Comparación entre el Empirismo de Hume y el Racionalismo de Descartes

Hume: El Empirismo y la Crítica a la Metafísica

El Conocimiento y la Crítica a la Idea de Causalidad

Hume sostiene que la idea de causa es la base de todas nuestras inferencias sobre hechos de los que no tenemos una impresión actual. Observa que esta relación se concibe como una conexión necesaria entre causa y efecto. Sin embargo, critica esta idea argumentando que nunca hemos observado una conexión necesaria entre ambos. Una idea verdadera es aquella que corresponde con una impresión. Cuando el agua se acerca al fuego, se calienta, lo sabemos por experiencia, no porque haya una conexión necesaria observable. Esta certeza proviene del hábito, de la costumbre de haber observado que siempre que ha sucedido lo primero, ha sucedido también lo segundo.

Percepciones e Ideas: El Origen del Conocimiento

La filosofía de Hume es empirista. La naturaleza humana se compone de todos los contenidos de la mente, que provienen de las percepciones y se forman por el contacto de la mente con los datos sensibles del exterior (fenomenismo). Las percepciones son de dos tipos:

  • Impresiones: Tienen mucha intensidad porque el objeto se encuentra presente en ese momento. Pueden ser simples (un solo dato) o complejas (varios datos unidos).
  • Ideas: Son menos intensas y se producen en la mente cuando recordamos las impresiones. A cada impresión le corresponde una idea.

A partir de las percepciones, la mente puede realizar:

  • Cuestiones de hecho: La repetición más o menos fija de sucesos o acontecimientos que nos permiten cierta seguridad y capacidad de predicción sobre el futuro.
  • Relaciones de ideas: Se realizan solo a nivel mental, no necesitan del exterior, como los razonamientos matemáticos. Estas relaciones se llevan a cabo mediante una atracción natural entre ideas a la que llama asociación de ideas, que tiene tres leyes:
    • Semejanza: Asociación de ideas con cierto parecido.
    • Contigüidad o conexión necesaria: Si dos ideas aparecen conectadas por cualquier motivo, la memoria las une por costumbre o hábito, por creencia de que va a volver a suceder como la vez anterior (esta creencia es útil para la vida, pero no produce conocimiento).
    • Causalidad: Explica la relación de causa y efecto.

Crítica a la Metafísica Tradicional

Según Hume, todo conocimiento es una impresión (dato de la experiencia) o es la representación mental de una impresión (idea). Esto significa que el origen de todos nuestros conocimientos está en la experiencia y, por lo tanto, no existen ideas innatas.

Hume critica el concepto aristotélico y tradicional de sustancia porque no corresponde a ninguno de los conceptos descritos anteriormente. Al no ser perceptible, no forma parte de la realidad que él considera verdadera. Si hay que hablar de sustancia, serían solo ideas simples que unimos en el proceso que ya se ha visto. Por lo tanto, niega aquello que en la filosofía tradicional eran sustancias: materia, alma y Dios, que formaban la Metafísica.

Religión, Ética y Política

De la religión, Hume cree que es un fenómeno natural en el hombre, que nace de la inseguridad y la incertidumbre frente al dolor y la muerte. La primera etapa de la religión es el politeísmo (dioses a veces relacionados con fuerzas de la naturaleza), que, con el tiempo, va dando lugar a religiones monoteístas. Considera que la religión es un bien social en tanto que cree que las creencias religiosas son importantes para mantener buenas costumbres sociales.

Su planteamiento de la ética nos habla de lo que se debe o no hacer. Por lo tanto, se relaciona con la acción y las emociones, no con la razón. A esta teoría se le llama emotivismo. Las emociones son de dos tipos: de aprobación, producidas por percepciones positivas o agradables; o de desaprobación, por percepciones negativas o desagradables. Hay emociones directas, que proceden inmediatamente de impresiones externas (el dolor) e indirectas (más complejas, obtenidas en la vida social). Normalmente, hay un sentimiento moral universal que hace que a la mayor parte de la humanidad le resulten agradables ciertos hechos y desagradables otros.

En política, según Hume, el Estado, las leyes y las instituciones políticas derivan su legitimidad de la utilidad que dan a la sociedad. El hecho de que las obedezcamos y nos sometamos a la autoridad se debe a que somos conscientes de que nuestros intereses se satisfacen mejor pactando con el resto de los seres humanos. Hume basa sus propuestas políticas en la experiencia y se aleja de consideraciones descriptivas acerca de lo que debe ser la sociedad ideal, así como de toda consideración basada en «principios» eternos y abstractos.

Descartes: El Racionalismo y la Búsqueda de la Certeza

Pruebas de la Existencia de Dios

Descartes propone varias pruebas para probar la existencia de Dios:

  • Por sus efectos: Demuestra la existencia a partir de la idea que tiene de lo perfecto. Pretende probar la idea de un ser perfecto que solo puede venir de Dios, basándose en la doctrina de las ideas. Aplicando esto, se refiere a que él, que es un ser imperfecto, no puede ser causa de algo más perfecto que él, y como debe haber proporcionalidad entre causa y efecto, la causa es el ser infinitamente perfecto, Dios. Esta prueba es la más cartesiana, que demuestra la existencia de un ser a partir de la idea que tiene de ese ser.
  • A partir de la perfección humana: De esta prueba concluye que su propia existencia depende del ser perfecto, del que proviene todo lo que hay perfecto en él.
  • La aceptación del argumento ontológico: Mediante el cual, Descartes reflexiona sobre la certeza de las demostraciones geométricas, de las que dice que son ciertas al completo. La existencia está contenida en el ser perfecto y, de ese modo, en contradicción, pensar en el ser perfecto como no existente, será como decir que al ser perfecto le falta perfección. Descartes piensa que las pruebas para la existencia de Dios ayudan a que se desarrolle la filosofía donde Dios cumple la función epistemológica de garantizar la objetividad del conocimiento.

