Teoría del Hombre según Marx
Este texto, perteneciente a sus manuscritos, explica la alienación económica. Marx, usando como ejemplo la sociedad burguesa, argumenta cómo el trabajador se encuentra explotado en este sistema. Para ilustrar su punto, compara la situación injusta provocada por la burguesía con una situación ideal que considera necesaria para alcanzar la felicidad del proletariado.
El hombre, según Marx, se siente alienado en su trabajo porque este no le pertenece, lo que le genera infelicidad. La actividad laboral en el sistema burgués resulta en la degradación tanto corporal como mental del trabajador, quien se siente ajeno a su trabajo, viéndolo solo como un medio de supervivencia.
Sin embargo, Marx argumenta que el hombre está hecho para trabajar, y que este debería ser algo propio, un fin en sí mismo.
Enajenación
La enajenación, o alienación, es la consecuencia de la separación entre el hombre y el producto de su trabajo. Si el producto al que el hombre dedica su esfuerzo no le pertenece, este queda alienado. Esta situación, según Marx, no es natural, sino histórica, y solo puede ser superada históricamente.
Trabajo
El trabajo es la actividad material del hombre mediante la cual satisface sus necesidades. El hombre es trabajo productivo, donde actúa como ser social.
Exterioridad
Este concepto se aplica al trabajo humano, donde el producto final lleva consigo una parte del hombre. Este producto es una exteriorización del trabajador, y si se le priva de él, queda alienado.
Teoría del Conocimiento según Marx
Este texto, extraído de La Ideología Alemana, describe la estructura y evolución de la sociedad. Marx define la estructura económica como el factor que condiciona la superestructura.
Comienza criticando la filosofía alemana de Hegel, a la que considera puramente teórica y ajena a las condiciones materiales de la vida humana. Según Marx, es necesario partir del hombre concreto y trabajador para poder explicar los reflejos ideológicos del proceso de la vida.
Sostiene que la vida económica condiciona cualquier otra manifestación cultural del ser humano. Lo que mueve la vida, según Marx, es el conjunto de ideologías políticas, morales, religiosas, etc., por lo que ninguna forma de conciencia tiene independencia propia. La personalidad e historia del individuo están condicionadas por su experiencia y el desarrollo de la producción material.
Texto de Kant
Este texto pertenece a su obra Fundamentación de la metafísica de las costumbres, donde Kant establece las bases para su ética formal universal.
Kant afirma que las cosas son seres naturales e irracionales, y tienen un valor relativo, por lo que se consideran medios. Las personas, en cambio, son seres racionales, fines en sí mismos, y merecen respeto, por lo que no deben ser usadas como medios.
Kant considera la existencia de fines objetivos que no pueden ser utilizados como medios para conseguir algo. Solo si se considera al ser humano como un fin objetivo de valor absoluto se puede obtener un principio práctico que guíe al hombre en sus acciones. La validez del imperativo categórico reside en el valor absoluto de la persona, que siempre es un fin en sí misma y no un medio.
Medios
Un medio es un instrumento para conseguir un fin u objetivo. Solo nuestro trato con las cosas puede ser un mero medio para buscar un fin; las personas deben ser tratadas como fines en sí mismas.
Cosas
Las cosas son los seres irracionales, aquellos que tienen un valor relativo y pueden ser considerados medios para un fin determinado.
Personas
Las personas son los seres racionales, aquellos que tienen un valor absoluto y son objetos de respeto, por lo que no pueden ser considerados meros medios, sino fines en sí mismos.
Relación Hombre Marx y Platón
Compararemos las concepciones del ser humano de Marx y Platón, dos perspectivas interesantes para comprender sus respectivas épocas. Analizaremos la importancia que para ambos tiene su concepción del hombre en la configuración de sus modelos políticos, y sus diferencias respecto al papel de la teoría y la praxis en el desarrollo del hombre.
En primer lugar, ambos difieren en la concepción del hombre. Platón aboga por una concepción dualista, donde el hombre está compuesto por alma y cuerpo. El cuerpo es material y una cárcel para el alma, cuyo destino es volver al mundo espiritual de las ideas, donde encontrará la felicidad.
Marx, en cambio, no concibe otra realidad que la material. Define una concepción monista del ser humano, que consiste en ser material. Por otro lado, Marx no fundamenta su sociedad conforme a la antropología que crea Platón en su obra República.
Platón distingue tres partes del alma: la concupiscible, la irascible y la racional. Esta última es la encargada de gobernar a las otras dos. Para la realización plena del hombre, este debe perfeccionar cada parte.
