Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): El Contrato Social y la Voluntad General
Contexto Histórico
Rousseau vivió en una época de grandes cambios, marcada por la decadencia del Antiguo Régimen y el surgimiento de las ideas ilustradas. Su pensamiento influyó notablemente en la Revolución Francesa.
El Estado de Naturaleza
Rousseau propone la teoría del «buen salvaje», que sostiene que el hombre es bueno por naturaleza y vive en armonía en el estado de naturaleza, es decir, sin instituciones. Sin embargo, la aparición de la propiedad privada marca la transición al estado social, corrompiendo al ser humano. Rousseau considera que el origen de la sociedad radica en la defensa de la propiedad, y que el gobierno es un instrumento de los propietarios para proteger sus riquezas frente a los pobres.
El Contrato Social y la Sociedad
A diferencia de Locke y Hobbes, quienes concebían la sociedad como un acuerdo entre individuos racionalmente egoístas, Rousseau defiende que la sociedad es un bien en sí mismo, una comunidad con un proyecto moral superior a los individuos que la forman. Los cimientos de esta comunidad son:
- La solidaridad
- La amistad cívica
- El amor por lo colectivo
Para Rousseau, la única forma de que la sociedad mejore la situación del ser humano es mediante la igualdad. Propone un sistema educativo que fomente el amor por lo colectivo. El contrato social se concibe como un acuerdo generalizado, donde el hombre se entrega totalmente a la comunidad y recibe la entrega de todos.
El Cuerpo Político y la Voluntad General
Rousseau distingue entre:
- El individuo: el ser humano en sentido natural.
- El ciudadano: el ser humano en sentido convencional, con derechos como la libertad, la igualdad y la propiedad.
La voluntad general se orienta al bien común y se descubre progresivamente. Obliga a todos y no es posible discrepar con ella, ya que entonces se estaría discrepando con uno mismo. Someterse a ella supone gozar de la verdadera libertad, anteponiendo el bien común al particular.
Alexis de Tocqueville (1805-1859): La Democracia y la Igualdad de Condiciones
El Antiguo Régimen y su Decadencia
Tocqueville analiza el Antiguo Régimen, el modelo social estamental previo a las revoluciones liberales, caracterizado por:
- La aristocracia vinculada a la propiedad de la tierra.
- Una agricultura de subsistencia con poca generación de excedente y estructurada mediante la servidumbre.
- La hegemonía del clero y la nobleza como estamentos privilegiados.
- El tercer estamento sin privilegios y apartado de las instituciones.
- Un estatus social inamovible determinado por el nacimiento, lo que generaba un profundo inmovilismo social y una gran desigualdad jurídica.
La Democracia como Proceso Imparable
Tocqueville considera que la democracia es un proceso imparable que ya estaba llegando a Europa mediante las revoluciones, entendiéndolas como la búsqueda de la igualdad de condiciones. No prefiere la democracia a la aristocracia, sino que la considera un fenómeno moderno y orgánico. Con la democracia, la forma de analizar la política debe cambiar. Para Tocqueville, lo que caracteriza a la democracia no es la participación política o las libertades, sino la igualdad de condiciones. La democracia no solo es un régimen político, sino también el orden jurídico constitucional.
Funcionamiento, Consecuencias y Contradicciones de la Democracia
- Funcionamiento: igualdad jurídica, tierra de oportunidades y una mejor repartición de la riqueza y la propiedad.
- Consecuencias: eliminación de las jerarquías sociales, desaparición del orden aristocrático tradicional y surgimiento de nuevas clases sociales (terratenientes y proletariado/funcionariado) que pueden amenazar la igualdad.
- Contradicciones: compatibilizar la igualdad con la libertad (poder de la mayoría y censura de la opinión pública), la creatividad. Tocqueville teme la pérdida de la esencia del individuo en pro de la democracia y la igualdad, lo que podría llevar a la mediocridad y la falta de libertad y solidaridad, con el riesgo de un despotismo del pueblo por la centralización.
Medidas Correctivas
Tocqueville propone una «cultura política» basada en un gobierno local fuerte, religiosidad, una red asociativa privada, un poder judicial independiente y una prensa libre.
Immanuel Kant (1724-1804): La Razón, el Estado y la Paz Perpetua
Contexto Histórico
Kant vivió en la misma época que Rousseau y Tocqueville (en la parte final de la vida de Rousseau y la inicial de Tocqueville), en el contexto del Antiguo Régimen y su decadencia. Este sistema feudal descentralizado estaba en crisis debido a:
- La crisis económica, que evidenciaba la necesidad de ampliar los mercados.
- La crisis política, con el surgimiento de los Estados nacionales y el aumento del poder del monarca.
- La crisis del poder de la Iglesia, que perdió el monopolio cultural con la invención de la imprenta.
La invención de la imprenta aceleró la difusión del conocimiento, volviendo a la población más culta, clave para cualquier cambio social. Esta situación culminaría con la Revolución Francesa, influenciada en gran medida por las ideas de Rousseau.
La Voluntad y el Imperativo Categórico
El problema principal en el sistema ético-político de Kant es la libertad. En su obra Crítica de la razón pura, Kant establece que las acciones humanas están determinadas por las leyes de la naturaleza. En estas acciones, el ser humano se guía por la voluntad, entendida como la razón práctica, que piensa lo que debe ser, no lo que es. La determinación de la voluntad se lleva a cabo a través de imperativos:
- Imperativos hipotéticos: medios para lograr ciertos fines.
- Imperativos categóricos: ordenan algo como un fin en sí mismo, sin condición alguna.
La ley moral se identifica con el imperativo categórico, que nos ata incondicionalmente y se orienta por la buena voluntad.
El Estado y el Derecho
Tanto el Estado (garante del Derecho) como el Derecho son exigencias de la razón, al igual que el paso del estado de naturaleza al estado social. En el estado de naturaleza, caracterizado por una profunda inseguridad, prima la posesión frente a la propiedad. La razón exige la creación de la sociedad civil. El tránsito del estado de naturaleza a la sociedad se realiza mediante el contrato originario, una exigencia de la razón. El gobernante debe gobernar como si su poder se fundara en un contrato originario, como si sus leyes derivaran de la voluntad común del pueblo. El objetivo del Estado es mantener y posibilitar un orden general de convivencia. Para ello, es necesaria la división de poderes:
- Poder soberano: legislador.
- Poder ejecutivo: gobernante.
- Poder judicial: juez.
El Estado en el que se separan estos tres poderes adoptará un régimen republicano, que Kant considera que deriva de la idea del contrato originario.
La Paz Perpetua
Kant defiende que la historia avanza desde una situación de conflictos entre Estados hacia una situación de paz perpetua, asegurando una sociedad cosmopolita que permitirá la máxima libertad, limitándola para subsistir con los demás. La disciplina jurídica que asegura esta sociedad y esta paz perpetua se denomina Derecho cosmopolita.