Origen de la Cultura Occidental
SÓCRATES
1. Con su teoría del “daimon” inventó la conciencia para convertir la moral en ciencia. La virtud que, en un principio, era la acción del dichoso pasa a ser la acción que la conciencia dicta para ser dichoso convirtiéndose en la renuncia a las pasiones, a la riqueza, a las ambiciones, a los goces predatorios del guerrero, a los honores y orgullo de la vida pública. Los goces de la conciencia – la ciencia, la argumentación – sustituyen a todos los otros.
2. Por medio de la definición y la inducción – utilizada para refutar definiciones precipitadas – propulsó la posibilidad del conocimiento científico. Nos hizo creer que la verdad existe, que está a nuestro alcance y que el lenguaje puede expresarla fielmente la realidad.
PLATÓN, CONTINUADOR DE LA TAREA SOCRÁTICA:
1.Contrapone el mundo inteligible – verdadero, inmutable y eterno – al sensible – falso, cambiante y perecedero – siendo la razón quien nos llevará a la virtud y la felicidad. Establecerá la verdad por encima de los instintos – asesinando a Calicles -, menospreciará lo sensible, material y subjetivo. 2. Sostendrá la inmortalidad del alma, el sentimiento de “culpa” por no someterse a los dictados de razón y la existencia de recompensa y castigo ultra-terrenal para los transgresores.
CRISTIANISMO:
todos estos dogmas socrático-platónicos – defender el orden, la inteligibilidad y finalidad del mundo frente al caos, la irreductible presencia de fuerzas contrarias y el eterno retorno, predominio de la conciencia y racionalidad sobre los instintos y la existencia de un Dios sancionador con la intención de debilitar las apetencias, los sentimientos, la voluntad de poder, el orgullo, la ambición, lo instintivo, lo natural, lo pasional – serán recogidos por el judeocristianismo que los conjuntará con los caracteres judaicos de pecado y resentimiento.
El sacerdote judío, por su impotencia para satisfacer sus instintos invierte los auténticos valores: bueno, noble, poderoso, feliz y amado de Dios por miserable, pobre, impotente, inferior, sufridor, abstinente, enfermo, deforme, bueno y amado de Dios y formula leyes éticas generales y universalmente válidas para responsabilizar al otro de su miseria, movido por su resentimiento.
Kant:
1. Influido por Hume, reconoce que no puede obtenerse conocimiento de aquello que trasciende la experiencia como la existencia de Dios, la libertad humana o la inmortalidad del alma. Por tanto, nada debería fundamentarse en Dios, como venía siendo habitual: ni la moral ni el conocimiento de la realidad. 2. Pero no se atrevíó a concluir la muerte de Dios, como diría Schopenhauer, y encontrará en el imperativo categórico una nueva base para sustentar una creencia en un alma libre e inmortal y un Dios omnipotente. 3. Atacó los dogmas teológicos de la Iglesia, su oscurantismo y su poder temporal, pero respetó la confianza en la objetividad del lenguaje, la convicción de la regularidad natural y de la posibilidad de su conocimiento y lo esencial del cristianismo:
Su dualismo y su exaltación de la debilidad y del resentimiento: Dios seguía siendo el sentido del mundo, la garantía de las instituciones políticas y el respaldo de la autoridad, el juez sustentador de una moral de recompensa y castigo, el creador, mantenedor y rescatador de la dignidad del hombre, el posibilitador de la existencia del conocimiento, de las leyes naturales y de las leyes lógicas, el causante de la existencia estable de las cosas y de nuestra identidad personal. La “muerte de Dios” quedaba reducida a una demolición de los privilegios de la Iglesia como reconoce Nietzsche en su Genealogía de la moral: “La Iglesia nos repugna, pero su veneno no”.
Nietsche. Genalogía de la Moral. Trtado Primero
1. Los psicólogos ingleses falta de espíritu histórico por sostener que originariamente acciones altruistas fueron consideradas buenas por quienes resultaban beneficiados y que el hábito mantuvo esta valoración olvidándose después su origen.
2.