Marx, por el contrario, no distingue tres partes en el alma, rechaza la división de la sociedad en clases sociales y aboga por sociedades donde cada individuo se define por su pertenencia a una comunidad. Además, Marx define la esencia del hombre como trabajador. Si el hombre quiere alcanzar la plenitud material y espiritual, debe trabajar.
Platón considera que el trabajo no es la actividad material más alta. No lo desprecia, pero considera que lo más propio del hombre es el conocimiento de las ideas.
En conclusión, para Marx, el punto de vista de Platón crea una serie de alienaciones que se deben superar. Interpreta la sociedad clásica como una sociedad injusta donde existen esclavos y libres, por lo que para acabar con dicha alienación debe suprimirse la división de clases, y el hombre ha de sentirse miembro de la comunidad.
Ética Aristóteles y Kant
La ética de Kant se define como formal y pretende superar las éticas anteriores, materiales o finales. Kant, más próximo a las éticas del deber, considera que la tarea de la ética debe ser la fundamentación de la validez de las normas éticas, las razones que demuestran por qué una norma hay que cumplirla o no.
Relacionaremos la ética formal de Kant con la de Aristóteles. La ética de Aristóteles define la felicidad como el fin último de todas las acciones humanas. Las normas éticas son los medios que debemos seguir para alcanzar la felicidad, y denominamos virtuosa a la acción que se aproxima al fin moral, y perjudicial a la acción que se separa de dicho fin. Las normas morales de la ética de Aristóteles son materiales.
La ética de la felicidad de Aristóteles es empírica, es decir, su contenido se extrae de la experiencia. Kant busca una ética que sea universal. Por otro lado, las éticas de Aristóteles son imperativos hipotéticos, las cuales no cumplen los requisitos de universalidad y necesidad.
Además, una ética que plantea que el fin último del hombre es la felicidad no puede presentarse como autónoma porque en ella el hombre no se da a sí mismo la ley moral, por lo que es una ética heterónoma que le llega al hombre desde fuera.
De acuerdo con Kant, solo una ética formal puede otorgar universalidad a sus principios morales, es decir, una ética que nos diga cómo tenemos que hacer las cosas. En la ética de Kant, lo importante de una acción es la intención o motivo que la impulsa. Para él, el único motivo moralmente válido que mueve a hacer algo solo puede ser el respeto a la ley moral, mi deber. Una acción es buena solo si, sin importar las consecuencias, es realizada por el motivo de respetar la ley moral.
Frente a todas las normas de la ética de Aristóteles, Kant solo presenta como único imperativo categórico vacío de contenido: obra de tal modo que el fin de la conducta que hagas pueda servir como principio de una legislación universal.
Conocimiento Marx y Platón
Relacionaremos las concepciones del conocimiento de Marx y Platón, dos perspectivas distantes en el tiempo. Se trata del materialismo histórico de Marx y de la concepción del conocimiento de Platón.
Marx afirma que hasta ahora los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo, y que ahora se trata de cambiarlo. Critica la concepción tradicional del hombre contemplativo defendida por Platón, que afirma que el hombre debe aspirar al conocimiento de las realidades más perfectas, la contemplación del mundo de las ideas.
Para Marx, el hombre es un ser práctico y el pensamiento surge de la praxis. La felicidad para Marx se consigue sobre la tierra, superando las alienaciones y estableciendo una sociedad sin clases. Platón da primacía al conocimiento como fuente de felicidad, mientras que Marx se la da a la praxis, a la acción de reformar la situación histórica.
Otra diferencia es la concepción de ambos filósofos sobre el método de conocimiento. Marx entiende que la realidad es dialéctica (oposición, lucha…), la defiende como un proceso de contradicciones. Engels y Marx consideran que el mérito de la filosofía alemana moderna, que concluye con Hegel, consiste en haber restituido la dialéctica como forma del conocimiento frente a la metafísica. La dialéctica es una forma de conocimiento del mundo que lo considera como un proceso.
Por el contrario, Platón comprende al mundo y a los entes como sustancias consistentes y fijas. Platón defiende este modo de pensar pues considera que el método metafísico tiene como fin el conocimiento de las ideas. Para Platón, la realidad es sustancia y permanencia.
Una similitud entre ambos consiste en el papel que atribuyen al conocimiento en la tarea de reformar la situación política y económica de la sociedad. Platón considera la tarea del filósofo como educar a la sociedad (mito de la caverna). Marx pretende que los trabajadores conozcan su situación de alienación porque solo de esta forma puede iniciarse la revolución.
Platón establece ciertas leyes por las que se suceden los distintos sistemas políticos. Marx interpreta la historia según la lucha de clases y predice la revolución proletaria y la instauración del comunismo.