1. Capital:
Marx considera que el capital condiciona y domina el funcionamiento de la sociedad moderna, así la crítica de la economía política, es el punto de partida fundamental para comprender cómo funcionan las relaciones de dominación entre las clases, los proletarios y los capitalistas.
El Capital, en el lenguaje común, tiene una significación económica, de préstamos e intereses, el capital sirve para obtener aumento de riqueza.
En el concepto del capital el trabajo crea el producto y lo convierte en capital, haciendo que crezca y que se acumule el trabajo.
No consiste, pues, el capital económico en estas o aquellas cosas, sino que representa la idea de cierto empleo o destino que pueden recibir todas: el dinero, el trigo, el árbol arrancado de la tierra, todos los productos, sin distinción alguna, serán capital o dejarán de serlo según que se dediquen a nuevas producciones o se consuman de un modo improductivo.
Por otro lado, el sistema capitalista encierra contradicciones, necesita explotar al proletariado para poder obtener ganancias, y cada capitalista a la vez tiene que competir con otros capitalistas; si un capitalista no obtuviera plusvalía se arruinaría y se convertiría en proletario, cada día más proletarios y menos capitalistas, pero más ricos.
El trabajo del obrero es cada vez más barato, en virtud de las leyes del mercado, los proletarios cada vez son más pobres, se irá concentrando el capital en manos de unos pocos capitalistas y la concentración del trabajo en una masa enorme de proletarios. Este proceso de concentración llevará a una crisis, llegará el momento en que el proletario adquiera conciencia de clase y medirá sus propias fuerzas, se unirá y tendrá lugar la revolución, y con ella la desaparición del capitalismo y la propiedad privada, y la economía capitalista será sustituida por una economía socialista.
2. Valor: Marx expuso su teoría del valor en su obra “Contribución a la crítica de la economía política”, en el que distingue entre el valor de uso y el valor de cambio.
El valor de uso consiste aquel valor que satisface las necesidades humanas, y el valor de cambio o mercancía consiste en el precio que los bienes tienen en el mercado.
En la sociedad capitalista el valor de uso es sustituido por el de cambio, los objetos valen como mercancías, valen el precio que tienen en el mercado, respondiendo a la ley de la oferta y la demanda.
La teoría del valor-trabajo es una teoría que considera que el valor de un bien o servicio depende directamente de la cantidad de trabajo que lleva incorporado. Parte de la base de que, el valor de cambio de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirla, y esta cantidad de trabajo se mide en tiempo.
3. Plusvalía: Es el beneficio que obtiene el capitalista con la venta de las mercancías producidas por el trabajador. Si todas las mercancías se pueden cambiar en el mercado es que tienen un valor; el trabajo es la única medida mediante la cual se puede medir el valor. En la sociedad capitalista el trabajo del obrero es una mercancía que se compra y se vende, de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda. La plusvalía es la diferencia entre el valor de cambio de los bienes u objetos producidos por un trabajador y el salario que recibe a cambio.
La plusvalía es el beneficio del capitalista, este puede aumentar su beneficio de muchas maneras, explotando al trabajador, pagándole menos, o haciéndole trabajar más horas. Para que la plusvalía sea efectiva es preciso que el capitalista venda sus productos. Marx distingue en toda mercancía su valor de uso de su valor de cambio.
El valor de uso es el valor que tienen las cosas para satisfacer una necesidad determinada, cualquier tipo de necesidad, desde las más biológicas como comer, hasta las más psicológicas como el ocio, la cultura, etc.
El valor de cambio es el valor que tiene un objeto en el mercado, y se muestra cuantitativamente, se mide por dinero. Dos objetos con diferente valor de uso pueden tener el mismo valor de cambio si así lo determinan las leyes del mercado, por ejemplo un lápiz puede costar lo mismo que una mesa. Las mercancías están sometidas a los cambios y fluctuaciones del mercado, por las leyes de la oferta y la demanda.
La fuerza de trabajo tiene un valor de cambio (el sueldo que recibe el trabajador) y un valor de uso (su valor para producir otras mercancías). A su vez, las mercancías creadas por el trabajo tienen valor de uso y valor de cambio, pero el valor de cambio que éstas tienen siempre es superior al valor de cambio que tiene la fuerza productiva que las ha creado, son mayores que el salario pagado para hacerlas. Aunque tengamos en cuenta otras cantidades, como las que correspondan los pagos y amortización de las máquinas usadas para la producción, y los costes que el empresario tiene para sacar adelante su negocio, siempre habrá una gran diferencia. A esta diferencia se le llama plusvalía y es el beneficio del capitalista. Sin este beneficio no habría sociedad capitalista.
