Platón y Aristóteles: Dos Gigantes de la Filosofía Griega
Puntos de Encuentro y Divergencia
Aristóteles coincide con Platón en que la ciencia ha de versar sobre lo común, pero niega la existencia separada de las esencias. Considera que si las esencias de las cosas están separadas de ellas, no pueden ser sus esencias. Frente al dualismo platónico, Aristóteles defiende el hilemorfismo de las sustancias: materia y forma son principios inseparables de los seres. No existe la materia sin ser algo, ni existen formas separadas de las sustancias naturales.
Aristóteles defiende que la metafísica es la ciencia previa a las demás ciencias porque asienta las bases de las demás ciencias particulares. Distingue entre sustancia primera y sustancia segunda. La primera hace referencia a un ser concreto y la segunda al género y a la especie.
Cuando se opone al dualismo platónico y nos habla del hilemorfismo, se refiere a que la sustancia consta de materia y forma.
- La materia es aquello de lo que está hecho algo.
- La forma es lo que hace que algo sea lo que es.
Materia y forma constituyen la sustancia. Ambas se dan a la vez y solo es posible esa separación mediante el entendimiento. Por tanto, defiende que no hay división ontológica sino hilemorfismo, es decir, unión de materia y forma en la misma sustancia.
Ambos coinciden en que el verdadero conocimiento debe ser universal y necesario. Por tanto, el único saber verdadero es el conocimiento inteligible. Sin embargo, ambos se oponen al describir cómo se adquiere. Aristóteles rechaza el dualismo antropológico de Platón ya que dice que el alma necesita del cuerpo. Solo con los sentidos accedemos al conocimiento porque solo en los seres sensibles se encuentran las formas que nos permiten elaborar conceptos. Aristóteles afirma: no hay razón sin esencia.
Con respecto a la ética y política, Aristóteles afirma que no basta ser sabio para ser bueno, también hay que modelar el carácter. El fin del estado no es procurar ciudadanos justos para que salven sus almas, sino lograr la felicidad del individuo.
El Contexto Histórico y Filosófico de Platón
El Siglo V: La Ilustración Griega
El siglo V es el siglo en que hunde sus raíces el pensamiento de Platón. Supuso un momento de esplendor para la vida cultural ateniense. Es el siglo de la Ilustración griega con los sofistas y Sócrates. La obra de Platón está fuertemente influida por los acontecimientos descritos, pero también por las filosofías de su tiempo, a las que consideró en distintos aspectos y conjugó en su sistema filosófico de manera crítica y absolutamente original.
La Teoría de las Ideas
Con un aire claramente pitagórico (con reminiscencias órficas), frente a la realidad cambiante y múltiple mostrada por los sentidos, Platón defenderá la existencia de lo permanente y único que lo explica: el eidos, requiriendo como preludio el estudio matemático. El pitagorismo le ayudó a entender el mundo como un todo armónico donde la esencia, el arjé, no será ya un elemento o elementos de carácter material sino la forma. Con ello, se acerca a una concepción teleológica de la realidad armonizada desde un principio único o idea suprema: la idea de bien. Justifica también la posibilidad del conocimiento al mediar entre Heráclito y Parménides. En cuanto a los valores morales, apuesta por el carácter objetivo e independiente de los mismos, como su maestro Sócrates.
La República: El Estado Ideal
La República es uno de los diálogos principales de la etapa de madurez de Platón. Consta de diez libros vertebrados en torno al concepto de Justicia. En esta obra Platón trata de diseñar el Estado ideal. Se trata de eliminar de la moral y la política todos los intereses de tipo material o empírico para vincularlos a valores verdaderos y eternos descubiertos por la racionalidad. En La República se defiende el gobierno de los filósofos. Solo un modelo educativo que tenga como meta el conocimiento de las ideas y, por supuesto, de la idea de Bien, podrá lograr ese objetivo.
El Dualismo en la Filosofía de Platón
El objetivo de Platón era diseñar el modelo de Estado Ideal; el Estado perfecto, en el que reinara la Justicia absoluta. La existencia de una Justicia absoluta implicaba, según Platón, la existencia de “absolutos”, no sólo en el terreno de la ética y de la política, sino también en el de la antropología, la epistemología y la ontología. Ahora bien, como en este mundo todo parecía ser relativo, Platón se vio obligado a postular la existencia de otro mundo en el que colocar los “absolutos”, con lo cual estableció un claro dualismo. El dualismo de la filosofía platónica se manifiesta claramente a nivel onto-epistémico, pero también puede apreciarse a nivel ético-político.
1. A Nivel Onto-epistémico
a. Dualismo Ontológico (Concepción de la Realidad)
- Mundo suprasensible (o inteligible) de seres ideales: las IDEAS eternas, inmutables, universales y perceptibles por la inteligencia. En este mundo rige el inmovilismo de Parménides, el formalismo de Pitágoras y el esencialismo y universalismo de Sócrates.
