades y familias.
La «Política» como Forma Ideal de Gobierno
La mejor forma de que estas sociedades consigan vivir en armonía es llevando a cabo una forma de gobierno a la que Aristóteles denominó «Política», que consiste en la eliminación de clases entre pobres y ricos. Finalmente, el hombre puede ser capaz de vivir racionalmente, es decir, ser apto para la política.
Vigencia del Pensamiento Aristotélico en la Actualidad
Como decía Aristóteles, los humanos tendemos a organizarnos en sociedades cada vez más grandes para facilitar la convivencia y tener una vida más fácil y cómoda.