China como Potencia Global: Perspectivas Teóricas sobre la Transición de Poder

Transición de Poder y el Ascenso de China

La transición caracterizada por la emergencia de China como poder global se explica desde las distintas perspectivas de las Relaciones Internacionales (RI).

Perspectiva Realista

Desde la perspectiva realista, donde lo que importan son las capacidades materiales, primará el balance de poder y una visión pesimista. Este enfoque explica la postura de Friedberg, quien sostiene que “el pasado de Europa será el futuro de Asia”, refiriéndose al pasado de Europa pre-guerra. Después de la guerra, Europa desarrolló características que hacen que la paz sea probable, como la primacía de la democracia, sociedades homogéneas económicamente y posnacionalistas, enfocadas en el bienestar. Estas características no están presentes en Asia, por lo que el conflicto entre estados es más probable. Aquí se ve su argumento neorrealista: no hay condiciones favorables para la paz, y China tratará de expulsar al otro poder (EEUU) de su región, una idea del realismo ofensivo. La idea es que el bienestar de China depende del control de su región, lo que inevitablemente la enfrentará a la otra potencia. Friedberg sostiene que la mejor estrategia para EEUU es el “better balancing”, es decir, incrementar el balance de poder, “adelantarse a China” mejorando el crecimiento económico y las capacidades militares, y fomentando que los países de la región hagan lo mismo.

Perspectiva Cultural

En contraposición al enfoque realista, un enfoque cultural se centra en que la cultura determina el comportamiento en política exterior. Kang realiza un enfoque que toma aspectos del realismo y los mezcla y contrapone con un enfoque cultural. Kang remarca que el realismo no explica bien por qué los estados asiáticos no están balanceando a China. Una aclaración importante es que, a diferencia del realismo, que sostiene que lo contrario de la jerarquía del imperio es la anarquía, para Kang, es la igualdad lo contrario de la jerarquía. Explica que es debido a esta jerarquía, y por lo tanto al respeto, la razón por la cual los estados asiáticos no están balanceando a China. Mientras que los estados aceptan y respetan la preeminencia china, China también respetará y no avasallará a estos estados. Desde una perspectiva realista, por ejemplo, Japón no se rearma por cuestiones culturales, pero una vez que EEUU deje de protegerlo, lo hará. Kang explica que Japón no tiene intenciones de hacerlo porque acepta la preeminencia china. Lo mismo surge con el no involucramiento de los estados asiáticos en el conflicto taiwanés, que consideran un problema interno de China.

También se explica por qué Corea y Vietnam no están balanceando a China. Kang aclara que, en contra de lo que postulaba Friedberg sobre el balance de poder, hay que tener cuidado con el rol de EEUU en la región, ya que una postura de balance no necesariamente es benigna y puede que los estados asiáticos no se acoplen. Lo primordial es entender que Kang sostiene que mientras que el orden sea jerárquico, en la región asiática habrá estabilidad, y esto lo corrobora en el periodo que va del 1300 al 1900. Esta jerarquía formal, dice Kang, fue pacífica, y los “tributos” se basaban en una cuestión cultural, más que económica.

Perspectiva Liberal

Desde una visión liberal, se puede tomar el argumento que critica fuertemente a Kang y discute con la visión pesimista. Se apunta a una transición pacífica debido a:

  1. El crecimiento de lazos económicos entre los países de la región (interdependencia).
  2. El crecimiento de instituciones regionales (ASEAN).

Acharya le critica a Kang sobre la afirmación de que en el pasado esta jerarquía se basó en el pacifismo. Además, China logró esta jerarquía debido a sus capacidades materiales e irracionales (hoy, por ejemplo, no es el único que puede proponer seguridad). Además, la idea del respeto por la jerarquía se basa en una lógica confucionista, pero no es la única cultura en la región. Kang se olvida de que el balance de poder se da frente a una amenaza concreta y no por la mera capacidad material del otro.

Otra crítica es que Kang supone que los estados se “pegan a China” y esto lo explica en base a los lazos económicos y al conflicto de Taiwán, donde no adoptan la postura de Estados Unidos. Pero aquí Kang no tiene en cuenta que esto se da porque los estados persiguen un autointerés económico. Por todas estas cuestiones, Acharya sostiene que la lógica de los estados asiáticos no se explica por el balance de poder ni por el bandwagoning, sino que es un double binding. Los estados, a través de lazos económicos e instituciones, de alguna manera atan a China y, por otro lado, generan que EEUU no se involucre más de la cuenta ni persiga una estrategia de poder.

Teoría de la Transición de Poder

Por último, se puede tener en cuenta la teoría de la transición de poder. Esta teoría sostiene que se abren ventanas de oportunidad, dentro de las cuales el poder ascendente aprovecha, generando así la posibilidad de una guerra hegemónica entre el ascendente y el hegemón. Lo importante, y lo que determinará si la transición es pacífica, será si el poder ascendente es statu quo o revisionista. Si es statu quo, la transición será pacífica. No se puede decir si China es revisionista, ya que sigue jugando dentro del sistema internacional preexistente, es decir, juega dentro de las Naciones Unidas, dentro de la OMC, etc. Acharya es bastante optimista indicando que la estabilidad se mantendrá.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *