Concordancias y Discrepancias
Entre la obra filosófica de Kant y Tomás de Aquino cabe señalar una concordancia externa, a pesar de su distancia histórica, y una discrepancia interna. Tomás de Aquino logra una síntesis original del pensamiento de los más grandes filósofos de la antigüedad. Kant consigue hacer algo parecido con el racionalismo y el empirismo. Así queda patente el contraste entre el paradigma filosófico premoderno, de base realista y centrado en la ontología, y el moderno, de corte idealista y centrado en la epistemología.
Menos distancia hay respecto a la convicción tomista de que todo conocimiento se inicia en los sentidos. Kant lo comparte y lo complementa: es necesaria la participación de conceptos puros. Pero Tomás de Aquino cree en la posibilidad de demostración y Kant dice que la razón teórica nada puede afirmar respecto a las realidades metafísicas.
Ética
La ética formal está vacía de contenido y eso garantiza su universalidad. La ética de Tomás de Aquino, como ética material que es, posee contenido en un doble sentido: por un lado, fija un bien supremo concreto y, por otro, un medio concreto para alcanzarlo.
Kant discrepa de la ética tomista por ser una ética material y critica las éticas materiales por tres razones fundamentales:
- Por ser empíricas
- Por ser hipotéticas
- Por ser heterónomas
Pensamiento Político
En su pensamiento político, existen semejanzas y desemejanzas. Dentro de las semejanzas estaría la convicción tomista de que el gobierno de uno solo es mejor. También existe una diferencia en la concepción paternalista que Tomás de Aquino tiene de los gobiernos. Los reyes se ocupan de buscar la felicidad de sus gobernados.
La valoración crítica de la mentalidad ilustrada es irreal por la larguísima Tradición intelectual europea y también irrealista porque todos aceptamos la guía de otros cuyas tesis propuestas nos parecen razonables, sin que tengamos la formación necesaria ni el tiempo suficiente para investigarlas a fondo.
Vigencia de las Ideas
En cuanto a las ideas de mayor vigencia, el propósito de la filosofía crítica de Kant está vigente en la epistemología actual y en las reflexiones de la filosofía de la ciencia.
Por lo que respecta a las ideas de menor urgencia, Kant participa en la idea, tan característica de la Ilustración, de progreso inacabable de la humanidad. La idea kantiana de que la buena voluntad es aquello que garantiza la bondad de una acción resulta bastante discutible. Tampoco goza de mucha vigencia su concepción del deber por el deber, desconectado de la felicidad y del placer.
Contexto Histórico de Kant: Siglo XVIII
Transformaciones Económicas y Políticas
Durante el siglo XVIII se recupera de la crisis económica que caracterizó al siglo anterior y se inicia un periodo de desarrollo gracias a la nueva afluencia de metales preciosos procedentes de América y una mayor prosperidad de la agricultura e industria. Todo ello provoca que la burguesía experimente un enriquecimiento extraordinario.
Durante el siglo XVIII se inicia la transformación de Prusia en una potencia europea. El régimen político más extendido es el despotismo ilustrado, que es una adaptación de las monarquías absolutas a las ideas filosóficas de la Ilustración para mantener su absolutismo.
En el ámbito político europeo hay que destacar el desgaste del imperio español y la consolidación de Inglaterra y Francia como potencias.
El Siglo de las Luces
El siglo XVIII es un proceso de cambio, cuando se abandona a Dios como el principio ordenador de la naturaleza, del conocimiento y de la historia, para reemplazarlo por la razón como fundamento de un nuevo orden. Además, la filosofía se convierte en un arma de crítica social y política. La razón ilustrada posee una vocación práctica. La razón es un instrumento para la mayoría de las ciencias y las artes, la comodidad y el bienestar del individuo. Por ello, este siglo es llamado «siglo de las luces».
Pietismo y Racionalismo
El pietismo hizo un llamamiento a la piedad evangélica, a la regeneración interior mediante una meditación personal de las escrituras, afirmaba el valor de la conciencia individual frente al dogmatismo de otras iglesias.
La razón ilustrada presenta dos caracteres sobresalientes: un carácter práctico, que afirmaba que el fin del saber es mejorar la vida humana, y un carácter experimental, que tiene la experiencia como criterio verificador.
Para el racionalismo, sus principales representantes son Descartes, Spinoza y Leibniz.
Empirismo y Materialismo
Para el empirismo, sus principales representantes son Locke, Berkeley y Hume. Defiende que el conocimiento se origina en la experiencia, sin que existan ideas innatas, y que la razón no pone límites al alcance de sus especulaciones ni permite comprobarla; son asociacionistas. Somos una página en blanco que se rellena asociando ideas cada vez más complejas, y son inductivistas: a partir de la experiencia acumulada se edifica el conocimiento. Consideran la física como el modelo del saber.
El materialismo es una concepción metafísica que determina como única sustancia la materia.