Esta teoría es errónea porque sólo los poderosos están en situación de imponer nombres y lo hacen desde la autoafirmación. También es errónea porque no habría sido olvidado el origen de lo considerado bueno por los beneficiados si nunca cesó de favorecerles.
3. la casta sacerdotal contrapondrá los términos “puro” e “impuro” como distintivos de los dos estamentos y, más tarde, “bueno” y malo” en un sentido no estamental.
4. Valoraciones antitéticas entre castas tan distintas: la casta de los guerreros y la de los sacerdotes
5. El enfrentamiento entre ambas castas lleva a los sacerdotes, por su impotencia y alimentados por el odio del resentimiento, a planear su venganza consistente en la inversión de los valores. Con los judíos empieza la rebelión de los esclavos, la transvaloración heredada por el cristianismo y hoy día aún victoriosa.
6. El amor judío de la casta sacerdotal – porque Nietzsche asocia la historia de Israel al nacimiento de la figura del sacerdote – por la pobreza y la debilidad nace del odio y la venganza y su meta es la misma y encuentra en Jesús el instrumento de su venganza y el cebo adecuado – por ser los judíos responsables de su muerte – para el engaño generalizado.
7. La moral de los esclavos ha vencido: hoy todo es judío, cristiano, plebeyo. El veneno corre incontenible por la sangre del cuerpo de la humanidad y sólo la Iglesia refrena con su tosco y grosero proceder este avance porque ella nos inspira repugnancia, pero amamos su “veneno”.
8. La rebelión de los esclavos en la moral comienza cuando el resentimiento mismo se vuelve creador y engendra valores.
9. El hombre noble es Franco, ingenuo, honesto, veraz, no actúa contra nadie ni siente odio sino cierto desprecio negligente (la inconsciencia heroica – piensa Nietzsche – fue la causa cultural del final del heroísmo, de la extinción de la moral heroica y del tipo de mundo que la posibilitaba) y despreocupación por lo distinto sin considerarlo enemigo; el hombre del resentimiento es todo lo contrario, venera la inteligencia, caricaturiza lo distinto, lo concibe como enemigo y lo define como “malvado” pasando a juzgar como bueno su antítesis.
Nietsche. Genalogía de la Moral. Trtado Primero. 2
10
. No niega Nietzsche que los hombres “nobles” actúan fuera de su círculo como animales de rapiña. Pero, la victoria de los esclavos supone un retroceso para la humanidad. Siempre será preferible temer y admirar que no temer y sentir náuseas del hombre actual, manso, mediocre y envenenado. Hemos perdido el miedo al hombre porque también hemos perdido el respeto y el amor por él, la fe y la esperanza en él. Estamos cansados del hombre plácido, manso, prudente, mediocre, chino, cristiano… El empequeñecimiento y la nivelación del hombre europeo hacen perder la fe en el hombre y nos abocan al Nihilismo. El débil interpreta su debilidad – bondad – como un acto de libertad e imputa al fuerte la responsabilidad de no querer ser débil. Es absurdo pretender que el fuerte no manifieste su fuerza como el débil su debilidad. Ejemplo de las aves de rapiña y los corderos. Los débiles se consideran mejores que los poderosos, porque han elegido libremente ser lo que son y porque les va mejor o les irá mejor que a ellos al haber sido “elegidos” por Dios. Estos artistas del lenguaje y pérfidos maestros del engaño no dicen odiar a su enemigo, sino la maldad, no esperan venganza sino la victoria de la justicia y tratan de convertir su miseria en felicidad con la espera del Juicio final.
11. Pero no nos dejemos engañar: los débiles aspiran únicamente a ser fuertes aunque para ello tengan que esperar mucho, más allá de la muerte para poder ver recompensado su odio eterno con el dolor eterno del enemigo sirviéndole la fe ya como anticipo de felicidad.
12. La lucha entre lo bueno y lo malo, entre Roma y Judea, hace tiempo que se ha decantado a favor de la segunda, La última manifestación de esa otra vía, auténticamente redentora, la encontramos en Napoleón, esa síntesis de inhumanidad y Superhombre.