- Mundo sensible de seres imperfectos: las Cosas contingentes, mutables, particulares y perceptibles por los sentidos. En este mundo rige el movilismo de Heráclito, el materialismo de Demócrito y el relativismo de los Sofistas. Este mundo sensible fue modelado por el Demiurgo a partir de una materia primigenia caótica e informe, tomando como modelo las Ideas del mundo inteligible.
En el surgimiento del mundo sensible intervinieron, según Platón, tres tipos de realidades eternas:
- El Demiurgo (el artífice o hacedor).
- Las Ideas (los modelos ejemplares).
- La materia primigenia indeterminada.
Platón introdujo dos realidades intermedias entre el mundo sensible y el mundo inteligible:
- El Alma que es una Idea caída del mundo inteligible al mundo sensible.
- Los entes matemáticos que, al igual que las Ideas también son eternos y, al igual que las entidades sensibles, hay una multitud para cada especie.
b. Dualismo Epistemológico (Concepción del Conocimiento)
- Conocimiento verdadero o de auténtica ciencia (episteme) que tiene por objeto a los seres que siempre son, que ni nacen ni perecen, o sea, los entes matemáticos y las Ideas del mundo suprasensible (inteligible). El mundo inteligible es el mundo del pleno ser y, por tanto, del verdadero conocimiento.
- Conocimiento aparente o de mera opinión (doxa) que tiene por objeto a los seres que se encuentran en continuo devenir, nacen y mueren, o sea, las cosas del mundo sensible. Las cosas del mundo sensible son copias imperfectas de las Ideas, por lo que su ser no es pleno y su conocimiento no es verdadero conocimiento.
Platón distingue 4 clases de conocimiento:
- Eikasia (conjetura)
- Pistis (creencia)
- Dianoia (verdad deducida)
- Noesis (verdad intuida)
La posibilidad de conocer las ideas se basa en tres aspectos esenciales de la Teoría de las Ideas:
- Las cosas del mundo sensible imitan o participan de las Ideas.
- Las almas, que están ahora en el mundo sensible, estuvieron antes en el mundo inteligible.
- Las Ideas están en comunicación entre sí (hay una comunidad de Ideas).
c. Dualismo Antropológico (Concepción del Ser Humano)
- El hombre tiene un alma racional, que pertenece al mundo inteligible y, por tanto, posee unas características semejantes a las de las Ideas: es eterna, inmaterial, simple e inmortal.
- El hombre tiene un cuerpo material, que pertenece al mundo sensible y, por tanto, posee las características propias de las cosas de este mundo: es temporal, material, compuesto y mortal.
La unión del alma racional con el cuerpo no es una unión necesaria, sino una unión accidental. Según Platón, el alma se encuentra en el cuerpo, como en una prisión, cumpliendo un castigo por una “falta” que cometió en el mundo inteligible, siendo su aspiración última purificarse para lograr la liberación del cuerpo y retornar al mundo inteligible al que por naturaleza pertenece. Dicha purificación será alcanzada a través del conocimiento (recuerdo) de las Ideas, olvidadas al unirse con el cuerpo.
El principal argumento a favor de la inmortalidad del alma racional lo aporta la Teoría de la reminiscencia: la existencia de conocimientos innatos en el alma es una prueba de que el alma ha tenido una existencia anterior a su unión con el cuerpo; esto significa que puede existir sin el soporte material del cuerpo y que, por lo tanto, no tiene por qué desaparecer tras la muerte de éste.
2. A Nivel Ético-político
a. Dualismo Ético (=Concepción de la Moral)
- Moral absoluta la del filósofo, que se rige por principios absolutos (la Idea de Bien, de Justicia, etc.)
- Moral relativa la del vulgo, que se rige por principios relativos (las cosas que se tengan por `buenas´, `justas´, etc.)
b. Dualismo Político (Concepción del Estado)
- Estado perfecto que existiría como modelo ideal en el mundo suprasensible o inteligible: el Estado Ideal.
- Estados imperfectos que existen bajo la forma de aristocracia, timocracia, oligarquía, democracia o tiranía en el mundo sensible.
La Ética y la Política en Platón
La Ética platónica tiene como eje central la idea de que el hombre puede ser mejorado mediante la educación: Platón diseñará un modelo educativo que se sustenta en dos pilares fundamentales: la gimnasia y las matemáticas. El esfuerzo físico e intelectual que supone la educación platónica será una constante del Humanismo Occidental. Platón piensa que la Ética debe desembocar necesariamente en la Política, pues es mejor perseguir el bien de todos que el bien de uno solo. De hecho, el objetivo principal de su modelo educativo era formar a los futuros gobernantes del Estado Ideal.