Comparacion john stuart mill y platon

1. Haz un breve resumen del texto:


El texto hace referencia al problema de los límites de la libertad personal en lo que atañe a la relación entre el individuo y la vida pública y afirma que el límite de mi libertad está en la libertad de los demás. En temas que no afectan a nadie más que a él mismo, la libertad individual debe ser absoluta, tanto en el propio cuerpo como lo que se refiere al pensamiento ya las creencias.

2. Explica brevemente qué significa lo que Mill denomina «demarcación de la conducta»:

‘Demarcación’ significa poner límites o fronteras a la posibilidades de algo. La demarcación de la conducta, por lo tanto, es la delimitación del proceder, la concreción de los límites del comportamiento.

3. ¿Qué hace que Mill se preocupe tanto por la libertad individual:

Contra lo que a veces se llama ‘hacer cosas útiles’ o ‘buscar la máxima utilidad para el máximo número’ no es de ninguna manera el fin del utilitarismo.
La utilidad es simplemente el principal medio (instrumento) con el fin de conseguir lo que es verdaderamente la finalidad utilitarista, que es la felicidad o el bienestar del mayor número. El utilitarismo es una ética teleológica o consecuencialista y como tal distingue entre fines últimos (la felicidad o bienestar) y herramientas para llegar (la realización de acciones que maximicen la felicidad). Para un utilitarista, la libertad es en cualquier caso una condición necesaria de la felicidad para una sociedad libre aumenta la diversidad y la creatividad y da más variedad y más interés en la vida.La libertad individual, como la propia realización de acciones útiles , hacen la vida más rica en el sentido de más capaz de promocionar la felicidad y, por tanto, esta actitud o tendencia debe ser promocionada. Pero la sociedad a la que aspira Mill no es la de una masa indiferenciada movida por placeres groseros, sino que está hecha por individualidades creativas, es decir, libres. Además, una regla fundamental del utilitarismo dice ‘cada uno vale por uno y sólo por un’. Cuando aumenta la felicidad de cada uno de los miembros de la sociedad, inevitablemente toda la sociedad se hace más feliz. Mill tenía al menos tres poderosas razones para preocuparse por la libertad individual. La primera es una razón biográfica: de muy pequeño había sido educado por su padre James Mill y por el amigo de este Jeremy Bentham para ser un utilitarista, casi robotizado y dedicado a la suma de utilidades, despreciando todo lo que no fuera útil. No tuvo juegos infantiles y pasó una adolescencia triste hasta que con dieciocho años sufrió una grave depresión nerviosa de la que sólo se curó dedicándose a la lectura de poesía, como él mismo explica en su autobiografía. La libertad individual es, pues, una reivindicación personal: vista su peculiar biografía, la libertad personal incluye la exigencia de un mundo en el que los individuos no sean víctimas de programas educativos brutales o de manipulaciones de consciència.Però, además, hay una razón social y una razón moral para defender la libertad individual. La sociedad británica, la época de Mill (y también las sociedades democráticas de ahora mismo) tiende a ser dominada por las clases medias y por una burguesía que se caracteriza por ser prudente, moral y socialmente conservadora e incluso timorata. En cambio, la creatividad no nace la clase media sino de las individualidades potentes, capaces de hacer crecer la diversidad y las ideas nuevas. Una sociedad no puede ser creativa sin individualidades creadoras, que son útiles en la medida que abren nuevas perspectivas y producen diversidad. También moralmente la individualidad es buena: permite que los individuos desarrollen su creatividad y propongan nuevos horizontes.Sin individualidades potentes y dispuestas a hacer frente a las convenciones y los tópicos (como hicieron Sócrates o Jesucristo, por ejemplo), el mundo aún viviría en una especie de perpetua infancia moral. Por incomprendidos que puedan ser en un momento dado, los creadores individuales son socialmente útiles porque con sus propuestas innovadoras hacen avanzar la libertad de todos. He aquí, pues, las tres razones por las que Mill se preocupa tanto por reivindicar la libertad individual.

4. A partir del texto, explica las características que hacen original el utilitarismo de Mil:

El utilitarismo de John Stuart Mill, a pesar de derivar del utilitarismo de Jeremy Bentham y James Mill (el padre de nuestro filósofo), tiene como poco cinco características que la alejan de lo que él ve como teorías frías, calculadoras y poco humanizadas de los primeros utilitaristas. / En primer lugar, Bentham y James Mill eran ‘utilitaristas del acto’. Como lectores de los ilustrados su pensamiento es absolutamente cientificista. Su afán por calcular, medir y cuantificar todos los ámbitos y facetas de la vida humana es una constante de toda su obra. La cuantificación es para los primeros utilitaristas la única manera de objetivar las cosas y no dejarse llevar por las pasiones. Por eso, Bentham y James Mill eran contrarios al sentimentalismo de Roseau. En cambio, este texto de Stuart Mill nos propone una regla práctica para obrar (la de la autonomía de las decisiones personales). Mill cree que el realmente útil no es calcular cada acto, sino que nos tenemos que preguntar si es útil la regla moral, universalmente y imparcialmente aplicada. El utilitarismo de la regla que propone Mill implica un paso hacia el universalismo moral.

5. ¿Qué opinas de la idea que se extrae del texto de Mil:

Mill en este texto vendría a decirnos algo muy obvia sobre los límites de la libertad personal: «mi libertad termina donde empieza la del otro» . Pero vale la pena detenernos a reflexionar un momento sobre lo que, en realidad, implica esta frase. Mi campo de acción, mi libertad, está limitada por la libertad ajena. Pero quizá no todas las libertades son equivalentes. Quizás los más ricos tienen más libertad que los más pobres o los habitantes del Norte tienen más libertad que los del Sur, o los hombres más libertad que las mujeres, o los heterosexuales más libertades que los gays y lesbianas. Por ello es necesario que alguien (habitualmente el Estado) garantice un esquema similar de libertades útiles a todos para evitar que la libertad de unos sea tan escasa que resulte impracticable. Aparte de este problema está el hecho de que la frase supone que las libertades son como espacios cerrados, o que no se comunican entre ellas. Es como si cada uno tuviera que defender su porción de libertad incontaminada de las aspiraciones de otros. Pero sabemos que esto no es así. Cada progreso en la libertad de un grupo, de un país, de una minoría étnica o sexual repercute en el progreso de la libertad de todos en todo el mundo. El afán de libertad es gozosamente contagioso. Cuando un grupo de mujeres árabes consigue aumentar su libertad respecto al patriarcado en algún país, eso anima las libertades de todas las mujeres árabes. Cuando los gays y las lesbianas ven reconocido su derecho al matrimonio lo que hace progresar las luchas de los colectivos en favor de la libre opción sexual en todo el mundo.

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