Thomas Hobbes: El Estado de Naturaleza y el Soberano Absoluto
Según Hobbes, la naturaleza ha hecho a los hombres iguales en las facultades del cuerpo y el espíritu. Si un hombre es más fuerte de cuerpo o más sagaz de entendimiento que otro, cuando se considera en conjunto, la diferencia no es tan importante. En la naturaleza del hombre se encuentran tres causas principales de discordia: la competencia, la desconfianza y la gloria. Con todo esto, mientras el hombre viva sin un poder común que los atemorice a todos, se hallarán en la condición o estado que se llama guerra: una guerra de todos contra todos.
Sin embargo, Hobbes advierte que nunca existió un tiempo en que todos los hombres particulares se hallaran en una situación de guerra constante, sino que en diferentes épocas el ser humano se encuentra en estado de continua enemistad.
Hobbes indica que el soberano representa la voluntad de cada uno de los súbditos; todo aquel que acusare de daño al soberano se estará acusando a sí mismo. Por tanto, los súbditos no pueden castigar con justicia, en forma alguna, al soberano, por lo que el derecho de hacer la paz y la guerra, que incluye el derecho a exigir impuestos y de obligar a los ciudadanos a tomar las armas en defensa de su país, son únicos del soberano. El poder legislativo debe estar en poder del soberano, porque los hombres no obedecerán las órdenes de aquellos a quienes no tengan razones para temer. Pero el interés de Hobbes no está en resolver la discordia de la sociedad civil, sino en el instrumento del poder del Estado. Está claro que el poder del soberano es absoluto, que los hombres no pueden delegar mayor poder a ningún otro hombre, por eso el soberano no está obligado a obedecer las leyes civiles. La influencia de Hobbes, con sus impulsos absolutistas, se observa en la monarquía francesa de Luis XIV y en el derecho positivo que se ve en nuestras constituciones actuales.
John Locke: Derechos Individuales y el Contrato Social
John Locke fue un filósofo que deseaba derivar todo su conocimiento sobre el mundo de lo que nos cuentan los sentidos. Su obra principal es el Ensayo sobre el entendimiento humano, donde intentó explicar dos preguntas:
- ¿De dónde recibe el hombre sus ideas y conceptos?
- ¿Podemos confiar en lo que nos cuentan nuestros sentidos?
Estableció la diferencia entre las cualidades sensoriales primarias y secundarias. Locke defendió los derechos individuales para todos, que existían anteriores al Estado. Sin embargo, señaló que el Estado debe respetar los derechos individuales, de los cuales la propiedad es el más representativo y del que se derivan otros derechos. El interés colectivo, en el contrato social, debe prevalecer sobre el interés individual.
Locke fue profundamente individualista y consideró que incluso el acceso a la politicidad se opera como consecuencia de un acto de voluntad libre. En el estado de naturaleza de Locke, los hombres son titulares de derechos individuales que derivan de la vigencia efectiva de la ley natural. Es un estado de naturaleza que difiere del descrito por Hobbes. La antropología de Locke no es tan pesimista como la de Hobbes; es una concepción judeocristiana: el hombre tiene la naturaleza caída, como consecuencia del pecado original.
Los hombres, para preservar y disfrutar sus derechos individuales, resuelven abandonar la etapa presocial y prepolítica, formulando así un contrato multilateral distinto al de Hobbes porque los hombres no se enajenan totalmente, sino que la única atribución que entregan es la de repeler, mediante la fuerza, la agresión ajena. Locke afirma la existencia de dos contratos, dos etapas consensuales: una para construir la comunidad y otra para determinar cómo ha de ejercerse el poder estatal.
Para Locke, el poder legislativo es el poder supremo, sin embargo, no es absoluto. El poder del legislador llega únicamente hasta donde llega el bien público de la sociedad. El esquema de Locke sobre la división de poderes se cierra con el denominado poder federativo. Considera que los estados independientes se encuentran entre sí en una situación equivalente al estado de naturaleza.
La Influencia de Locke
La influencia de Locke ha sido profunda y manifiesta, además de ser el padre del liberalismo y del constitucionalismo. El liberalismo de Locke conduce al constitucionalismo de los siglos XVIII, XIX y XX, porque el constitucionalismo es una corriente jurídica y política que promueve la preservación de los derechos individuales. La influencia de Locke en los EE. UU. fue notable, para uno de cuyos estados incluso proyectó un esbozo de la constitución.