Códigos Simbólicos de la Modernidad
La modernidad se caracteriza por la idea de novedad, que es el denominador común de la revolución, el progreso y la creatividad. Según el historiador R. Koselleck, en la sociedad moderna, el pasado se separa del futuro, rompiendo la continuidad orgánica. La modernidad se define por su constante búsqueda de novedad y cambio. La revolución propuesta por Marx busca transformar la sociedad y derrocar el sistema capitalista, estableciendo una sociedad comunista sin clases sociales. Su enfoque en la lucha de clases y la propiedad colectiva de los medios de producción ha tenido un impacto duradero en la teoría política y social. El progreso, también entendido como novedad, se basa en el desarrollo científico y tecnológico que ha llevado a constantes mejoras en la sociedad moderna.
Sin embargo, este progreso puede volverse conservador al mantener estructuras establecidas. La creatividad es otro elemento fundamental en la modernidad, ya que busca romper con las normas establecidas y generar nuevas ideas y expresiones artísticas. El capitalismo estético promueve constantemente nuevas necesidades y deseos en la sociedad. En resumen, la modernidad se caracteriza por la búsqueda de novedad y cambio constante. La revolución propuesta por Marx busca transformar la sociedad, el progreso implica mejoras continuas basadas en el desarrollo científico, y la creatividad busca romper con las normas establecidas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este impulso hacia la novedad también puede generar conflictos y tensiones con aspectos conservadores de la sociedad. La creatividad apoya la lucha contra el pasado, esta en nuestro día a día y en nuestros usos cotidianos, es una lucha contra lo viejo, es novedad en el momento en el que lucha contra lo que se estanca, es la necesidad de romper con el ayer, el hoy es una novedad constante.
La Naturaleza Cultural del Hombre
La cultura es la herramienta que el ser humano utiliza para adaptarse al mundo y sofocar la incertidumbre. Por ello, creamos instituciones para tener una vida más ordenada y previsible. La cultura nos proporciona referentes y respuestas a los problemas, controlando así nuestra ansiedad. Es algo que la sociedad crea para encontrar continuidad y suplir lo que la naturaleza no nos ha dado. El ser humano toma conciencia de que todo es construcción humana y es ahí, donde los conceptos de salvación y eternidad entran en crisis. En resumen, el concepto de autonomía es importante para los seres humanos, permitiéndonos tomar decisiones y actuar según nuestra propia voluntad. Marx, critica el fetichismo de los objetos materiales en la sociedad actual, donde tendemos a darle un gran valor. Este enfoque económico nos ciega y nos impide ver más allá de la lógica del mercado. Durkheim, describe las sociedades tradicionales con solidaridad mecánica, donde las creencias colectivas y la uniformidad de pensamiento prevalecen sobre el pensamiento individual. En resumen, las estructuras sociales pueden influir en nuestras decisiones y limitar nuestra libertad individual.
La modernidad trae consigo la solidaridad orgánica, donde surgen diferentes saberes y se produce una diferenciación y secularización en la sociedad. Surgen diferentes saberes. ¿Cómo se pasa de la solidaridad mecánica a orgánica (tradicional-moderna)?. Diferenciación: la evolución social o cultural ha ido cambiando en un proceso de fragmentación, lo que es uno se hace muchos. Secularización: proceso que en sintonía de la diferenciación funcional hace que la religión empiece a perder los privilegio que tenía tradicionalmente. La palabra la tiene el especialista del sector. El clero, Dios ya no tiene peso en ello. Con ello se pasa a una legitimación política. La subjetividad se constituye en relación con el ambiente, donde la socialización y la individualización juegan un papel importante. La subjetividad situada implica reflexionar y marcar distancia con lo cercano para romper el automatismo. La transición de la solidaridad mecánica a la orgánica se da a través de la diferenciación, secularización y desarrollo de la subjetividad situada.
Subjetividad, Intersubjetividad y Objetividad
Las visiones holistas, como las de los Arunta e Iroqueses, se caracterizan por la integración absoluta entre individuo, sociedad y naturaleza. En estas sociedades tribales, no hay diferenciación interna y se percibe una visión sacra en la que el hombre actual en ritos que fertilizan el proceso natural. No hay conciencia de sí mismo en estos contextos. Estas visiones son estudiadas por Durkheim como formas sociales simples y son fundamentales para comprender la separación de esferas entre subjetividad, intersubjetividad y objetividad. A partir del siglo V a.c, se producen cambios socioculturales descentradas, donde se rompe la unidad entre subjetividad, objetividad e intersubjetividad.
Estos cambios, conocidos como revoluciones axiales, dividen el mundo en dos planos: trascendencia e inmanencia. En el plano de inmanencia, el hombre adquiere capacidad de control sobre la naturaleza y se pregunta preguntas éticas y filosóficas sobre la salvación del alma y el reconocimiento divino. Este proceso de auto consulta se vuelve imparable a medida que avanza en el tiempo. En la modernidad, se produce una separación gradual entre el yo y el nosotros. Esta separación es inevitable y no puede ser recuperada a través de la violencia. En la vida moderna, las tensiones entre subjetividad, objetividad e intersubjetividad son constantes. La modernidad se caracteriza por una lucha constante entre estas tres esferas.