Metafísica y Sustancias

En la metafísica cartesiana se juega la objetividad del conocimiento. Las tres sustancias aceptadas por Descartes son la sustancia infinita, la sustancia pensante y la sustancia extensa. Las dos sustancias finitas de Descartes se comunican a través de la glándula pineal (donde reside el alma humana). Mediante la hipótesis del genio maligno llega incluso a dudar de las verdades más evidentes de las matemáticas. Mediante la aplicación de la duda metódica intentará encontrar verdades evidentes. Descartes aceptará el argumento del «pienso, luego existo» porque se le presentará como una verdad clara y distinta. La demostración de la existencia de Dios le permite superar su postura solipsista (tiene certeza de la propia existencia).

Una vez garantizada la objetividad, podemos empezar a construir las ciencias particulares. En este punto cabe desarrollar la ontología. En ella, el concepto de sustancia es fundamental. Se define sustancia como una cosa existente que no requiere más de sí misma para existir. Descartes concibe la sustancia como el sustrato donde se pasan las cualidades que percibimos y sigue la línea del sustancialismo aristotélico.

Descartes afirma que, aunque la palabra sustancia se aplica precisamente a Dios, puede aplicarse ontológicamente a otros seres. Eso es lo que sucede cuando Descartes afirma que en la existencia del pensamiento podemos inferir la existencia de un sujeto en el cual se da dicho pensamiento. Esto se da en dos tipos de sustancias diferentes: la res infinita (ser infinito) y la res cogitans (ser pensante). Descartes afirma que la sustancia pensante es completamente distinta e independiente del cuerpo. El mundo exterior debe existir, de lo contrario las ideas adventicias carecerán por completo de fundamento objetivo.

Ideas: Adventicias, Facticias e Innatas

Descartes identifica las ideas con los contenidos mentales que tienen la capacidad de representar cosas (las sensaciones, las imágenes de la fantasía, los conceptos del pensamiento) que con otros contenidos mentales como los actos de voluntad o las pasiones. Divide las ideas en:

  • Ideas adventicias: Consecuencia del influjo del mundo exterior sobre nuestros sentidos, dan lugar al conocimiento empírico.
  • Ideas facticias: Consecuencia del poder de nuestra imaginación. Las construye la mente a partir de otras ideas.
  • Ideas innatas: Ideas que se encuentran en nuestra mente antes de cualquier experiencia o percepción del mundo. La más importante es la idea de Infinito o Dios. Han sido implantadas en nuestra mente por Dios.

El Problema del Cuerpo y la Concepción Mecanicista

Descartes se plantea la naturaleza del cuerpo y de los seres de ese mundo externo. No podemos concebir un cuerpo que no tenga extensión, toda la materia es una sustancia eterna y extensa. Esta doctrina conduce a Descartes a afirmar que el hombre es un compuesto de dos sustancias: alma y cuerpo. Antes de que Descartes llegue a la demostración de la existencia de Dios, aparecen nuevas concepciones que están, a su vez, en una confianza ciega en la que la razón es un instrumento infalible de conocimiento.

Tiene una gran importancia las matemáticas, ya que son afirmaciones ciertas y, a su vez, están establecidas; además, perduran para siempre. Todas las cualidades que realmente están en los seres al margen del sujeto que conoce son matemáticamente expresables y no son propiedades de los objetos, están más bien en el sujeto, que conoce y depende de la naturaleza y de sus órganos sensoriales. Distintos seres con distintos órganos tendrían perfecciones distintas de los mismos objetos.

En la concepción mecanicista, los seres actúan con unas leyes invulnerables; en un universo así, las matemáticas son imprescindibles para el tratamiento de lo real. Lo que interesa a Descartes es el problema de la certeza: será verdadero todo lo que perciba con igual claridad y distinción. Esto valdrá como regla general. El estudio de las matemáticas concluye que la certeza se debe a que en ellas todo se hace de acuerdo con los principios y normas de la pura razón. La razón es una y procede siempre de la misma manera con independencia del objeto del que se ocupa. Según Descartes, hay tres facultades distintas:

  • Percepción: Es el primero de los órganos sensoriales, nos pone en contacto con los seres sensibles.
  • Imaginación: Nos permite combinar ideas que ya se poseen para dar lugar a nuevas ideas (facticias).
  • Razón: Donde reside la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso (ideas innatas).

La Teoría del Error

Descartes elabora la teoría del error y distingue varias fuentes de error:

  • Evidencia: No admite nunca como verdadero cosa alguna sin saber con evidencia lo que es.
  • Análisis: Se dividen las ideas complejas hasta llegar a las ideas simples y evidentes para que puedan ser intuidas.
  • Síntesis: Mediante la deducción se llega a una conclusión que permite comprender lo complejo y construir leyes que lo expliquen.

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