3 COMPARACION: Tomando el tema de la teoría de la historia como hilo conductor, vamos a comprar a Marx con Nietzsche. Comenzaremos con tres parecidos entre ambos autores, para indicar a continuación tres diferencias. +1En primer lugar, Marx y Nietzsche compartirían una dura crítica a cualquier concepción idealista de la historia, y en concreto a los valores ilustrados. Desde sus propuestas filosóficas es inconcebible pensar que la historia está movida por las ideas o que existen reguladores ilustrados que van marcando la evolución de las diferentes sociedades humanas. Lo mismo cabría decir respecto a la propuesta ilustrada: bajo la misma se esconden intereses de clase que ocultan la verdadera finalidad del progreso ilustrado, que no es otro que el enriquecimiento de una sola clase social.+2En segundo lugar, Marx y Nietzsche estarían de acuerdo también en la crítica a la religión. A lo largo de la historia, esta ha mantenido relaciones diversas respecto al poder establecido, cuya consecuencia más directa ha sido la alienación del ser humano.
La crítica a la religión de Nietzsche, y la proclamación de Zaratustra de la muerte de Dios, encuentra precedentes en los planteamientos marxistas, y la filosofía de ambos se defiende que la religión, lejos de ser un factor de desarrollo del ser humano, implica precisamente una limitación de posibilidades, en tanto que engaña a sus seguidores llevándoles a creer en un mundo ilusorio, evitando así el afrontar la realidad.-3Una tercera similitud entre Marx y Nietzsche podría ser la crítica a la filosofía. La tesis XI sobre Feuerbach lo deja bien claro: mientras que los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo, lo que se debería hacer es transformarlo. Desde el comienzo de la historia, la filosofía ha centrado su actividad en la especulación, y Marx y Nietzsche serían partidarios de una visión más dinámica de la filosofía, capaz de transformar incluso al ser humano. En la filosofía marxista la filosofía debe desenvolver toda su capacidad crítica para liberar al ser humano y promover sociedades más igualitarias. Por su parte, una de las propuestas filosóficas de Nietzsche es precisamente la del “superhombre”: en su opinión estaríamos al borde de un nuevo tiempo histórico que la filosofía debería promover, tratando de consolidar los valores asociados al superhombre de Nietzsche.//Como se ve, las afinidades entre Marx y Nietzsche en lo referente a la filosofía de la historia pueden concentrarse en una crítica común y en una visión renovada de la tarea de la filosofía. Sin embargo, ambos autores también mantienen ciertas diferencias que conviene subrayar:1La primera gran diferencia puede concretarse en la concepción general de la historia: la dialéctica que asume Marx como esquema de la misma sería rechazado por Nietzsche como una idealización de carácter racionalista. Pretender introducir cualquier explicación conceptual en la historia es ordenar el caos de sucesos, imposible de someter a la guía de la razón. No hay fases de la historia, ni tesis, ni antítesis, ningún principio que oriente los sucesos históricos a través del tiempo. Aunque Marx invierta la dialéctica hegeliana criticando el idealismo, Nietzsche daría un paso más allá señalando ya al propio esquema dialéctico como una semilla de racionalidad.2Como consecuencia de esta diferencia, cabría aludir también a la negación nietzscheana de cualquier tipo de finalidad en la historia. Esperar que llegue a realizarse una sociedad “comunista” o que se logre la supresión de la lucha de clases es una forma de autoengaño y evasión ante la ausencia de sentido. A la visión histórica del marxismo se opone el “eterno retorno” de Nietzsche: no hay más tiempo que el del eterno círculo que se repite, un presente que puede parecer distinto, pero que consiste en una eterna repetición de lo mismo. El ciclo que ya supieran ver autores presocráticos como Heráclito está instalado en la naturaleza pero también en la historia de la humanidad. 3Finalmente, hay otro aspecto que guarda una relación indirecta con la filosofía de la historia: la relación entre individuo y sociedad. En cierta forma, se deriva del marxismo cierto igualitarismo y cierta colectivización que anularían la individualidad. En la filosofía marxista, lo importante es la sociedad o la clase social, no el individuo. Si la historia es el devenir de la lucha de clases, parece que muy poco puede decir el sujeto individual al respecto. Frente a esto, Nietzsche rechazaría este determinismo sociológico: por encima del grupo social está el ser humano particular y concreto, llamado a desarrollar al máximo todas sus capacidades al margen de los dictados o imposiciones de la sociedad. El concepto mismo de lucha de clases, criticaría Nietzsche, parece sugerir al ser humano que ha sacrificarse a favor de la marcha histórica. El concepto de sacrificio de la individualidad carece de sentido en una filosofía como la de Nietzsche, en la que el superhombre desempeña uno de los papeles protagonistas.
