Concepto de Areté en Platón: Evolución y Significado

La Areté en la Antigua Grecia

La areté es uno de los conceptos principales de la ética y la política de la antigua Grecia. Es difícil precisar con exactitud su sentido. En general, la areté es la excelencia humana, la perfección. En la época arcaica estuvo vinculada especialmente a la posesión de la valentía y la destreza en el combate. Pero en los siglos V y IV a.n.e. el significado de areté se aproximó a lo que hoy se conoce como virtud, incluyendo rasgos como la generosidad, la moderación y la justicia.

La Areté según los Sofistas y Platón

Para los sofistas, la areté es un conjunto de habilidades y cualidades que hacen de uno un buen ciudadano y un buen político, y era posible enseñarla a los jóvenes. Platón, en muchos de sus diálogos, se interroga sobre la areté con la intención de mostrar una postura contraria a los sofistas. Es en el Menón donde plantea si la areté puede enseñarse o no. El diálogo concluye, en contra de los sofistas, que la areté no puede enseñarse: la areté es un don de la divinidad.

Las Tres Concepciones de la Areté en Platón

  1. Areté como Sabiduría

    Platón entiende la areté como sabiduría, es decir, como el conocimiento de las ideas, principalmente las de tipo ético. Esta consideración aparece en los primeros diálogos y mantiene la tesis socrática de que el mal es efecto de la ignorancia y que es el conocimiento el que nos enseña el bien.

  2. Areté como Purificación

    De clara influencia órfica y pitagórica, el mal es considerado como una enfermedad. Por lo tanto, su cura no está en el conocimiento sino en el castigo y la penitencia. Platón predica el castigo para quienes están manchados por el placer físico y el premio para quienes lo despreciaron. Tanto en el Fedro como en el Fedón, el hombre virtuoso es aquel que purifica su alma de las pasiones y prescinde cada vez más del cuerpo para poder acceder mejor al mundo de las ideas. El alma, que se identifica con la razón, debe purificarse liberándose del cuerpo si quiere alcanzar la verdad y la sabiduría. La muerte es la liberación total del cuerpo y la filosofía es considerada como una preparación para la muerte; el filósofo es “quien aprende a morir y a estar muerto”. El verdadero yo reside en el alma, no en el cuerpo, y por ello la virtud consiste en hacer a nuestra alma lo mejor posible. No hay que preocuparse por las riquezas ni por la fama, sino por el cuidado del alma. La filosofía sirve de medicina en este cuidado del alma.

  3. Areté como Armonía

    En el diálogo República, el placer no es considerado como una infección extraña, sino como una parte necesaria de la vida que hay que moderar. El mal es fruto de un conflicto interior entre las tres partes del alma. Es considerado como un desequilibrio psicológico. Más tarde, en el Filebo, Platón admitirá que la vida buena y virtuosa es una vida mixta en la que hay que saber aceptar el placer con moderación. En República también nos habla de la justicia como la virtud fundamental, que consiste en el acuerdo de las tres partes del alma. La armonía se produce en el alma cuando cada parte hace lo que le es propio. En concreto, se trata de que la parte racional sea prudente para guiar a la parte irascible, cuya virtud es la fortaleza, y ambas conjuntamente puedan controlar a la parte apetitiva, cuya virtud fundamental es la templanza. Platón denomina a esta situación con la palabra dikaiosyne, que normalmente se traduce como justicia, pero aplicada al ser humano podemos traducirla por “bienestar” o “salud mental”.

Últimos Diálogos de Platón

Pero en los últimos diálogos, como en el Timeo, Platón vuelve a los planteamientos del Fedón, en los que el alma está unida provisionalmente a un cuerpo que actúa como cárcel y tumba del alma. Y en las Leyes encontramos lo que definitivamente piensa Platón sobre los seres humanos: los seres humanos son como marionetas manejadas por sus esperanzas, temores y placeres. La mayoría de los humanos son incapaces de gobernarse a sí mismos, por lo tanto, la areté de la mayoría de los seres humanos no surge del conocimiento, sino que puede surgir de la obediencia a un conjunto de ensalmos, de consignas morales y de mitos edificantes. Resulta curioso que el mismo hombre que escribió en su juventud la Apología de Sócrates proponga en Las Leyes la pena de muerte para los ateos.

Introducción a la Filosofía de Platón

Del 500 al 479 a.n.e. tienen lugar las Guerras Médicas que afianzarán la supremacía de la ciudad-estado de Atenas, que será gobernada por Pericles, quien afianza la democracia, que será restaurada en el 405 a.n.e. Platón nació en Atenas (427-347 a.n.e.). Fue discípulo de Sócrates, quien fue condenado por la corrompida sociedad democrática ateniense, lo que hará que Platón consagre su vida a la filosofía. Tendrá como enemigo a los sofistas y al materialismo de Demócrito. Lo más conocido de Platón es su teoría de las Ideas, su rechazo al cuerpo y su propuesta de que sean los filósofos quienes gobiernen. Excelente escritor y creador de mitos.

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