Traducido en términos de horas de trabajo, de las horas que el trabajador trabaja, una parte trabaja para él (la que corresponde a lo que realmente le paga el empresario) y otra para el empresario (la que da lugar al exceso de valor de cambio que no revierte sobre el trabajador y que da lugar a la ganancia del empresario o plusvalía).
La propuesta de Marx es la desaparición de esa plusvalía. El valor de lo producido vuelva, de alguna manera a éste; bien, porque los beneficios finales se reparten directamente entre todos los obreros, como ocurre en las cooperativas socialistas, bien sea porque el Estado los utiliza para ofrecer otros bienes de los que se puede disfrutar (carreteras, puentes, educación y sanidad, subsidios de desempleo, o de vejez, etc.).
4. Infraestructura y superestructura: La infraestructura es lo que está debajo, lo que sostiene lo demás, la economía es la infraestructura. La infraestructura o estructura económica es la base material de la sociedad.
Las tesis marxistas más claras relativas a la infraestructura son las siguientes:
-Es el factor fundamental del proceso histórico y determina el desarrollo y cambio social;
Dicho de otro modo, cuando cambia la infraestructura, cambia el conjunto de la sociedad (las relaciones sociales, el poder, las instituciones y el resto de elementos de la supraestructura);
-La componen las fuerzas productivas (recursos naturales, medios técnicos y fuerza del trabajo) y las relaciones de producción (los vínculos sociales que se establecen entre las personas a partir del modo en que éstas se vinculan con las fuerzas productivas, las clases sociales, por ejemplo);
-De ella depende la supraestructura (formas jurídicas y políticas, filosofía, religión, arte, ciencia, etc.).
La supraestructura es lo que está encima, la ideología, las ideas políticas, sociales, jurídicas, estéticas y religiosas, pero con ellas se intenta justificar y mantener el orden de relaciones económicas imperantes, las del capitalismo.
La supraestructura el conjunto de elementos de la vida social, dependientes de la infraestructura. En este conjunto se incluyen la religión, la moral, la ciencia, la filosofía, el arte, el derecho y las instituciones políticas y jurídicas.
La tesis básica del materialismo histórico es que la superestructura depende de las condiciones económicas en las que vive cada sociedad, de los medios y fuerzas productivas (infraestructura). La superestructura no tiene una historia propia, independiente, sino que está en función de los intereses de clase de los grupos que la han creado. Los cambios en la superestructura son consecuencia de los cambios en la infraestructura. Esta teoría tiene importantes consecuencias:
-por una lado, la completa comprensión de cada uno de
los elementos de la superestructura sólo se puede realizar con la comprensión de la estructura y cambios económicos que se encuentran a su base;
-por otro, la idea de que no es posible la independencia de la mente humana, del pensamiento, respecto del mundo económico en el que están inmersas las personas, lo que puede fomentar un cierto relativismo.
La historia de la filosofía no puede ser una historia interna del pensamiento (algo así como la historia de cómo unos sistemas filosóficos dan lugar a otros); es preciso tratar lo externo, la misma economía, para así comprender los cambios filosóficos. Las teorías filosóficas son consecuencia de las circunstancias económicas, y de la lucha de clases es el motor de la historia.
La realidad económica determina la conciencia y no al contrario. El proletario vive en la sociedad, tiene una forma de trabajo, y unas relaciones laborales determinadas. Las relaciones productivas, las fuerzas productivas constituyen la estructura económica de cada sociedad, sobre esta manera de vivir económicamente hablando, se monta la supraestructura ideológica y no al revés.
La ideología cree que se desarrolla libremente al margen de la economía, pero la persona debe darse cuenta que su situación económica reflejará quien es a nivel social e ideológico.
5. Trabajo: El trabajo es lo que nos debe realizar como seres humanos, pero en una sociedad capitalista se produce una alienación del fruto del trabajo, el trabajador es parte de una cadena de producción, en la que los bienes que el trabajador produce no le pertenecen, son del dueño de los medios de producción, el trabajo es rentable para los capitalistas, pero da la miseria en todos los sentidos al trabajador.
El trabajo es la actividad por la que el hombre transforma la realidad para satisfacer sus necesidades físicas y personales. En las sociedades capitalistas, de explotación el trabajo es una experiencia alienada, y no como una actividad de autorrealización.
Para Marx el trabajo va más allá de su dimensión puramente económica y se convierte en una categoría antropológica: El hombre no es un ser pasivo sino activo, y el trabajo es la expresión de sus capacidades físicas y mentales, el trabajo es la actividad en la que el hombre se desarrolla y perfecciona; de ahí que el trabajo no sea un mero medio para la producción de mercancías, sino un fin en sí mismo.
La naturaleza humana se realiza en el trabajo, pero no un trabajo sin sentido, enajenado, sino un trabajo enriquecedor, en un trabajo libre; y esta alienación laboral se va a extender también los demás ámbitos, social, político y hasta psicológico.
