Complejidad, Conocimiento y Sabiduría: Un Enfoque Multidimensional

Los Problemas Esenciales de la Especialización y la Racionalidad Limitada

a) Disyunción y Especialización Cerrada

La hiperespecialización impide ver tanto lo global (que fragmenta en parcelas) como lo esencial (que disuelve). Impide, incluso, tratar correctamente los problemas particulares que solo pueden ser planteados y pensados en un contexto. El conocimiento especializado extrae un objeto de su contexto y de su conjunto, rechaza los lazos y las intercomunicaciones con su medio, y lo inserta en un sector conceptual abstracto que es el de la disciplina compartimentalizada, cuyas fronteras resquebrajan arbitrariamente la sistemicidad (relación de una parte con el todo) y la multidimensionalidad de los fenómenos. Esto conduce a una abstracción matemática que opera en sí misma una escisión con lo concreto, privilegiando todo cuanto es calculable y formalizable.

b) Reducción y Disyunción

El principio de reducción conduce naturalmente a restringir lo complejo a lo simple. Aplica a las complejidades vivas y humanas la lógica mecánica y determinista de la máquina artificial. Igualmente, cuando obedece estrictamente al postulado determinista, el principio de reducción oculta el riesgo, la novedad y la invención. Incapaz de proyectar el contexto y el complejo planetario, la inteligencia ciega se vuelve inconsciente e irresponsable.

c) La Falsa Racionalidad

La falsa racionalidad, es decir, la racionalización abstracta y unidimensional, triunfa sobre la tierra. Por todas partes y durante decenas de años, soluciones presuntamente racionales, sugeridas por expertos convencidos de estar obrando en bien de la razón y el progreso, y de no encontrar más que supersticiones en las costumbres y miedos de las poblaciones, han empobrecido enriqueciendo, han destruido creando. Los grandes policultivos han eliminado los pequeños policultivos de subsistencia, agravando la escasez y determinando el éxodo rural y los asentamientos urbanos. Han convertido los suburbios y las ciudades en lugares aislados, aburridos, sucios, degradados, abandonados, despersonalizados y de delincuencia. El siglo XX ha vivido bajo el reino de una seudoracionalidad que ha presumido ser la única, pero que ha atrofiado la comprensión, la reflexión y la visión a largo plazo. Su insuficiencia para tratar los problemas más graves ha constituido uno de los problemas más graves para la humanidad. El siglo XX ha producido progresos gigantescos en todos los campos del conocimiento científico, así como en todos los campos de la técnica. Al mismo tiempo, ha producido una nueva ceguera hacia los problemas globales, fundamentales y complejos, y esta ceguera ha generado innumerables errores e ilusiones, comenzando por los de los científicos, técnicos y especialistas.

Diferencias entre Información, Conocimiento y Sabiduría

La información está más allá de los datos; ella no actúa directamente sobre nuestros órganos de los sentidos, sino que son los datos los que actúan sobre estos últimos. Por tanto, la información es construida a partir del mundo material y existe como cualidad secundaria de un objeto particular: del signo lingüístico registrado.

El conocimiento tiene como fuente la información misma, por lo que es un producto posterior y surge a partir de ella. Si la información se elabora a partir de objetos materiales para después aparecer como ente ideal, el conocimiento retoma ese ente ideal para construirse.

Distinguimos entre información y conocimiento: la información es el insumo del conocimiento, y siempre es recibida a través de los sentidos. No puede haber conocimiento sin un conocedor.

La sabiduría es la aplicación de la información para mejorar el valor de la acción. Se quiere indicar con sabiduría no solo el mejoramiento de la eficiencia y eficacia en las acciones, sino también la orientación de las acciones tras el mejoramiento de la vida humana, sostenida por una visión explicativa.

La relación que hay entre ellos es: el conocimiento es adquirido, la sabiduría es descubierta. Hay que convertir la información en conocimiento y el conocimiento en comprensión. Y es esa comprensión la que constituye una forma de sabiduría.

Existe una semejanza entre los conceptos de información, conocimiento y valor en cuanto los tres son objetos ideales. Al mismo tiempo, se descubre una diferencia esencial entre ellos. Hay tres niveles de entendimiento de la realidad humana:

  • El primero incluye la información que presenta los hechos y los mecanismos primarios de los hechos.
  • El segundo consiste en el conocimiento que reflexiona sobre la información, jerarquiza su importancia y los principios generales para ordenarla.
  • El tercero que lleva a la sabiduría, la cual incorpora a la realidad todo lo que sabemos con el fin de encontrar una existencia mejor.

Son etapas que requieren diferentes fuentes y actividades. Se puede detener el camino en una de ellas y no necesariamente pasar por las tres. En el caso de la información, su fuente son los datos y la actividad requerida es la estructuración e interpretación de los mismos. En el conocimiento, su origen está dado en la información y posteriormente se requiere realizar una actividad complementaria que comprende el análisis, la síntesis, aplicar una visión dialéctica a lo que se aprende, sacar inferencias de lo aprendido, aplicar, evaluar y asimilar. Por último, la sabiduría surge a partir de informaciones y conocimientos recibidos, pero que adicionalmente se exige una interiorización y apropiación movidos por un acto de la voluntad que elige como deseable esos principios como elementos de su proyecto existencial personal para que sirvan como guías en la interacción con la realidad.

El Pensamiento Complejo de Edgar Morin

Para Morin, debe estudiarse multifacéticamente cualquier aspecto de la experiencia humana, aplicando el pensamiento complejo multidimensional y dejando atrás el pensamiento simplista, reduccionista, disgregador, manipulativo y dominante.

En la concepción de Morin, la complejidad es el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, que constituyen nuestro mundo fenoménico, y que tiene como rasgos lo enredado, la degradación, el desorden, la imprecisión, la incertidumbre, la contradicción, lo indeterminado, entre otros. La complejidad aparece allí donde el pensamiento simplificador falla e integra en sí mismo todo lo que pone orden, claridad, distinción y precisión en el conocimiento.

Características del Pensamiento Complejo

  • Pensamiento abierto.
  • Todo objeto de conocimiento solo se puede estudiar en relación con su entorno (sistema).
  • El todo es irreductible a la descomposición de sus partes: el todo es más y menos que la suma de sus partes; las partes no pueden ser tratadas por separado.
  • Aspira al conocimiento multidimensional y a un saber no parcelado, no dividido y no reduccionista.
  • Integra lo más posible los modos simplificadores de pensar, aísla todo lo que separa, religa, interactúa e interfiere, a la vez que rechaza sus consecuencias.
  • Reúne orden, desorden y organización.
  • Ayuda a revelar y superar la complejidad del desafío del mundo, de la naturaleza, del hombre y la sociedad.
  • Pensar complejamente como metodología de la acción cotidiana.
  • Concibe el lazo inseparable entre observador y cosa observada, entre el uno y lo múltiple.
  • Concibe la complejidad de la realidad antroposocial en su microdimensión y macrodimensión, respectivamente.
  • Axioma: La imposibilidad teórica de una omnisciencia.
  • Principios: Incompletitud e incertidumbre.
  • Permite civilizar el conocimiento humano.
  • Reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.

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