Comparación entre las concepciones de Platón y Aristóteles sobre el ser humano, el conocimiento, la realidad, la ética y la política

Comparación entre las concepciones de Platón y Aristóteles

El ser humano

Platón sostiene una visión dualista del hombre, definiéndolo como la unión accidental de cuerpo y alma. Influenciado por los ritos órficos y las doctrinas pitagóricas, Platón considera el cuerpo como la prisión del alma, de la cual ésta debe liberarse a través del conocimiento, hasta alcanzar la contemplación de las ideas. Platón distingue tres funciones del alma:

  • Alma concupiscible o apetito: Sede de las pasiones y deseos primarios.
  • Alma irascible o ánimo: Donde residen las pasiones nobles, al servicio de la razón.
  • Alma racional: Define propiamente al hombre.

Cada función del alma tiene su virtud característica (templanza, fortaleza y prudencia) y su equivalente social (productores, guardianes auxiliares y gobernantes). El alma racional es inmortal y está sujeta al ciclo de las reencarnaciones.

Aristóteles, en cambio, tiene una visión biológica del alma. El alma es la forma del cuerpo. Los seres vivos, incluido el hombre, son el resultado de una unión sustancial (no accidental) entre el cuerpo (materia) y el alma (forma). Aristóteles distingue tres clases de alma:

  • Alma vegetativa: Común a plantas, animales y hombres.
  • Alma sensitiva: Común a animales y hombres.
  • Alma racional: Específicamente humana.

Al tratarse de una unión sustancial, la disolución del compuesto (materia y forma) comporta la desaparición del individuo (en cuerpo y alma).

El conocimiento y la realidad

Platón divide la realidad en dos mundos (dualismo ontológico): el mundo sensible (ámbito de las apariencias) y el mundo de las ideas. Este último es la verdadera realidad, pues en él se encuentran los modelos o arquetipos de las cosas sensibles. En la cúspide se encuentra la idea del Bien. Al mundo sensible corresponde la opinión (doxa), con dos niveles: imaginación y creencia. Al mundo de las ideas corresponde la ciencia (episteme), también en dos niveles: razonamiento discursivo o hipotético e intuición intelectual.

Aristóteles coincide con Platón en que el conocimiento científico debe tener como objeto lo universal y necesario: la forma. Sin embargo, considera que las formas están incorporadas en las cosas, de manera que la naturaleza puede ser explicada sin un mundo de las ideas separadas de las cosas. Las formas aristotélicas desempeñan una función similar a las ideas platónicas, pero la existencia real corresponde a las sustancias primeras o individuales, de las que se abstraen las formas.

La ética y la política

Platón desarrolla el intelectualismo moral socrático: la correspondencia entre el conocimiento y la acción. Quien conoce el bien, obra en consecuencia. Esta concepción ética fundamenta la política en Platón: la polis ideal será gobernada por los sabios.

Aristóteles distingue entre la vida contemplativa (propia del sabio) y la vida política (propia del hombre justo), negando el intelectualismo moral socrático-platónico. El conocimiento del bien no conduce necesariamente a la acción buena, pues ésta depende de los hábitos. Distingue entre virtudes dianoéticas (relativas al conocimiento) y virtudes éticas (relativas a la acción). A diferencia del modelo ideal platónico, Aristóteles basa sus reflexiones políticas en los regímenes existentes. La mejor forma de gobierno (politeia) procurará la excelencia de los hombres y satisfará sus necesidades en el marco de la ciudad.

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