6. Alienación: Este concepto surge del propio Hegel, maestro de Marx, y se define como un sentimiento de desgarro, como un sentirse alejado o separado de algo. Para Marx, es en la sociedad capitalista donde se aliena el hombre, tanto a nivel económico como ideológico. La alienación es la pérdida de algo que es esencial en la persona.
Hay diferentes tipos de alienación:
-Alienación económica, en la que el trabajador en lugar de realizarse como tal, se despersonaliza y pierde su realidad. Para Marx, la solución pasa por eliminar la propiedad privada de los medios de producción (Banca e industrias).
-Alienación social, que consiste en dividir la sociedad en clases antagónicas entre sí, por un lado los capitalistas con todos los privilegios y por el otro los proletarios, que se limitan a vender su fuerza física y habilidad intelectual.
– Alienación política, en la que el Estado pertenece a la clase dominante, en lugar de ponerse al servicio de la sociedad entera.
-Alienación religiosa, que hace que las personas se evadan de la realidad, “la religión es el opio del pueblo” decía Marx, adormece todas las luchas revolucionarias y retraza la liberación de los proletarios.
Si desaparece la alienación económica desparecen todas las demás.
La alienación o enajenación, o extrañamiento, es la circunstancia en la que vive toda persona que no es dueña de sí misma, ni es la responsable última de sus acciones y pensamientos. Para Marx es la condición en la que vive la clase oprimida en toda sociedad de explotación, en toda sociedad que admite la propiedad privada de los medios de producción.
Marx considera que con la aparición de la propiedad privada se produce una circunstancia social totalmente nueva y que sólo podrá eliminarse con la abolición de dicha forma de propiedad privada.
Según Marx, en el sistema de producción capitalista, el hombre se hace cosa, mercancía, usada por el propietario de los medios de producción sólo como un instrumento más en la cadena de producción de bienes. La propiedad privada aliena al hombre porque no lo trata como fin en sí mismo, sino como mero medio o instrumento para la producción.
Comparación de Marx con otros autores
a. Marx y el concepto de alienación en Hegel
Tanto para Marx como para Hegel, alienación describe la situación en la que un sujeto no se posee a sí mismo, cuando la actividad que realiza (el trabajo) le anula, le hace salir de sí mismo y convertirse en otra cosa distinta (mercancía, o cadena de trabajo), dicho sujeto está alienado.
Aunque Marx tomó este concepto de Hegel, hay importantes diferencias en el modo en que ambos filósofos la interpretaron:
– Para Hegel el sujeto de la alienación es la idea pensada, la conciencia, el acto de conocer, el sujeto es la antítesis en el proceso de conocimiento, es la negatividad, la negación, la
finitud; para Marx el sujeto es el hombre real, que trabaja y transforma la naturaleza, pero que se siente alienado al hacerlo para otro.
– Para Hegel la alienación consiste en el peculiar procedimiento por el cual la Idea se hace otra cosa radicalmente distinta de sí, se enajena y se hace Naturaleza; y tienen que ver con los planes de la idea (del espíritu absoluto) para su propia perfección o autoconocimiento. En Marx la alienación se refiere a la explotación del hombre por el hombre, se refiere a la pérdida de autonomía y libertad de una clase social como consecuencia de la explotación a la que le somete otra clase social, principalmente por el hecho de existir la propiedad privada de producción.
La alienación principal es la alienación económica, la alienación que se da como consecuencia de la estructura socioeconómica que descansa en la propiedad privada, pero no se agota en ella, pues también se expresa en la alienación religiosa, política, e intelectual. Podemos entender toda la propuesta filosófica de Marx como el intento de crear una filosofía que permita comprender las causas de la alienación (y en último término del sufrimiento humano) y encontrar su solución.
B. Comparación de Marx con los contratos sociales de Rousseau, Locke y Kant
Según Rousseau concibió un estado de naturaleza, en el que los seres humanos eran felices compartiéndolo todo, sin propiedad privada, y un estado civil en el que rigiera la voluntad del pueblo, sin gobierno, con igualdad total, libertad y sin propiedad privada; Marx concibe una historia del materialismo, en la que las primeras sociedades, que él llamaba asiáticas, vivían en armonía y también sin propiedad privada, (estaría con Rousseau en que la propiedad privada hace al hombre egoísta y lo lleva al dominio de unos sobre otros); sin embargo Marx no concibe la sociedad civil sin estado, sino con un gobierno comunista, en el que la propiedad privada, o sea, los medios de producción estén en manos del estado.
El contrato social de Locke y de Kant representan la justificación del estado burgués, por ello Marx estaría en contra de dicha concepción, ya que defienden la propiedad privada ante todo, y con ello la división necesaria entre burguesía y asalariados o trabajadores. Esta burguesía en la semilla sobre la que crece el capitalismo.