Conceptos Clave de Marx
Capital
Los burgueses capitalistas son los propietarios de los medios de producción. Poseen los bienes que se precisan para producir las mercancías. Son los dueños de las instalaciones de trabajo, las herramientas, las materias primas y, sobre todo, de la capacidad de trabajo del trabajador, que compran como si de otra mercancía se tratase. El conjunto de esos bienes es el capital.
Alienación
Circunstancia en la que vive toda persona que no es dueña de sí misma, ni es responsable última de sus acciones y pensamientos. Para Marx, es la condición en la que vive la clase oprimida en toda sociedad de explotación, en toda sociedad que admite la propiedad privada de los medios de producción.
Fuerza de Trabajo
Conjunto de condiciones físicas y espirituales que se dan en la personalidad viviente de un hombre y que este pone en acción al producir bienes de cualquier clase. La fuerza de trabajo es una particular mercancía cuyo valor de uso es el trabajo y cuyo valor de cambio es el salario. La fuerza de trabajo del proletariado se conoce vulgarmente como mano de obra.
Plusvalía
Parte del valor generado por el trabajo del obrero, por la utilización de su fuerza de trabajo, que queda en poder del capitalista, dentro del análisis marxista. La diferencia entre el salario pagado al obrero y la parte del valor que este aporta al producto (valor) se llama plusvalía. El tiempo que tarda en crear un salario es el tiempo de trabajo necesario, en tanto que el que corresponde a la plusvalía es el tiempo de trabajo excedente.
Infraestructura y Superestructura
En general, se entiende por superestructura al conjunto de fenómenos jurídico-políticos e ideológicos y las instituciones que los representan: el Estado, el derecho, las ideologías, las religiones, las manifestaciones artísticas, etc.
Son hechos sociales que se inscriben en el contexto de la superestructura de una determinada sociedad. La base económica de la sociedad (infraestructura) determina siempre la superestructura.
Valor
El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlo. La magnitud del valor de una mercancía permanece constante mientras no varíe el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. En términos cuantitativos, el valor de un bien se descompone en: valor de las materias primas usadas, valor del monto en que las maquinarias se desgastan en su producción, valor de la fuerza de trabajo usada y plusvalía generada por la fuerza de trabajo. Si bien el valor de cambio es la expresión formal del valor, no siempre ambos tienen la misma magnitud. El valor de cambio, o precio, oscila por la presión de distintas fuerzas del mercado, como la oferta, la demanda, etc., pero siempre en torno a la magnitud del valor.
Conceptos Clave de Nietzsche
Dionisíaco y Apolíneo
Según Nietzsche, en el espíritu griego existieron dos tendencias contrarias:
- Apolínea: del dios Apolo, favorable a la luz, la razón, la medida. Cuando nos dejamos llevar por el punto de vista apolíneo, atribuimos al mundo un orden y un sentido.
- Dionisíaco: del dios Dionisos, asociado a la oscuridad, los instintos, el éxtasis. Cuando domina en nosotros lo dionisíaco, vemos que el mundo no es más que caos y azar.
En El nacimiento de la tragedia, Nietzsche afirma que, en la tragedia, el espíritu griego supo equilibrar las tendencias apolínea y dionisíaca. Es decir, partiendo del hecho de que el universo es un caos dionisíaco en el que el destino del hombre depende del azar y carece de sentido, los griegos, mediante la tragedia, supieron crear belleza y armonía.
Inocencia del Devenir
Es una concepción del mundo opuesta a toda interpretación moral cristiana, más allá del bien y del mal. Tanto los griegos como el cristianismo juzgaron la existencia como culpable. La diferencia estaba en que, para los griegos, la responsabilidad es de los dioses, mientras que, para el cristianismo, es de los hombres.
Nihilismo
De nihil, «nada». Actitud vital y filosófica que niega todo valor a la existencia o que hace girar la existencia alrededor de algo inexistente. Existen varios tipos de nihilismo:
- Nihilismo como decadencia vital: toda la cultura occidental es nihilista, pues dirige toda su pasión y esperanza a algo inexistente.
- Nihilismo activo: es también nihilista la filosofía que intenta mostrar cómo los valores dominantes son una pura nada, una invención. La filosofía nietzscheana es nihilista en este sentido, pues propone la destrucción completa de todos los valores vigentes y su sustitución por otros radicalmente nuevos.
- Nihilismo pasivo: el «nihilista pasivo» no cree en ningún valor, puesto que considera que todo valor es posible solo si Dios existe, y Dios no existe. Termina en la desesperación, la inacción, la renuncia al deseo, el suicidio.
Mundo Aparente
Nietzsche llama platonismo a toda teoría para la que la realidad está dividida en dos mundos: un mundo verdadero, dado a la razón, inmutable y objetivo, y un mundo aparente, dado a los sentidos, cambiante y subjetivo. Al mundo verdadero en Platón le corresponde la eternidad y se relaciona con el bien y el alma, mientras que al mundo aparente le corresponden el nacimiento y la muerte y se relaciona con el mal y el cuerpo.
Transmutación de los Valores
En La genealogía de la moral, aborda Nietzsche la crítica de la moral cristiana a partir del estudio del origen de los valores. Para ello, emplea el método genealógico, que consiste en una investigación etimológica e histórica de la evolución de los conceptos morales del bien y del mal. Nietzsche propone una nueva inversión de los valores, una transmutación de los valores. La moral cristiana del resentimiento, de condena de la vida, sería sustituida por una moral sana que se guíe por los valores que dicen «sí» a la vida, a las pasiones y a los instintos. El abanderado de esta moral sería el superhombre, aquel capaz de asumir la muerte de Dios, la pesada carga del eterno retorno y de espiritualizar las pasiones.
Moral Contranatural
La moral tradicional (la moral cristiana) es antinatural, pues presenta unas leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la vida. Es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y natural. Esto se ve claramente en la obsesión de la moral occidental por limitar el papel del cuerpo y la sexualidad, que está presente en la filosofía socrático-platónica y, principalmente, en el cristianismo. A la moral contranatural se opone la moral sana. Moral sana es la que se guía por los valores que dicen «sí» a la vida, las pasiones, lo corporal, lo instintivo.