La crítica a la religión de Nietzsche, y la proclamación de Zaratustra de la muerte de Dios, encuentra precedentes en los planteamientos marxistas, y la filosofía de ambos se defiende que la religión, lejos de ser un factor de desarrollo del ser humano, implica precisamente una limitación de posibilidades, en tanto que engaña a sus seguidores llevándoles a creer en un mundo ilusorio, evitando así el afrontar la realidad.-3Una tercera similitud entre Marx y Nietzsche podría ser la crítica a la filosofía. La tesis XI sobre Feuerbach lo deja bien claro: mientras que los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo, lo que se debería hacer es transformarlo. Desde el comienzo de la historia, la filosofía ha centrado su actividad en la especulación, y Marx y Nietzsche serían partidarios de una visión más dinámica de la filosofía, capaz de transformar incluso al ser humano. En la filosofía marxista la filosofía debe desenvolver toda su capacidad crítica para liberar al ser humano y promover sociedades más igualitarias. Por su parte, una de las propuestas filosóficas de Nietzsche es precisamente la del “superhombre”: en su opinión estaríamos al borde de un nuevo tiempo histórico que la filosofía debería promover, tratando de consolidar los valores asociados al superhombre de Nietzsche.//Como se ve, las afinidades entre Marx y Nietzsche en lo referente a la filosofía de la historia pueden concentrarse en una crítica común y en una visión renovada de la tarea de la filosofía. Sin embargo, ambos autores también mantienen ciertas diferencias que conviene subrayar:1La primera gran diferencia puede concretarse en la concepción general de la historia: la dialéctica que asume Marx como esquema de la misma sería rechazado por Nietzsche como una idealización de carácter racionalista. Pretender introducir cualquier explicación conceptual en la historia es ordenar el caos de sucesos, imposible de someter a la guía de la razón. No hay fases de la historia, ni tesis, ni antítesis, ningún principio que oriente los sucesos históricos a través del tiempo. Aunque Marx invierta la dialéctica hegeliana criticando el idealismo, Nietzsche daría un paso más allá señalando ya al propio esquema dialéctico como una semilla de racionalidad.2Como consecuencia de esta diferencia, cabría aludir también a la negación nietzscheana de cualquier tipo de finalidad en la historia. Esperar que llegue a realizarse una sociedad “comunista” o que se logre la supresión de la lucha de clases es una forma de autoengaño y evasión ante la ausencia de sentido. A la visión histórica del marxismo se opone el “eterno retorno” de Nietzsche: no hay más tiempo que el del eterno círculo que se repite, un presente que puede parecer distinto, pero que consiste en una eterna repetición de lo mismo. El ciclo que ya supieran ver autores presocráticos como Heráclito está instalado en la naturaleza pero también en la historia de la humanidad. 3Finalmente, hay otro aspecto que guarda una relación indirecta con la filosofía de la historia: la relación entre individuo y sociedad. En cierta forma, se deriva del marxismo cierto igualitarismo y cierta colectivización que anularían la individualidad. En la filosofía marxista, lo importante es la sociedad o la clase social, no el individuo. Si la historia es el devenir de la lucha de clases, parece que muy poco puede decir el sujeto individual al respecto. Frente a esto, Nietzsche rechazaría este determinismo sociológico: por encima del grupo social está el ser humano particular y concreto, llamado a desarrollar al máximo todas sus capacidades al margen de los dictados o imposiciones de la sociedad. El concepto mismo de lucha de clases, criticaría Nietzsche, parece sugerir al ser humano que ha sacrificarse a favor de la marcha histórica. El concepto de sacrificio de la individualidad carece de sentido en una filosofía como la de Nietzsche, en la que el superhombre desempeña uno de los papeles protagonistas.